OPINIÓN
A dos años del triunfo electoral
Metástasis, por Flavio Mendoza //
A dos años del triunfo electoral que llevó a la presidencia al icónico Andrés Manuel López Obrador, los mediocres resultados han desnudado la realidad del personaje que fue un gran “luchador electoral”, que algunos lo confunden con social, pero un pésimo gobernante. Ha quedado comprobado que en el país gobierna la voluntad de un solo hombre, su estado de ánimo es el insumo para tomar decisiones de gobierno, mientras el gabinete es su porra oficial.
En México las escaleras no se barren uniformemente para terminar con la corrupción, pues hay escalones vip intactos, ahí están la entrega de la mayoría de contratos sin licitaciones, pipas que se compraron y nadie sabe dónde están, padrones fantasmas de programas sociales, 12 secretarios de estado que ganan más que el Presidente, delegados federales involucrados en escándalos de corrupción y se perfilan a ser candidatos por Morena, contratos al hijo de Bartlett, al hermano de Robledo, al compadre de Nahle, las casas de los Bartlett, las casas de los Sandoval-Ackerman, el nepotismo para colocar en nómina a los familiares como los Alcalde, los Sandoval, los Turruco, los Beltrán, familiares políticos del Presidente, los Encinas o los Barlett-Abdalá.
Los referentes de corrupción a los que hoy el Presidente les ofrece ser testigos protegidos como Elba Esther Gordillo o Romero Dechamps, o incluso disfrutan de fuero presidencial como Napoleón Gómez Urrutia, sólo por mencionar algunos que demuestran lo contrario sobre corrupción.
La intención de desmantelar las instituciones ha quedado clara en los pronunciamientos desde el púlpito matutino, al ir contra Conapred, primero por un asunto familiar y posteriormente aprovechando el viaje para pronunciarse contra el INE. Pese a presumirse como demócrata, quiere imponer la penosa y miserable idea de que sólo su triunfo fue legal y legítimamente democrático, mientras todo lo demás ha sido fraudulento, una visión maniquea, pero además adelanta su intromisión directa en el proceso electoral, diciendo que será vigilante, ignorando las recomendaciones del INE, al margen y por encima de la ley, el Presidente, ya comenzó la campaña electoral del próximo año.
En materia económica un crecimiento negativo en su primer año y con proyecciones peores para este 2020, México no tenia en crecimiento económico dos años consecutivos en números negativos, nuevos impuestos, recortes presupuestales, etc. También en este rubro hay que considerar el fracaso de la política social, que dijo traería bienestar y con ello paz y tranquilidad al país, pero México sigue padeciendo el lastre de la violencia imparable y los datos para la 4T apuntan a ser los peores números en asesinato, violencia de género y un largo etcétera en materia de seguridad. La realidad es que en materia financiera, nuestro país es un desastre y puede caer hasta en dos dígitos porcentualmente en este año, lo que incrementaría la pobreza.
En política exterior, solo mencionaré el primer costo del acuerdo petrolero, por la necedad de seguir con sus proyectos faraónicos en materia de refinación, que hoy le costaron la sumisión para ir a Estados Unidos como parte de la campaña electoral de Donald Trump.
Respecto a la pandemia, mas allá del fallido manejo oficial y el pésimo ejemplo del Presidente, un supuesto plan desde inicios del año que no contempló la compra de insumos para atender los casos por Covid-19 en las instituciones de salud, un convenio fallido con hospitales privados y recursos de todos lados que no terminan de ser suficientes para la contingencia, la rifa del avión que no es el avión que ni ha llegado a México, la austeridad que recortó presupuesto a educación, el campo, la ciencia y otros rubros, como el pretender manejar el presupuesto a su libre albedrío, aunque falta que le apruebe el sumiso Congreso.
La pobreza, el objetivo del Presidente, pero lo que quizá nunca supimos entender, es la atención y crecimiento de este sector, porque todo apunta a que requiere a un pueblo pobre para sus objetivos, dicho por él, a los pobres no los secuestran, la solución contra la inseguridad, adoctrinando a un pueblo que no aspire a tener nada, con un par de zapatos y la ropa es suficiente, ha dicho que los títulos son fantochería y lujos efímeros, no sólo requiere al pueblo pobre, sino ignorante, una característica de un populistas tirano, criticando a los ricos genéricamente, como si la riqueza de todos fuese producto de la corrupción. Preparando el terreno para dividir a México en dos, los que están con él y los llama progresistas, avispados y demócratas o los que están contra él, que los llama conservadores, corruptos e hipócritas, base de su estrategia electoral, con la que pretende ganar las elecciones en el 2021, ante la evidente ausencia de resultados.
Este es el balance digno de una autocracia, populista y deshonesta, que busca la adulación personal y el bienestar por decreto.
Twitter: @FlavioMendozaMx
