JALISCO
El nuevo orden mundial, análisis de Luis Miguel González: La gran lección de la epidemia de COVID-19 es que “no hay salud económica, si no existe salud pública”

Por Diego Morales //
La gran lección que nos deja la pandemia del COVID-19 en su primera etapa es que aunque se pensaba que eran cosas que podrían ser independientes no hay salud económica si no existe salud pública, es la precisión que hizo el maestro Luis Miguel González Márquez, director general editorial del periódico El Economista, en su charla magistral “Un Nuevo Orden Mundial”, organizado por 10Femac Empresarias de Jalisco.
“Damos por hecho que el coronavirus será un hecho transformador, pero no terminamos de entender algunas de las respuestas más relevantes, por ejemplo, cuánto tiempo más durará la crisis que estamos viviendo y si me apuran, cuánto tiempo durará su capítulo sanitario y cuánto durará la secuela en lo económico y lo social. Entrando a esto, yo diría que la pregunta más relevante es, ¿qué cicatrices nos dejará esta crisis y qué aprenderemos de ella?”, precisó el ponente en charla llevada a cabo vía la plataforma Zoom.
Aunque todavía no ocurre la crisis obligará a revisar la historia económica del siglo pasado, indicó González Márquez, quien de acuerdo a las expectativas en México, se podría vivir una crisis inédita en el país.
«Los pronósticos dicen que la economía mexicana puede caer entre 9 y 12 por ciento, una pregunta que suena casi metafísica es ¿qué significa caer 12 por ciento? si lo pudiéramos contestar de manera simple, imagínense que suman la crisis de 1994 con la crisis del 2009, eso sería lo equivalente. La única vez que la economía mexicana ha caído un porcentaje de ese tamaño fue en 1932-1933, en ese momento el mundo vivía la Gran Depresión y México en particular no terminaba de estabilizar el régimen post revolucionario cuando llega esto».
Subrayó: “A esta idea de que vamos a una gran crisis, algunos historiadores, pensadores, filósofos dicen que esta crisis tendrá algunos elementos que merecen detenerse en ellos. Vamos hacia una cosa que se llama la era de la incertidumbre, pero otros autores dicen que estamos entrando en algo que podemos caracterizar como la era de la furia. Por qué se habla tanto de incertidumbre, diría en buena medida porque estamos en un momento en el que no hay una bola de cristal que nos sirva para asomarnos al futuro, nos gustaría poder decir que la crisis se acaba en 2021, la fotografía tiene forma, la verdad es que nadie sabe qué forma va a tomar esto, porque hay muchas variables desconocidas”.
COMO EN LAS PELÍCULAS…
El escenario mundial actual era impensable hace un año, como si fuera un guión de una película, en donde los gobiernos cierran fronteras, las empresas cierran y la gente es obligada a permanecer en sus casas. Sin embargo, Luis González Márquez precisó que este podría ser la antesala de otras crisis importantes venideras, como la del cambio climático.
«La gran lección que nos deja en esta primera etapa el coronavirus, es que no hay salud económica si no hay salud pública. Habíamos vivido de una manera en la que pensábamos que cada cosa podía estar en un cajón y si un cajón era un desastre el otro podía funcionar bien. En el fondo la imagen es: pensábamos que si la economía estaba bien, tarde o temprano todas las demás cosas se iban a resolver, por ejemplo salud pública».
«Lo que estamos viviendo ahora, mete ruido, mete miedo, porque puede ser el prólogo de lo que vendrá con todo lo que tiene que ver con cambio y desorden climático, si nos asusta lo que hemos vivido por esta crisis de salud, imaginemos que los pronósticos más apocalípticos relacionados con medio ambiente empiecen a tomar forma en 10 o 15 años», agregó.
Subrayó: “La crisis del COVID19 nos ha colocado frente a situaciones que hasta hace 6 meses todo mundo diría que es el guión de una mala película. Que se van a cerrar fronteras, se va a obligar que las empresas cierren o dejen de trabajar, se obligará que la gente permanezca en su casa, todo esto que no estaba en nuestro radar está ocurriendo, ocurrió o va a ocurrir. La incertidumbre tiene que ver con la incapacidad que tenemos de prever, esto vale para industrias completas, para familias, para individuos y por supuesto para gobiernos, no hay manera de organizar programas de gasto ingresos con la información que se tiene”.
