MUNDO
Política Global: Ante su derrumbe estratégico global, Estados Unidos invoca la Doctrina Monroe

Fuente: Movimiento de Solidaridad Iberoamericana (MSI) ///
En una entrevista concedida a la red CNN el 3 de marzo, el consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, se encontró ante la pregunta del periodista Jake Tapper: ¿Cómo se explica que Estados Unidos se opongan al gobierno de Nicolás Maduro, si mantiene vínculos estrechos con gobiernos autoritarios en Egipto, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos? Bolton no se hizo del rogar y astutamente respondió que la situación de Venezuela es completamente diferente, pues el país se sitúa en el Hemisferio Occidental. Luego más rápido que un rayo en pleno siglo XXI, invocó la Doctrina Monroe para legitimar la hegemonía norteamericana en el Hemisferio, el cual ha sido tratado como el patio trasero.
«En este gobierno no tenemos miedo a usar la frase Doctrina Monroe. Ese es un país de nuestro Hemisferio; ha sido el objetivo de los presidentes, desde Ronald Reagan, tener un Hemisferio completamente democrático», dijo (Washington Post, 04/03/2019).
La centenaria Doctrina Monroe se refiere a los postulados presentados por el presidente estadounidense James Monroe (1817-1825) sobre la no intervención de las potencias europeas en los asuntos de los países americanos, “América para los americanos”, decía. En el momento en el que fue anunciada, en 1820, Estados Unidos no había salido de dos costosas guerras con Gran Bretaña y todavía no había tomado la ruta colonial que lo condujo a la categoría de mayor superpotencia del planeta.
Más tarde, el presidente Theodore Roosevelt (1901-1909) reformuló la concepción de la doctrina, el famoso “corolario Roosevelt” de la Doctrina Monroe; éste le atribuyó a Estados Unidos el papel de “policía mundial” apto para exigir el buen comportamiento de aquellas naciones juzgadas de incapaces de mantener el orden interno y cumplir con sus obligaciones, en especial en lo tocante a sus deudas externas. En el mensaje al Congreso en el que anunció el corolario, Roosevelt mencionó específicamente “a las naciones bañadas por el Mar Caribe”, algunas de las cuales ya habían sido objeto de intervenciones militares estadounidenses. Por eso tal política externa fue debidamente adjetivada de “Política del gran garrote” (Big Stick, en inglés).
De manera que a partir del Corolario, la frase que sintetizaría la Doctrina Monroe sería más acorde con la realidad si se sustituyese por “América para los estadounidenses”.
El excepcionalismo estadounidense, expresado en las zonas de influencia mencionadas ahora por Bolton, fue claramente expresado en 1912 por el presidente William Howard Taft:
“No está muy distante el día en el que tres barras y estrellas a tres puntos equidistantes marcarán nuestro territorio: una en el Polo Norte, otra en el Canal de Panamá y la tercera en el Polo Sur. Todo el Hemisferio será nuestro de hecho tanto, por virtud de la superioridad de nuestra raza, así como ya lo es nuestro moralmente.”
Por consiguiente, como Bolton no es hombre de desperdiciar palabras, su mención de la Doctrina Monroe no es de ninguna forma gratuita, sino que viene a reforzar la voluntad de Donald Trump de tratar al Hemisferio Occidental como una especia de último reducto para la conservación de su capacidad hegemónica en franca declinación; ambición opuesta a la aparición del nuevo escenario mundial multipolar y cooperativo aun incipiente, centrado en la integración euroasiática encabezada por China y por Rusia, estas emblemáticamente calificadas de “potencias contestatarias” por los estrategas estadounidenses.
EL GRAN CARIBE
Esa debilidad en su hegemonía es lo que ahora obliga a los EU a regresar con más vigor a la nombrada “geopolítica del Gran Caribe.” Por Gran Caribe se entiende un eje de poder que cuenta, entre otros recursos, con grandes reservas de petróleo; es el conjunto de territorios bañados por las aguas del mar Caribe, e incluye las islas del Caribe y los países costeños: Venezuela, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, Belice y México.
