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LOS PELOTEROS

Los inseparables compañeros de la pelota, los guantes y los bates

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Vuelacercas, por Salvador Cosío Gaona //

Además de la preponderancia de la pelota en el juego de béisbol, de la cual hablé ampliamente en mi artículo de la semana pasada, se debe reconocer a un par de elementos sin los cuales, definitivamente el espectáculo no estaría completo en el adecuadamente  llamado Rey de los Deportes, por ello en esta oportunidad dedicaré el espacio para abundar sobre el bate y el guante de béisbol.

En los inicios del beisbol los jugadores usaban palos sin alguna clase de restricción, provocando que se dieran a la tarea de crear sus propios bates; esto condujo a producirse diversas consecuencias en cuanto a la eficiencia de los toleteros, acorde a las distintas formas y tamaños del bate usado en esas épocas.

Por el año 1859 se estableció que los bates podrían ser de no más de dos pulgadas de diámetro, y de cualquier longitud. Después de diez años, se acotó a 42 pulgadas de largo.

Entre 1890 y 1900, los bates ya no podían ser planos al final de su morfología y se aumentó el diámetro un cuarto de pulgada, haciendo el diámetro máximo de dos y tres cuartos de pulgada; el primer bate metálico de beisbol se creó en 1924, aunque su utilización fue permitida hasta 1970.

La forma es de diámetro variable sobre un eje, de manera que la parte que golpea la pelota es mayor, y la parte donde el jugador agarra el objeto es la más delgada. La geometría es primordialmente cilíndrica y cónica.

Es la madera la que se usa normalmente para su confección, destacando entre las mejores la proveniente del fresno americano, del abedul, del árbol de maple y del arce.

En algún tiempo podían ser fabricados de aluminio, pero quedó prohibido desde hace muchos años a nivel profesional. Entre  infantiles y amateurs todavía se usa aunque la tendencia es usar solo madera.

SIMILAR DESDE HACE 115 AÑOS

La fabricación de los bates se hace de manera similar a como se hacía 115 años atrás. Se elige un árbol de entre 40 y 60 años de edad y se corta en fragmentos de 102 centímetros a los que después se les da forma cilíndrica de 7.6 centímetros de Diámetro. Los fragmentos se secan en hornos de seis a ocho semanas antes de ser moldeados.

El tolete que se usa profesionalmente en las Ligas Mayores, tiene medidas aprobadas por la organización de Grandes Ligas y debe ser de contorno no mayor de 2 3/4 pulgadas (7 centímetros) de diámetro en parte más gruesa y no tener más de 42 pulgadas (1.07 metros) de largo.

Para darles forma, cada leño es colocado en uno de tres tipos de tornos: un torno trazador para equipos profesionales, un torno de corte trasero para bates no profesionales para adultos y el torno para toletes infantiles y para jugar al softball.

Cuando el bate ha tomado forma, el fabricante lo pule hacia abajo con una lija del número 80. Enseguida pasa por la marcadora para grabarle el logotipo, y posteriormente es lijado y recubierto con un terminado natural o brillante en dependencia de la solicitud.

El bate de madera lleva un sello o marca, la cual es pirograbada por la casa que lo fabrica.

En la Major League Baseball (MLB) se usan varias marcas de bate de béisbol sin que exista una específica, aunque sí deben ser autorizadas por la organización. Entre las más usadas: Chardler, Sam Bat, Louisville, Victus, y Easton, siendo las dos primeras las más caras, la Louisville la más antigua y Victus de las más nuevas que se están comercializando.

En la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) y la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) se puede usar cualquier bate siempre que esté autorizado. Se usan las mismas marcas, pero también hay fabricantes mexicanos; uno que está irrumpiendo en el mercado es Victory y de los bates americanos la marca que más se usa en nuestro país es Louisville.

LA MAGIA DEL GUANTE

El guante (también llamado manopla y manilla), constituye otro elemento indispensable para el mejor desarrollo del juego, y beneplácito de los jugadores que ya no tienen que sufrir más el dolor causado al usar la mano limpia.

A lo largo de los años se han producido muchos cambios en cuanto a la forma de cachar la pelota, pues en los inicios del béisbol no se utilizaban guantes, se creía que utilizar protección era una falta de respeto a la masculinidad y al mismo juego.

EL CREADOR DEL GUANTE ACTUAL

En el año 1875, un catcher universitario llamado, Charles C. White fabricó el primer guante y era algo parecido al que en la actualidad utilizan los ciclistas, con los dedos de fuera. Este era del color de su piel, al enterarse los peloteros de su universidad se burlaron de él y lo llamaban cobarde.

Pero poco a poco muchos peloteros se fueron interesando en el invento de White, empezaron a darse cuenta, que se era más eficiente a la defensiva, aunque fue hasta el año 1876 cuando un jugador de los Chicago White Stackings, llamado Albert Godwill Spalding, apareció con el primer guante bien fabricado, así surgió la primera compañía de artículos beisboleros.

En 1920, el lanzador Bill Doak, diseñó su propio guante al que pronto patentó y vendió a Rawlings. El diseño de Doak es el estandarte del guante actual. 

En plena guerra, en la década 1930 –1940 surgen variados diseños de guante que permitieron paulatinamente al pelotero desarrollar mejor su tarea en el campo, con túneles de tela modernos surgidos a finales de esa década.

