Connect with us

OPINIÓN

Dos gobiernos, dos excusas

Publicado

el

Luchas Sociales, por Mónica Ortiz //

Jalisco y el país se encuentran en una grave crisis de inseguridad y violencia, pareciera que son cuerdas paralelas, mundos distintos o simplemente la delincuencia organizada y el estado de derecho no viven en la misma realidad, para uno no existe el otro y viceversa, mientras existe una sociedad que indudablemente es la víctima de estos dos elementos en los que el control, la ambición y el poder desmedido es el objetivo que se pretende alcanzar.

En Jalisco el gobernador Enrique Alfaro Ramírez, rindió su primer informe de actividades en el que indicó tajantemente que vamos bien por el camino de la refundación del Estado y se auto honró con la premisa de que ”falta mucho por hacer, pero sí existen logros en estos 11 meses de gobierno” en un entorno de semanas sumamente violentas, como si fuera una etapa profunda de negación a la autocrítica y a la situación, omite el tema de la inseguridad que vive el Estado y evade de manera exponencial la cuestión respecto al evidente descuido que originó la crisis de brote epidemiológico del dengue en el Estado, emitiendo sólo una crítica a la Secretaría de Salud Federal por temas de presupuesto.

En este sentido dentro del marco del primer informe de gobierno estatal y con la teoría de nuestro poder ejecutivo al afirmar no buscar los aplausos fáciles, lo cual resulta bastante obvio debido a que Jalisco no puede aplaudir entre cientos de desaparecidos, muertes violentas todos los días, inseguridad en las calles, extorsiones de todo tipo, secuestros y asaltos, pareciera que el discurso del poder ejecutivo es de psicología invertida para masas, donde el ciudadano acostumbre su reacción al rechazo y a la impotencia de aquellos que critiquen la falta de resultados, evitando la lógica de las obligaciones de gobierno.

Sin embargo, creando una crítica general nos pasa lo mismo a nivel federal, la inseguridad es el gran enemigo de estos nuevos gobiernos con ideales políticos de izquierda populista, mismos que llegaron después del hartazgo de la sociedad a la realidad alterna que vivan y mostraban los tradicionales partidos políticos, los cuales durante décadas tuvieron en sus manos los gobiernos en el país, en este contexto habrá que abrir los ojos para analizar el peso que tiene el crimen organizado y la inseguridad en el país, se entendiera que ostentan un poder ilimitado sobre los gobiernos ya que estos en conferencias matutinas e informes gubernamentales, mantienen una postura ilusa sobre la existencia de un estado de derecho en el país y en Jalisco, cuando las circunstancias son abrumadoras y lastimosas, imposibles de guardar bajo la alfombra.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, ha sido duramente reprochado por las situaciones de inseguridad como la sucedida en Sinaloa con la fallida captura de un narcotraficante y con la matanza a los miembros de la familia LeBarón en México, en ambas existe una evidente y cruel negación del escenario violento que vive todo el país, nos mostró que su forma de percibir la realidad de lo que es la gobernanza en el país es tomada a la ligera de manera paternalista, sin eje rector de políticas públicas en materia de seguridad y con la conclusión de la excusa, siempre en materia de responsabilidad de nuestro gobierno federal el pretexto es el eje rector de los sucesos que pueden afectarle “Protegemos la vida” y “los confundieron” son simplemente las formas escuetas de evadir responsabilidades.

En conclusión, es evidentemente terrífico vivir y habitar con gobiernos que ven logros en todo menos en garantizar la vida y la seguridad de una sociedad, mostrándose evasivos y hasta rebasados por el crimen y la violencia, creyendo que las obras públicas o el incentivo económico en programas sociales y las reprimendas a la propia ciudadanía, podrán evitar ver nuestro entorno; hasta culpables nos debemos sentir, como sucede con el poder ejecutivo del Estado de Jalisco que ante la crítica o el señalamiento invariablemente emite una reprimenda a la sociedad por no participar ni entender que la responsabilidad es de todos, lo que resulta de una discursiva agresiva y más aplicada a la corrección de un líder de altísimo valor y poder absoluto, lo que no se puede encuadrar en este siglo XXI.

Son gobiernos ambos que comparten la ideología política de la corresponsabilidad con sus gobernados, debido al hecho claro de vender un discurso electorero de participación ciudadana y gobierno como una generalización, la premisa en la que fundamentan sus fallas es muy clara, elegimos a quien era como nosotros a uno de los nuestros, en ese sentido nuestra psicología social apunta a excusarnos y darnos mil oportunidades más, porque somos corresponsables de los gobiernos que elegimos para vivir mejor y salir de las simulaciones, la corrupción y la impunidad, por lo que nos muestran un espejo para disminuir la enérgica desaprobación que la violencia, la inseguridad y el crimen organizado, debería causar en una sociedad realista, objetiva y democrática.

Continuar Leyendo
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Copyright © 2020 Conciencia Pública // Este sitio web utiliza cookies para personalizar el contenido y los anuncios, para proporcionar funciones de redes sociales y para analizar nuestro tráfico. También compartimos información sobre el uso que usted hace de nuestro sitio con nuestros socios de redes sociales, publicidad y análisis, que pueden combinarla con otra información que usted les haya proporcionado o que hayan recopilado de su uso de sus servicios. Usted acepta nuestras cookies si continúa utilizando nuestro sitio web.