En junio de 2010 en el lanzamiento de la Iniciativa de Seguridad para la Cuenca del Caribe, la entonces secretaria de Estado de EU, Hillary Clinton llegó a afirmar: “…había la percepción de que Estados Unidos estaba ausente de la región [caribeña]. Bueno, estamos de regreso. Estamos de regreso al 100 por ciento”.
La antigua trama actualizada se expuso hace unos años en un artículo aparecido en julio de 2012 en el sitio de la agencia de espionaje privada Stratfor, titulado “La fuente del poder estadounidense.” Los autores, los periodistas Robert D. Kaplan y Karen Hooper, explican:
“El poderío geopolítico estadounidense tiene su origen, históricamente, no en Europa ni en Asia, sino en el Gran Caribe. El Gran Caribe es el mundo que, de Yorktown a las Guayanas, es decir, de los estados meso atlánticos a las selvas del Norte de América del Sur. El Hemisferio Occidental, como el estratega holandés-americano Nicholas J. Spykman explicó en 1942, no se divide entre América del Norte y del Sur. Se divide entre las latitudes al norte de la gran barrera de la selva del Amazonas y las latitudes al sur de ella. En otras palabras, bajo una óptica geopolítica, Venezuela no es, absolutamente, un país sudamericano, sino caribeño. La mayor parte de su población de 28 millones vive en el norte, a lo largo del mar Caribe, lejos de las selvas del sur”.
“Aunque los encabezados periodísticos hablen hoy del Medio Oriente y de Asia, para muchos presidentes de Estados Unidos, de principios del siglo XIX a inicios del siglo XX, las crisis de política exterior se centraron en el Gran Caribe. Fue un proceso de un siglo para que el joven Estados Unidos, tomase de las potencias europeas el dominio del Gran Caribe. El Gran Caribe -el golfo de México y el Caribe, propiamente dicho- es de hecho una extensión de las aguas azules del territorio continental de Estados Unidos. La influencia sobre él se debe a la construcción del canal de Panamá, a principios del siglo XX. Cuando Estados Unidos pudo asegurar el dominio del Gran Caribe, el país se convirtió en el hegemón del Hemisferio Occidental, faltándole tan solo el Ártico canadiense y el cono sur de América del Sur (en especial las zonas de sombra de Bolivia, Ecuador y Perú), efectivamente, además del cinturón de seguridad establecido por la Armada de Estados Unidos en las Indias Occidentales. Y con el Hemisferio Occidental bajo su dominio, Estados Unidos pudo, a partir de ahí, afectar el equilibrio de poder en el Hemisferio Oriental. Las victorias estadounidenses en las dos guerras mundiales y en la Guerra fría fueron construidas originalmente sobre la geopolítica del Gran Caribe.
“No obstante, cuando las distancias se colapsan, en un mundo más densamente poblado y crecientemente unido por la tecnología, el Gran Caribe vuelve nuevamente al palco.”
EL MUNDO DE HOY
En aquel entonces. Estados Unidos empezaba su malhadada intervención en el conflicto de Siria, luego de haber encabezado la devastadora intervención militar en Libia, que convirtió al país más próspero de África en un infierno terrenal de luchas armadas ente tribus y pandillas, y en una plataforma de entrenamiento y de exportación de yijadistas para intervenciones en otros países blanco de los planes de Washington, como la misma Siria.
