ENTREVISTAS
Roberto García Suárez: El actor presentó en Guadalajara un monólogo sobre la lluvia
Por Gabriel Ibarra Bourjac //
Es un apasionado del arte escénico, sus dotes histriónicas las mostró desde niño, después en la secundaria, preparatoria y universidad tuvo muy claro que lo suyo era la actuación y para ello se preparó. Se va a Europa en plan aventurero y para ganarse la vida, la hizo hasta de taquero hasta que encontró la oportunidad para hacer lo que es su pasión.
Es el actor regiomontano Roberto García Suárez, quien tiene diez años viviendo en Barcelona e Italia y recientemente presentó en Guadalajara la obra “Conferencia en la lluvia”, un monólogo cuyo autor es el escritor mexicano Juan Villoro y que ya fue llevado a Italia por nuestro personaje de hoy.
“Lo mío no ha sido un viaje de turista, he vivido de todo, he tenido altas y bajas, lo he visto como una aventura, es una lección de vida, aprendes mucho de uno mismo y de lo que te rodea cuando estás lejos de tu tierra”.
“Estoy en un punto en el que quiero gozar de una independencia económica, no soy millonario, pero no tengo ya ese miedo de llegar al fin de mes, como lo tuve cuando llegué en los primeros años”.
El papel del bibliotecario que asume en el monólogo “Conferencia sobre la lluvia”, comenta que le está dando muchas satisfacciones. “Me ha hecho crecer bastante como actor, lo he hecho también en italiano, que me ha exigido bastante”.
Roberto García Suárez expresa que el bibliotecario es el personaje que lo ha marcado por muchos factores. Es una coproducción con la directora y es el primer trabajo que hace en otro idioma.
Confiesa que le tenía miedo hacer el papel en otro idioma distinto al español. “Tenía mucho miedo, temía no poder llegar a conmover en un idioma que no era el mío, esa era mi preocupación y temor”. Hicieron tres presentaciones en Florencia, Italia y fue en la última que pudo comprobar que gustó cuando tuvieron mucho público, a diferencia de las dos primeras funciones en las que fue poca gente.
Su vida por el mundo del teatro, ha sido enriquecedor. Cuando estudiaba en la Universidad en Nuevo León, hizo teatro callejero. Fue cuando vivió el alcance e impacto que tiene el teatro en la sociedad. “No es que a la gente no le guste el teatro, es un asunto de oferta, lo que sucede es que no hay oferta y para poder conectar el artista con la gente, pues la gente tiene que ver la obra, se hace la prueba y le gusta.
LA ENTREVISTA
Pregunta. Tienes 11 años fuera de México, ¿cómo han sido tus vivencias lejos de tu tierra?
Respuesta. Ha habido de todo, puedo sentirme orgulloso de poderme identificar con las personas que migran, porque lo mío no ha sido un viaje de turista, tampoco quiero decir que me he ido porque no tuve oportunidades en mi país, lo he visto más como una aventura, que ha tenido tanto bajos como altos.
Es una lección de vida, aprende mucho uno de sí mismo y lo que le rodea, empiezas a apreciar en mi caso mi tierra Monterrey que tengo mucha relación de artistas amor odio, me gustaría que se le diera más importancia a lo cultural, cuando vives en Europa muchos artistas te lo dicen, pareciera que se aprecia más la cultura.
P. El teatro es una carrera de resistencia…
R. Exacto, resistencia. Aquellos colegas que me he encontrado, nos abrazamos con este ánimo de resistir una carrera de resistencia, el Iron Man del artista.
P. ¿Le has sufrido en tu vida en el teatro?
R. Claro que se sufre, sin embargo, cuando “sufres” entre comillas por algo que te apasiona y te gusta, el sufrimiento no es tan así, por lo menos en mi experiencia, porque hay artistas que nunca han sufrido o que les encanta sufrir, de muchos tipos, pero yo el tipo de sufrimiento que he tenido es desde el momento de la aceptación, estudiar esto, lidiar con lo que significa el dedicarte a una profesión que tiene pocas salidas, muchos creen que pocos triunfan ahí, porque creen que el triunfo significa estar en Hollywood, lidiar con la idea que se tiene, al principio da cierta pena con gente que te pregunta que si apoco se estudia teatro, como si fuera tan fácil. Ese tipo de cosas, las metes en la bolsita del morral de sufrir esta carrera.
P. ¿Y cómo ha sido tu vida en Europa? Llegaste a un mundo nuevo, difícil, desconocido…
R. Está la cuestión económica, la cuestión sostenible, hay muchos recursos, hacedores de teatros que son formadores, otros que saben vender bien y son cazadores de becas y proyectos, otros ponen su propio negocio para dedicarse al teatro, otros consiguen buenos contratos, en mi caso en Barcelona he hecho de todo para sobrevivir, pero darle prioridad a mis espacios para estudiar teatro, estuve trabajando de taquero allá, es una experiencia gratificante, me la voy montando para seguir, es parte de la sufrida, si te quedas acostado en tu cuarto no va a ocurrir, es sufrir pero es el gaje del oficio, me encanta, son los retos, me gustan mucho los retos”.
P. ¿Qué planes futuros tienes para México con esta obra Conferencia sobre la lluvia?
R. Espero pronto traer esta obra en una gira, pequeña o gran gira en México, esta probadita en Guadalajara era parte de ese plan, los equipos que aprovecho para darle las gracias, los que se involucran en trabajar, fue también para ello, para tener una primera impresión del público en México, un material que podemos utilizar de fotografía y video, para que los chicos puedan seguir moviendo y presentando.
