Connect with us

OPINIÓN

El impacto Padilla-Alfaro alcanza a la rectoría de la UdeG

Publicado

el

Grupo Universidad, compartirá el poder con enrique alfaro

Para algunos de los miembros del CGU que gustan ver más allá de un simple sexenio, lo que ocurrió ahí no fue solo un cambio generacional, sino podría considerarse como el principio del fin de la era de Raúl Padilla López como el mandamás de la máxima casa de estudios de Jalisco por más de 30 años.

Por Mario Ávila ///

Con todos los riesgos que implica, por primera vez en 30 años el líder absoluto de la Universidad de Guadalajara, Raúl Padilla López, habrá de compartir el poder con el gobernador del Estado Enrique Alfaro Ramírez. Esta es la lectura que se le da a la elección de Ricardo Villanueva Lomelí como rector general de la máxima casa de estudios para el período 2019-2025.

Dos eran los candidatos que punteaban en las preferencias de los miembros del Consejo General Universitario, Ricardo Villanueva Lomelí y Alberto Castellanos “El Cone”, sin embargo la noche previa al día de la elección, el rector del CUCEA y presidente del equipo de futbol de los Leones Negros, fue bajado de la contienda y su carta de declinación a la candidatura de rector, amaneció en la mesa presídium del CGU.

Ya con el camino libre, Villanueva Lomelí arrasó con más del 60% de los votos, por lo que no hubo necesidad de recurrir a una segunda ronda de votación, que se habría dado solo en el caso de que nadie hubiera obtenido más del 50% de los votos.

Lo cierto es que el voto de calidad se pudo haber emitido desde Casa Jalisco y eso significa que ha funcionado de manera cabal el acuerdo de colaboración que pactaron Raúl Padilla López y Enrique Alfaro Ramírez y que no solo significó un pacto político con fines estrictamente electorales, ya que los respaldos han rebasado la fecha del 12 de julio del 2018

De entrada la alianza Padilla-Alfaro se dio en Jalisco de cara al proceso electoral apoyando ambos la candidatura presidencial de Ricardo Anaya, aspirante de la alianza Por México al Frente, al tiempo que el PRD fue puesto a disposición de Alfaro, para que en Jalisco se pactara una coalición parcial, a fin de que el partido naranja se fortaleciera con el PAN y el PRD principalmente en aquellos rincones de Jalisco en donde era indispensable la unión para vencer al PRI y  a los candidatos de Morena.

Así las cosas Raúl Padilla obtuvo para el PRD hasta tres diputaciones con Mara Robles, Enrique Velázquez y Quirino Velázquez, obtuvo la candidatura plurinominal a diputado federal de Tonatiuh Bravo Padilla y la senaduría suplente Clemente Castañeda para Alberto Galarza “El Rojo”.

Por ello hoy a cambio se habrá de compartir la Rectoría de la UdeG en la persona de Ricardo Villanueva, quien si bien tiene sus orígenes en el seno del Grupo UdeG al grado de haber sido uno de los presidente de las FEU, también es cierto que mucha de su fidelidad y estimación la tiene en la familia del gobernador, en concreto con la tía del mandatario María de la Salud Ramírez Frushier, quien fue su mecenas en la campaña para la residencia de la FEU a inicios del presente siglo y después con Enrique Alfaro, ante casi se podría decir que perdió por default en la elección 2015 a la alcaldía de Guadalajara.

INCOMODIDAD Y HASTA MOLESTIA ENTRE UNIVERSITARIOS

Una escena que llamó mucho la atención durante la sesión del Consejo General Universitario, se dio al momento de que cada consejero pasaba a emitir su voto y fue en concreto cuando se mencionó el nombre del rector del CUCEA, Alberto Castellanos, quien se levantó de su asiento en el Paraninfo, caminó por el pasillo central, subió al estrado, recibió la papeleta, emitió su voto, depositó la hoja en la urna y al dirigirse a la mesa del presídium le dio la mano al vicerector, Carlos Iván Moreno Arellano y cuando esperaban el mismo gesto de cortesía, se quedaron con la mano tendida el rector y el secretario general, Miguel Ángel Navarro y Alfredo Peña Ramos.

El gesto no pasó desapercibido, todo quedó ahí, en la molestia que causó el hecho de que horas antes de la elección se le exigiera que no habría de participar en el proceso electoral, pero la molestia más evidente se manifestaba al momento en el que tenía que declarar públicamente a los medios de comunicación en las entrevistas, diciendo que había declinado a sabiendas en aras de la unidad y a sabiendas de que los apoyos no le favorecían para alcanzar el triunfo.

La misma molestia se reflejó en la actitud del director de los Hospitales Civiles, Héctor Raúl Pérez Gómez y algunos de los consejeros del Centro Universitario de Ciencias de la Salud, toda vez que un día antes de la celebración de la elección, también tuvo que declinar a su participación por los mismos motivos expuestos por Alberto Castellanos.

Lo cierto es que todo habrá de quedar en expresiones como las de los ex candidatos y sus simpatizantes que tienen un asiento en el CGU, ya que en la práctica 24 horas después de efectuada la elección de Ricardo Villanueva, se decretó que había habido “un proceso limpio”.

Esto ya que de acuerdo con los tiempos marcados en la convocatoria, los participantes podrían impugnar el resultado con un recurso de revisión ante la Comisión Especial Electoral, a más tardar el día hábil siguiente a la elección, es decir, el pasado 7 de febrero. La Comisión Especial Electoral se reunió ese día, y no se presentó ningún recurso, por lo tanto, queda consolidado el proceso.

RELEVO GENERACIONAL

La molestia de algunos integrantes del Consejo General Universitario por haber bajado de la contienda a Alberto Castellanos, significaba más que un simple descuerdo por la llegada de Ricardo Villanueva a la Rectoría General de la UdeG, en el fondo la inconformidad es mucho más profunda y tiene que ver con el hecho de que a partir de este sexenio, el poder en la universidad ya no será absoluto y ya no le pertenecerá de manera exclusiva al Grupo Universidad, hoy lo habrán de compartir con el gobernador de Jalisco y con implicaciones mucho más serias que se podrían interpretar más allá del simple hecho de un acuerdo de colaboración entre Padilla y Alfaro.

Mucho se habló en los discursos, en los análisis, en las reacciones, del cambio de generación que implica la elección de Ricardo Villanueva, argumentando que con ello se ponía fin a la era de los rectores que habían llegado al máximo cargo en la universidad después de haber sido presidentes del órgano estudiantil oficial, es decir terminaba la era de los rectores de la FEG y llegaba la era de los rectores de la FEU.

Sin embargo para algunos de los miembros del CGU que gustan ver más allá de un simple sexenio, lo que ocurrió ahí no fue solo una cambio generacional, sino podría considerarse como el principio del fin de la era de Raúl Padilla López como el mandamás de la máxima casa de estudios de Jalisco por más de 30 años y a su vez la llegada, en principio compartiendo el poder a través del nuevo rector, del liderazgo que podría suplir al “licenciado” en un futuro no muy lejano, en manos del ahora gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez.

Continuar Leyendo
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Copyright © 2020 Conciencia Pública // Este sitio web utiliza cookies para personalizar el contenido y los anuncios, para proporcionar funciones de redes sociales y para analizar nuestro tráfico. También compartimos información sobre el uso que usted hace de nuestro sitio con nuestros socios de redes sociales, publicidad y análisis, que pueden combinarla con otra información que usted les haya proporcionado o que hayan recopilado de su uso de sus servicios. Usted acepta nuestras cookies si continúa utilizando nuestro sitio web.