Hoy, los resultados de la súper extensión militar de Estados Unidos y las limitaciones estratégicas de su pauta hegemónica está a la vista de todos:
1) la incapacidad de someter a Siria y a Irán al plan de “cambio de régimen”;
2) el trastorno de las relaciones con Turquía, miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que se alió a Rusia y a Irán para solucionar el conflicto de Siria;
3) el papel cada vez más firme de Rusia como contestataria del excepcionalismo hegemónico, en el Medio Oriente, en especial, y en su alianza de hecho con China;
4) el fracaso de las negociaciones con Corea del Norte, provocado por la falta de intención de cualquier contrapartida estadounidense al desmantelamiento del programa nuclear militar del país asiático, frustrante para los aliados regionales de Corea del Sur y Japón, y que deja el camino abierto para una mayor influencia de China y de Rusia en la posible normalización de las relaciones en la península coreana;
5) el tremendo choque con Europa Occidental en torno de cuestiones como el acuerdo nuclear con Irán y las sanciones contra Rusia, que se ha hecho evidente en las recientes conferencias de Varsovia y de Múnich. Sin sorpresa, Italia acaba de anunciar su intención de participar activamente en la Iniciativa Cinturón y Ruta China, punta de lanza de los esfuerzos para la integración económica de Eurasia.
Gobierno brasileño propone la construcción de 8 plantas nucleares
El Ministerio de Minas y Energía (MME) anunció su intención de retomar a gran escala el programa nuclear nacional con la construcción de entre cuatro y ocho nuevas plantas nucleares. La información fue confirmada en una nota divulgada por el ministerio para defender la terminación de la planta Angra 3.
“Para el sector nuclear, la conclusión de Angra 3 es importante, porque escalará toda la cadena productiva del sector, desde la producción de combustible hasta la generación de energía. Esto se vuelve más importante cuando se toma en cuenta que Brasil necesitará invertir en energía para el futuro, en función del aumento de la demanda y el agotamiento del potencial hidroeléctrico “, dice la nota reportada por el periódico O Estado de Saõ Paulo del 22 de enero de este año.
La nota prosigue afirmando que “El Plan Nacional de Energía 2030 (PNE) prevé la construcción de entre cuatro y ocho plantas nucleares en el país. Escenario que tiende a confirmarse por el PNE 2050.”
Actualmente, solo existen dos plantas nucleares en operación, Angra 1 y 2, las cuales generan el 1.1% de la generación nacional de electricidad.
Los planes de expansión de generación nuclear fueron casi olvidados por los últimos gobiernos, por la conjunción de situaciones. Una la falta de los recursos destinados a las inversiones públicas, debido a que la prioridad era el cumplimiento del servicio de la deuda pública-; la otra por la negligencia de los gobiernos con la energía nuclear, apoyada en argumentos ambientalistas radicales. Por eso, la conclusión de Angra 3 deberá ser fundamental para marcar el cambio del rumbo imprescindible para la seguridad energética del país.
MUNDO
La Reserva Federal de Estados Unidos baja la tasa de interés: impacto directo en México

– Por Redacción Conciencia Pública
La Reserva Federal de Estados Unidos (la Fed) decidió este martes bajar su tasa de interés en un cuarto de punto, dejándola en 4.00 a 4.25%. En palabras simples: el dinero en Estados Unidos será más barato para bancos, empresas y consumidores. Y cuando eso pasa en la mayor economía del mundo, el efecto se siente en todo el planeta.
¿Por qué lo hicieron? Porque la economía estadounidense se está enfriando: se generan menos empleos y el consumo pierde fuerza. Con tasas más bajas, la Fed quiere darle un empujón al crecimiento, hacer que pedir prestado sea más barato y que la gente gaste e invierta más.
¿Y a México cómo le pega? Directo. Estados Unidos es nuestro principal socio comercial, así que si su economía respira, la mexicana también. Una recuperación allá significa más compras de autos, electrónicos y alimentos de México, lo que da oxígeno a nuestras exportaciones.
En el terreno financiero también hay movimiento. Cuando las tasas bajan en Estados Unidos, muchos inversionistas voltean a ver a países como México para buscar mejores rendimientos. Eso puede traer más dólares al país y fortalecer al peso, aunque un peso demasiado fuerte también complica a los exportadores.
Otro punto clave: la deuda en dólares. Tanto el gobierno como varias empresas mexicanas tienen compromisos en esa moneda. Si las tasas en Estados Unidos bajan, el costo de pagar esa deuda también se reduce, lo que significa un respiro en sus finanzas.