TIEMPOS DE INCERTIDUMBRE
A pesar de que la incertidumbre se marcó más con la pandemia, antes del COVID-19 ya había temas complejos por resolver a nivel mundial. Por ello, es impensable dar un pronóstico de qué pasará en el corto y mediano plazo en los gobiernos, las industrias y la sociedad en general.
“La mayoría de los pronósticos que tenemos, no tienen raíces en la realidad, porque solo expresan la parte conocida que es una parte muy pequeña de lo que nos está pasando. No sabemos en México cuántas personas más van a morir, no sabemos cuántas industrias van a transformarse, no solo a partir de impulsos positivos como la digitalización, sino a partir de sentimientos primarios como el miedo. Evidentemente la industria del turismo, los espectáculos en vivo, la propia noción de una plaza pública, está en un proceso de redefinición brutal. Cuánto tiempo tardaremos en que las plazas públicas vuelvan a ser lo que eran, no lo sabemos, pero además no sabemos si es posible pensar que una plaza sea lo que era en diciembre o si tengamos un festejo público como los teníamos”.
Prueba de la incertidumbre que se vivía en el orden mundial fueron las marchas feministas antes de que estallará la pandemia en el país, uno de los tantos temas que no se han podido sanar y que seguirán siendo una moneda al aire en el futuro.
“Dentro de esta incomodidad, molestia, coraje, había muchos tonos, discursos pero había una sola realidad. Hay grupos enormes, en este caso mujeres, que consideran que el orden social no es el que debe ser y por supuesto consideran que el futuro tiene que ser modificado. Por momentos, perdemos de vista que antes del COVID19 ya teníamos muchos temas por resolver, muchas asignaturas pendientes. El mundo, sobre todo el occidental, había vivido una crisis profunda entre 2008 y 2009 de la que en teoría se deberían haber sacado lecciones relevantes para reinventar el capitalismo, lo cierto que no ocurrió y todas esas preguntas siguen en el aire”.
Añadió: “No solo nos corresponde inventar un mundo que responda a lo que el Coronavirus nos está enseñando en esta crisis, sino por supuesto importa que en la nueva normalidad o en la lista de tareas pendientes cuando la crisis acabe, también tratemos de hacer un esfuerzo por resolver muchos de los temas que estaban, como el caso de las mujeres, pero está el tema de cambio climático, un orden mundial más justo, por ejemplo con los migrantes. México entraba al 2020 inmerso en un proceso de cambio político, económico, que reflejaba parte de esos retos, pero que no los estaba resolviendo”.
LOS ESCENARIOS ECONÓMICOS
Hablar de un mundo post COVID19 será equivalente a cómo recibieron los países la pandemia, indicó Luis González Márquez. Pues hay casos en donde sus sistemas económicos, de salud pública y sociales los hará salir fortalecidos, en otros, como en México, será una realidad sumamente retadora.
«Es importante entender la transformación que viene, pero no perder de vista que el mundo antes del coronavirus, en particular la realidad mexicana, ya era suficientemente retadora. Cuando se hacen los pronósticos, hay una separación que puede parecer tajante, pero es realista. Del COVID19 los países saldrán una especie de versión amplificada de como entraron, los países que ya tenían ciertas ventajas, muy probablemente saldrán fortalecidos, no es casualidad que se diga que el gran ganador de esta crisis es China, no porque haya inventado al bicho, sino porque estaba en una dinámica de crecimiento muy fuerte, pero también hay países como Alemania que salen fortalecidos porque llegaron a la crisis preparados con un sistema de salud que funcionaba, con un sistema económico funcional, con una sociedad que más o menos funcionaba».
Agregó: “Quien sea optimista dirá que de esta crisis saldremos más sabios, más flexibles, seremos capaces de reinventarnos. Quienes sean pesimistas podrán decir que la crisis no solo no nos hará mejores, sino que va a empeorar las cosas que ya estaban. Yo diría, por lo pronto, no es que no tenga un pronóstico, en cualquier caso reconozco que mis propios pronósticos cuentan con muy pocos datos y son muchas ideas. En México, seguiremos enfrentando el proteccionismo a la americana, recordando que el libre comercio versión Siglo 20 y Siglo 21 es en buena medida consecuencia del esfuerzo constante de Estados Unidos para favorecerlo”.