La siguiente fase es presentar este material actualizado, en diferentes opciones, festivales, becas, sobre todo la próxima vez que venga presentar una gira más días, en la ciudades más grandes, pero en realidad me encantaría llevarla a muchos puntos de la república mexicana. Todavía no tengo más proyectos, pero hay ideas sobre la mesa para seguir trayendo proyectos a México y colaborar con artistas de aquí y de allá.
P. ¿Qué te deja la presentación en Guadalajara del monólogo sobre la lluvia de Juan Villoro?
R. Para mí es muy especial traer este trabajo a Guadalajara, probablemente el más significativo en mi carrera, la primera vez que lo llevo a México, para mí es simbólicamente importante que la entrada a México sea Guadalajara, me gustaría incluirlo en la gira que se está fraguando, la idea es que sea este año, después de verano, ojalá que se pueda hacer, si no el siguiente año empezando.
LA PRESENTACIÓN EN ITALIANO
P. ¿Cómo ha sido esta presentación en italiano?
R. Tenía mucho miedo al principio. Temía no poder llegar a conmover en un idioma que no era el mío, tenía esa sensación de que tal vez si logro llegar a un público, acercarme, ponerme atención digna, no sé si lo iba a lograr en otro idioma, esa era mi preocupación y temor. Hicimos tres presentaciones importantes en Italia, solamente la última pude dar cuenta que sí funcionaba, porque las primeras dos no tuvimos mucho público, eran amigos o conocedores, la tercera función sí fue así, tuvimos la suerte que una de las allegadas de Juan Villoro estaba trabajando en Florencia, vio el espectáculo y organizó una función especial en un teatro. Yo ya la había presentado en español, me dijeron por qué no te la aprender en italiano, no fue tan fácil, porque hablo italiano pero no lo estudié, es una cosa otra es un texto poético en italiano. Cien personas, entre ellas el cónsul de México, estuvo Juan Villoro, le gustó, me di cuenta, me acerqué con la gente, me decían que les había gustado mucho el personaje, a nadie le hacía ruido que no era mi idioma natal.
EL MEXICANO, UN TEATRO VIVO
P. ¿Cómo sientes el teatro en México?
R. Me fascina el teatro mexicano, me gusta mucho porque es vivo, se puede decir que en una cuestión sociocultural, en Europa hay mucha sociedad que apoya los movimientos culturales y artísticos, mucho presupuesto dedicado a eso, donde México podría flaquear en estos casos, sin embargo, el teatro que sobrevive en México tiende a ser más fuerte, tiene esta regla de supervivencia, menos recursos, que el resultado suele tener más fuerza, por las condiciones más duras con las que se viven en Europa.
P. ¿Qué otras diferencias adviertes entre el teatro mexicano y el europeo?
R. El entusiasmo de los hacedores de teatro en México, a veces es más que el que he encontrado fuera del país, no sé a qué se deba, puede ser que el tipo de vida del mexicano, el arrojo que tiene, las condiciones de un país latinoamericano, el hecho de que los artistas sean apasionados en lo que hacen, no lo sé, puede ser una combinación de factores, pero me encanta el teatro mexicano.
P. ¿Cómo percibes la valoración del teatro en México?
R. Desde que estudié la universidad, era una cuestión presente. Decíamos nosotros, cuando formábamos un grupo de teatro, decíamos que la gente no va al teatro. Optamos por el teatro de calle, al hacer eso me di cuenta, porque decimos que la gente no le gusta le teatro, para cierto sector el teatro es como ir a la ópera, para otro sector el teatro es entretenimiento, pero cuando presentábamos obras con estructura artística, obras no convencionales, directamente en la calle, el público quedaba fascinado.
P. ¿Cómo nació tu vocación por la actuación?
R. Yo era el típico niño que en las fiestas familiares se ponía a bailar y hacer su show, incluso solo haciendo espectáculo. También en la escuela, en la primaria era de los primeros en participar en los concursos de oratoria, me gustaba estar frente a una audiencia, exponiendo temas, me encantaban esas clases.
Desde ahí empecé a tomarle gusto a la declamación, por hablar en público. Cuando empecé a hacer teatro fue en la prepa, tenía un profesor que se llama Antonio Aguilar, nada que ver con el cantante, era profesor de teatro, ahí hice mis primeras obras pequeñas, incluida una pastorela.
Al terminar la prepa estaba decidido a estudiar algo relacionado con arte, me gusta mucho dibujar y pintar, creí que serían artes visuales, al final por consejo de amigos y profesores me dijeron que tal vez artes escénicas sería buena opción, decidí entrar a la Universidad Autónoma de Nuevo León al siguiente año. Si no me gusta, pues cambiaría, ahí fue donde empieza en sí la carrera profesional, porque desde ahí estoy convencido que es algo que quiero seguir haciendo”.
P. ¿Piensas volver a México?
R. Ahora quiero establecer un puente entre México y donde sea que viva, si en algún momento regreso me gustaría cosechar muchas de las semillas que he sembrado en otras partes del mundo y ese árbol conectarlo con México, es decir, establecer proyectos donde se puedan llevar y traer. Este viaje de estar lejos, paradójicamente, me ha acercado más a donde estoy yo, me ha vuelto los lazos más fuertes, más cercanos y lo siento cada vez que regreso aunque sea de visita.