Claro que no todo es miel sobre hojuelas. Si llegan capitales especulativos en exceso, el tipo de cambio puede volverse inestable. Y si el dólar se debilita demasiado, algunos insumos importados podrían encarecerse, lo que se traduciría en presión inflacionaria aquí en México.
En resumen: la decisión de la Fed es una buena noticia para México solo en el corto plazo. Habrá más aire para exportaciones, para las finanzas y para el peso. Pero el Banco de México (Banxico) tendrá que jugar con cuidado sus cartas para que este respiro no se convierta después en un dolor de cabeza.
MUNDO
Rechaza ser deportado Hernán Bermúdez Requena de Paraguay

– Por Francisco Junco
Hernán Bermúdez Requena, el ex secretario de Seguridad Pública, nombrado por el entonces Gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, ahora senador de la República, rechazó ser extraditado a México.
Durante la audiencia inicial, donde un juez dictó prisión preventiva, se le ofreció la extradición voluntaria, pero Bermúdez Requena, presunto líder del cartel de “La Barredora”, no aceptó.
Ahora se iniciará un proceso ordinario, que podría tardar hasta 60 días, en tanto, Bermúdez Requena, continuará bajo la custodia de la Secretaría Nacional Antidrogas de Paraguay.
En tanto, en México se informó que la Fiscalía General de la República ya presentó la solicitud de extradición contra Hernán Bermúdez Requena al gobierno guaraní.
“El Abuelo” o “El Comandante H”, como se le conoce al exfuncionario del gobierno del morenista Adán Augusto López en Tabasco, e identificado como el presunto líder del Cártel de “La Barredora”, fue detenido la madrugada del sábado, en Paraguay, en una residencia ubicada en la zona exclusiva de Marino Roque Alonso, donde permanecía escondido.
Este fin de semana, el presidente Santiago Peña, dio a conocer, en un pequeño video de 45 segundos, cómo fue el arresto de Bermúdez Requena.
En las imágenes, primero se ven aspectos de la residencia, se ve cómo las fuerzas especiales, revisaron la finca y derribaron la puerta, suben una escalera y someten a ex secretario de seguridad, lo encañonaron y lo tiraron al suelo, donde lo tenían sometido, bocabajo y un elemento le pone un pie en la espalda.
Después, el presunto líder de La Barredora, quien cuenta con una ficha roja activa de la Interpol, aparece sentado en un sillón con ropa deportiva, pelo más largo y canoso, barba larga.
Cuenta con una orden de captura en México por asociación delictuosa, extorsión y secuestro exprés.
En el video, se muestra que en la residencia, donde permanecía escondido, había fajos de dólares y guaraníes, moneda uruguaya, así como joyas, tarjetas bancarias, identificaciones y una camioneta de alta gama.
Manuel Doltane, titular de Asuntos Internacionales de la Fiscalía de Paraguay, reveló que Bermúdez, entró de manera ilegal al país.
Y es que en febrero de este año, después de hacer pública la orden de aprehensión en su contra, el ex funcionario estatal huyó del país.
De acuerdo con las autoridades, viajó primero a Panamá, después a España, más tarde a Brasil, para terminar en Paraguay.
En medios locales del país sudamericano, como el diario ABC, informaron que la detención del ex funcionario de Adán Augusto López, se logró, gracias a que en el mes de julio se detuvo a Gerardo Bermúdez Arreola, sobrino del presunto líder de “La Barredora”.
CARTÓN POLÍTICO
Edición 807: Magistrada Fanny Jiménez revoca rechazo de pruebas y defiende Bosque de Los Colomos
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LAS NOTICIAS PRINCIPALES:
Crónica de una semana tensa en la UdeG: La rebelión estudiantil que desafía a la FEU
MUNDO
Tolerancia en tiempos de algoritmos

– Opinión, por Miguel Anaya
¿Qué significa ser conservador en 2025? La etiqueta, lejos de significar a una persona o grupo de ellas, aglutinadas en torno a la Biblia o valores cristianos, se ha vuelto un acto de rebeldía. El conservadurismo pareciera significar a una nueva minoría (o una mayoría silenciosa) que enfrenta un prejuicio constante en redes sociales.