A la vez, subrayó que la actitud que tome Estados Unidos en este nuevo orden mundial impactará directamente a la economía mexicana. “No estamos acostumbrados a un mundo donde Estados Unidos sea el principal promotor del proteccionismo y para México hay dos escenarios, los optimistas dicen que no es proteccionismo absoluto y lo que tendremos es una enorme oportunidad de quedarnos con una parte del mercado que pertenecía a China, estos optimistas dicen que México jugará libre comercio con Estados Unidos mientras juegan al proteccionismo con el resto del mundo, es probable, pero también es probable que Estados Unidos también juegue muy rudo con nosotros y sea proteccionista”, indicó.
LAS CONDICIONES HAN CAMBIADO
Agradeciendo la charla que tuvieron, Julieta Angulo, presidenta de Consejo Empresarial de Jalisco (CEMJAL), precisó que se ha vuelto común escuchar que el COVID-19 marca un antes y un después en la historia moderna, en donde parece las cadenas de valor dependerán más de la producción local que del capitalismo globalizado.
«Ya es previsible que las condiciones cambiarán entre los países, se habla del regreso al unilateralismo o debilitamiento del capitalismo global, lo cual es posible a corto plazo. Pero en el mundo post pandemia, la interdependencia global va más allá de las naciones, el mundo cerró fronteras en cuestión de días, algo impensable, se tomaron medidas en algunos países usando la represión autoritaria y en otros confiaron en la civilidad democrática para evitar la propagación de la enfermedad».
Añadió: “El mundo digital no tiene fronteras, lo que ha hecho el confinamiento es acelerar esta tendencia hacia la hiperconectividad, generando un salto cualitativo hacia la digitalización de muchas cosas y cambiando las preferencias de cómo trabajar, el consumo y cómo pasar el tiempo. Cambió las cadenas de valor, en donde para lograrlo dependerá más de las capacidades de la producción local que de la política que se está llevando en el mundo entero”, puntualizó.
JALISCO
¿Se acabó la estabilidad en la UdeG?

– Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac
La Universidad de Guadalajara (UdeG), con más de 360 mil estudiantes, ha sido un pilar de estabilidad en el panorama educativo mexicano durante las últimas décadas, especialmente bajo la influencia de Raúl Padilla López, exrector y figura clave hasta su fallecimiento en 2023.
Sin embargo, las recientes protestas estudiantiles, marcadas por la confrontación y actos de violencia en centros universitarios como el CUCSH, donde encapuchados irrumpieron y dañaron instalaciones de la rectoría, han encendido las alarmas.
¿Estamos ante el fin de esa era de calma que caracterizó a la UdeG? ¿O es este un capítulo pasajero que la rectora Karla Planter, la primera mujer en el cargo, podrá resolver con liderazgo y diálogo?
Las movilizaciones estudiantiles, iniciadas el 10 de septiembre de 2025, recuerdan los turbulentos años 60 y 70, cuando movimientos de izquierda generaron inestabilidad en las universidades mexicanas, marcadas por huelgas, violencia, alta politización y enfrentamientos con autoridades y gobiernos estatales.
Aquella época de confrontación contrastó con el periodo de estabilidad que Raúl Padilla consolidó con su liderazgo, transformando a la UdeG en un referente académico y cultural. Su ausencia ha abierto interrogantes sobre el rumbo de la institución en un contexto de transición y nuevas demandas sociales.
Las protestas recientes, que incluyeron la exigencia de suspender las elecciones del Consejo General Universitario (CGU) y la creación de espacios para el consumo de cannabis, han puesto a prueba la capacidad de la rectora Planter para mantener la gobernabilidad.
En un mensaje claro, emitido este miércoles 17 de septiembre de 2025, la rectora general universitaria respondió con un enfoque conciliador pero firme. Aceptó revisar las demandas legítimas, como mejoras en infraestructura, seguridad y acceso a materias, muchas de las cuales ya están en proceso.
Sin embargo, fue contundente al rechazar propuestas que considera inviables o perjudiciales, como la suspensión de las elecciones del Consejo General Universitario (CGU), que calificó de ilegal por violar los derechos de la comunidad universitaria, y la tolerancia al consumo de cannabis en los campus, argumentando que la universidad debe priorizar la salud y el bienestar de los estudiantes.
Además, Planter advirtió contra la intervención de actores externos que podrían estar manipulando las protestas para fines políticos, un riesgo que ella se comprometió a evitar. “No permitiremos que actores ajenos se aprovechen de las causas legítimas de nuestros estudiantes”, afirmó, subrayando su compromiso con un diálogo abierto, pero dentro del marco normativo de la UdeG.
Esta postura refleja una intención de equilibrar la apertura a las demandas estudiantiles con la defensa de la autonomía y la estabilidad institucional. El manejo de esta crisis será determinante para el futuro de la UdeG.
La rectora, quien asumió el cargo el 1 de abril de 2025, se ha destacado por su trayectoria académica y su enfoque en la igualdad y la inclusión. Su elección marcó un hito al ser la primera mujer en liderar la institución en sus 232 años de historia, y ahora enfrenta el desafío de consolidar su liderazgo en un momento de tensión.
Las protestas, aunque legítimas en algunos puntos, han incluido episodios de violencia, como los ocurridos en el CUCSH, que podrían escalar si no se gestionan con cuidado. La pregunta central es si estas movilizaciones son un síntoma pasajero o el preludio de una inestabilidad prolongada, similar a la de décadas pasadas registradas en otras universidades del país, donde los paros y las huelgas generaron mucho daño a la educación superior de México.
La respuesta dependerá de varios factores: la capacidad de Planter para canalizar las demandas viables, la voluntad de los estudiantes para dialogar dentro de los cauces institucionales y la habilidad de la universidad para evitar que intereses externos desestabilicen su comunidad.
La UdeG no es ajena a los retos, pero su historia reciente demuestra que puede superarlos con liderazgo firme y un compromiso con su misión educativa.
UN FUTURO EN JUEGO
La UdeG está en una encrucijada. Las declaraciones de Karla Planter muestran una disposición al diálogo, pero también una línea clara contra propuestas que comprometan la integridad de la institución. Si las demandas estudiantiles encuentran eco en soluciones concretas y la comunidad universitaria opta por la vía pacífica, la estabilidad que ha caracterizado a la UdeG podría mantenerse.
De lo contrario, el riesgo de una escalada de tensiones amenaza con revivir los fantasmas de las épocas de confrontación. La rectora, con su visión de una universidad más igualitaria e incluyente, tiene la oportunidad de forjar un nuevo capítulo de unidad.
JALISCO
Entregan la presea “La Paz hecha a mano”

– Por Francisco Junco
En el marco del Sexto Congreso de Cultura de Paz, celebrado en el Congreso del Estado de Jalisco, la asociación civil Conciencia y Acción México, Educación para la Paz, que preside Dolores Patricia Alvarado, entregó la presea La Paz hecha a mano.
El reconocimiento busca visibilizar proyectos comunitarios que fomentan la convivencia pacífica, la dignidad humana y la construcción de una sociedad más justa.
Entre las galardonadas se encuentra Cointa Sotomayor Reyna, distinguida por su proyecto Clan de Abus Excursionistas de Jalisco, iniciativa que promueve el derecho al esparcimiento y la vida plena de mujeres adultas mayores mediante viajes y actividades culturales, fortaleciendo con ello la convivencia pacífica y la participación activa.
También fue reconocida Josefina Acosta Rivera por su proyecto de arte por la paz Bodypaint en mujeres y hombres que luchan contra el cáncer de mama.
La iniciativa utiliza el arte corporal como herramienta de resiliencia, dignificando la vida de las personas que enfrentan esta enfermedad y proyectando un mensaje de esperanza y fortaleza.
La presea fue entregada igualmente a Liliana Pascual Bautista por su contribución a la paz a través de la confección del rebozo, símbolo de identidad, resistencia y memoria colectiva.
Su trabajo rescata la tradición textil mexicana como vehículo de cultura, dignidad y esperanza.
Otra de las galardonadas fue Epifanía Rosas Antonio, quien impulsa el proyecto Huipiles de mi pueblo. Esta propuesta resalta el arte textil indígena como un acto de resistencia e identidad, al tiempo que fortalece la economía de las artesanas y empodera a las comunidades a través de la revaloración de su patrimonio cultural.
También, el artista Enrique Chiu recibió el galardón por su proyecto Corazón Migrante, una obra de arte por la paz que busca recordar que la humanidad trasciende fronteras.
Con su propuesta, promueve el diálogo y la solidaridad, subrayando la necesidad de construir un mundo más justo e inclusivo.