En sociedades donde la corrección política dicta el guion, ser conservador implica defender valores tradicionales —para algunos valores anacrónicos— en medio de un mar de redefiniciones. La sociedad dio un giro de 180 grados en tan solo 20 años y aquellos que señalaban hace dos décadas, hoy son señalados.
¿Y ser liberal? El liberalismo que alguna vez defendió la libertad frente al Estado hoy se ha transformado en progresismo militante: proclamar diversidad, reivindicar minorías, expandir derechos. Noble causa, sin duda.
El problema comienza cuando esa nobleza se convierte en absolutismo y se traduce en expulsar, callar o cancelar a quien no repite las consignas del día. El liberal de hoy se proclama abierto, pero con frecuencia cierra la puerta al que discrepa. Preocupante.
He aquí la contradicción más notable de nuestro tiempo: vivimos en sociedades que presumen de “abiertas”, pero que a menudo resultan cerradas a todo lo que incomoda. Lo que antes era normal hoy puede costar reputación, trabajo o, en casos extremos, la vida. Hemos reemplazado la pluralidad por trincheras y el desacuerdo por el linchamiento mediático (“funar” para la generación Z).
La polarización actual funciona como un espejo roto: cada bando mira su fragmento y cree que posee toda la verdad. Los conservadores se refugian en la nostalgia de un mundo que quizá nunca existió, mientras que los liberales se instalan en la fantasía de que el futuro puede aceptar todo, sin limitantes.
Ambos lados olvidan lo esencial: que quien piensa distinto no es un enemigo para destruir, sino un ciudadano con derecho a opinar, a discernir y, por qué no, a equivocarse humanamente.
La violencia y la polarización que vivimos, no son fenómenos espontáneos. Son herramientas. Benefician a ciertas cúpulas que viven de dividir, a las plataformas digitales que lucran con cada insulto convertido en tema del momento.
El odio es rentable; la empatía, en cambio, apenas genera clics. Por eso, mientras unos gritan que Occidente se derrumba por culpa de la “ideología woke”, otros insisten en que el verdadero peligro son los “fascistas del siglo XXI”. Y en el ruido de esas etiquetas, el diálogo desaparece.
Lo más preocupante es que ambos discursos se han vuelto autorreferenciales, encerrados en su propia lógica. El conservador que clama por libertad de expresión se indigna si un artista satiriza sus valores; el liberal que defiende la diversidad se escandaliza si alguien cuestiona sus banderas.
Todos piden tolerancia, pero solo para lo propio. Lo vemos en el Senado, en el país vecino, tras el triste homicidio de Charlie Kirk y hasta en los hechos recientes en la Universidad de Guadalajara.
En buena medida, este mal viene precedido de la herramienta tecnológica que elimina todo el contenido que no nos gusta para darnos a consumir, solo aquello con lo que coincidimos: EL ALGORITMO.
El algoritmo nos muestra un mundo que coincide totalmente con nuestra manera de pensar, de vivir, de vestir, nos lleva a encontrarnos únicamente con el que se nos parece, creando micromundos de verdades absolutas, haciendo parecer al que piensa un poco distinto como ajeno, loco e incluso peligroso. Algo que debe ser callado o eliminado.
Occidente, en 2025, parece olvidar que lo que lo hizo fuerte no fue la homogeneidad, sino la tensión creativa y los equilibrios entre sus diferencias. Quizá el desafío es rescatar el principio básico de que la idea del otro no merece la bala como respuesta.
Solo la palabra, incluso aquella que incomoda, puede mantener vivo un debate que, aunque imperfecto, sigue siendo el único antídoto contra el silencio y la complicidad impuestos por el miedo o la ignorancia.