JALISCO
Realizan Sexto Congreso de Cultura de Paz, reúne voces por la justicia y la igualdad en Jalisco

– Por Francisco Junco
El Sexto Congreso de Cultura de Paz, celebrado en el Congreso del Estado de Jalisco bajo el lema “Cosmovisión, Justicia y Paz”, reunió a autoridades, representantes de pueblos originarios, defensores de derechos humanos y sociedad civil, quienes coincidieron en que la paz no es sólo ausencia de violencia, sino un proceso colectivo basado en justicia, igualdad, respeto y diálogo, donde cada acción individual contribuye a transformar comunidades y construir un México más humano y solidario.
El Congreso de Jalisco, fue sede de este encuentro, organizado por la asociación civil Conciencia y Acción México, Educación para la Paz, donde representantes de instituciones, autoridades y sociedad civil coincidieron en la necesidad de construir un país más justo, humano y solidario.
Bianca América Enríquez, titular del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, destacó que el evento buscó generar un espacio de igualdad simbólica entre todos los asistentes.
“Lo importante no son los cargos o reconocimientos, sino la dignidad de cada individuo”, señaló.
Subrayó también los avances en materia de derechos sociales alcanzados a nivel nacional, como el derecho universal a la salud y la educación, así como el reconocimiento legal de los pueblos y comunidades indígenas.
Bianca América Enríquez recordó la cosmovisión wixárika al hablar de paz como un valor comunitario transmitido desde la infancia, donde se enseña a respetar la palabra de los abuelos, los acuerdos colectivos y la naturaleza.
Añadió que desde el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas se impulsan proyectos para fortalecer la identidad, lengua y patrimonio cultural de los pueblos originarios, al tiempo que llamó a la sociedad a reconocer y respetar sus distintas formas de vida.
Por su parte, Luz del Carmen Godínez González, presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, advirtió sobre los retrocesos en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU hacia 2030.
“Si tenemos el marco normativo y los presupuestos, ¿qué es lo que está fallando al ser humano? Lo que está fallando es volver a retomar la esencia del ser humano”, expresó, al tiempo que instó a reconocer la dignidad de cada persona y trabajar desde lo cotidiano para transformar la sociedad.
Godínez González enfatizó la importancia de la responsabilidad individual y colectiva en la construcción de paz, al señalar que cada acción puede generar un efecto multiplicador en familias, comunidades y municipios.
“Los buenos somos más, tenemos que hacer de verdad ese frente común”, afirmó, subrayando el compromiso de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de trabajar de manera conjunta con la sociedad civil.
En su intervención, Dolores Patricia Alvarado Corona, presidenta de Conciencia y Acción México, y encargada de inaugurar este encuentro, recordó que México enfrenta graves problemáticas como desapariciones, violaciones a derechos humanos y violencia estructural. Aún así, insistió en que la paz es un proceso activo que implica diálogo, justicia, libertad y respeto.
“La paz se construye en colectivo, no la podemos construir solitas ni solitos”, expresó y concluyó que este congreso busca no solo reflexionar, sino actuar en favor de una cultura de paz que se construya en lo cotidiano, desde decisiones individuales hasta transformaciones colectivas.
“La paz no es un destino lejano, la paz está aquí, cerquita de nosotros”, afirmó, invitando a los participantes a convertirse en promotores de un México más justo, equitativo y pacífico.
JALISCO
Mensaje a comunidad de la UdeG: Dentro del marco legal se respetará la libre expresión y se atenderán necesidades, Karla Planter

– Por Redacción Conciencia Pública
En un mensaje en video dirigido a toda la comunidad universitaria, la rectora de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Karla Planter, enfatiza el compromiso de la institución con la libertad de expresión y el respeto a la diversidad de opiniones dentro de la comunidad universitaria.
Destaca la importancia de escuchar las inquietudes de estudiantes, maestros y trabajadores, pero garantizando un ambiente de convivencia democrática y en forma pacífica, dentro del marco normativo vigente.
Anuncia que dirigen todos sus esfuerzos para atender las necesidades de infraestructura y bienestar social que han sido expresadas por comunidad universitaria, mientras mantiene una postura firme en contra de propuestas que comprometan la integridad y la autonomía de la universidad. Su liderazgo se fundamenta en la colaboración, el diálogo y la defensa de los derechos universitarios.
Planter reafirma la legalidad del proceso electoral del Consejo General Universitario, el cual representa la voz de una comunidad de más de 360,000 personas. Cancelar este proceso sería una violación de los derechos de la comunidad universitaria y de la normatividad vigente.