El guante beisbolero fue evolucionando adaptándose a las necesidades de los peloteros a lo largo del último siglo, cada vez son más anatómicos, con mayor protección y más flexibles, además de menos pesados, resultando así más útil para los jugadores, incrementando la facilidad para capturar la bola,  generándose un cambio radical en la década 1940-1950, durante la cual surgió el guante “split-finger” con una modificación sustancial que otorgó mayor capacidad de articulación para fildear la bola, modelo que se revolucionó en los años 1960 a 1970 apareciendo más moderno y obviamente más cómodo y útil, incorporando tejidos en tela.

En la actualidad los guantes de beisbol parecen perfectos, contienen diferentes tipos de materiales y colores; actualmente hay al menos 4 tipos de guante: el de catcher, el de primera base, el de infielder y el de outfielder, todos con características diferentes de acuerdo a las necesidades de cada posición dentro del campo de juego.

Las dos mejores compañías de producción de guantes son Wilson y Rowling, pero existen otras que también compiten como Easton, Spalding, y Mizuno, que son exitosamente comercializadas. 

Ciertamente, el buen desempeño de un pelotero depende esencialmente de su capacidad, cualidades, técnica, características, preparación, y hasta genética, pero no menos importante son los accesorios que lo acompañan; el bate o en su caso, el guante perfecto, ese con el que se sienten más confiados o cómodos; ese que se convierte en una extensión de su mano para salir a enfrentar el juego.

E-mail: opinión.salcosga@hotmail.com

Twitter: @salvadorcosio1

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LOS PELOTEROS

Charros se quedó sin gas: Diablos, digno campeón

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– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac

Diablos Rojos es un digno y gran campeón. Logró ganar la Serie del Rey, venciendo en la final a Charros de Jalisco, jugando un beisbol de alto nivel al barrer al conjunto tapatío en cuatro juegos.

La superioridad de los capitalinos quedó demostrada. Los escarlatas fueron muy superiores con un equipo muy balanceado, con un juego explosivo, sólidos tanto en la ofensiva, defensiva, corriendo las bases, como su cuerpo de inicialistas y relevistas, mostrando no solo su superioridad, sino pasar a la historia como uno de los mejores clubes en los últimos 50 años al obtener su corona número 18.

Diablos con este campeonato del 2025, no solo es bicampeón de la LMB, sino que además se convierte en el club con más cetros acumulados con 18, superando a Naranjeros de Hermosillo que tiene 17 en la Liga Mexicana del Pacífico.

Una felicitación a Diablos Rojos del México, a su timonel, el norteamericano Lorenzo Bundy, y a su presidente, Alfredo Harp Helú, quien no tuvo reparo en ofrecer los apoyos requeridos —abrir la chequera— para integrar un conjunto de extraordinarios peloteros que venció a todos los rivales que se encontró en el camino.

CHARROS

Terminó el sueño de Charros de Jalisco con el manager Benjamín Gil de timonel de lograr la hazaña de ser el primer equipo campeón de las dos grandes ligas del beisbol en México: Liga Mexicana del Pacífico (LMP) y Liga Mexicana de Beisbol (LMB).

La afición jalisciense al rey de los deportes abrigaba la idea de que su equipo fuera campeón de la liga de verano, después de haber entrado de panzazo a los play-offs de esta temporada 2025, pero llegando a y haber eliminado al gran favorito Sultanes de Monterrey, que había quedado de gran líder en el rol regular, mientras que Charros en la última serie antes de que cayera el calendario, logró colarse a la postemporada.

No fue así. Fue un gran mérito que Charros lograra el Campeonato de la Zona Norte de la LMB, venciendo a Sultanes en dos ocasiones, que era el gran favorito.

Por cierto, el equipo regiomontano el pasado año fue el campeón de la Zona Norte y, al igual que Charros sucumbió en la Serie del Rey en cuatro partidos, lo que nos muestra el poderío de Diablos, convertido en un tremendo trabuco en el beisbol mexicano.

GRAN TEMPORADA DE CHARROS

El conjunto tapatío tuvo este año su segunda participación en la LMB en la era de la familia González Íñigo que adquirió la franquicia que antes perteneció a Mariachis, para convertirlo en Charros. El haber logrado ser campeón de la Zona Norte y disputar con Charros la Serie del Rey en este aniversario del centenario de vida de la LMB, ha permitido vivir semanas muy intensas, con juegos que llevaron las emociones al clímax.

En los dos últimos partidos disputados en el Estadio Panamericano fue muy grato verlo repleto, donde no cabía un alfiler, con la afición empujando al equipo.

Si bien no se logró el campeonato, el equipo cumplió sobremanera, un grupo de peloteros que habían vivido una temporada de altibajos logró sublimarse al final de la temporada con ese espíritu de lucha para lograr que la afición acudiera a darle el apoyo.

Así, termina un ciclo de ensueño para la organización albiazul, que incluyó su tercer trofeo de campeón en la Liga ARCO Mexicana del Pacífico  –en enero pasado frente a los Tomateros de Culiacán–, y el pase a la Final de la LMB, fruto de su campeonato en la Zona Norte.

No hay descanso para Charros de Jalisco, que ya se prepara para iniciar la defensa de su título en la LMP: este lunes reportan los primeros invitados al roster para la campaña invernal, que arranca el próximo 16 de octubre, recibiendo a los Águilas de Mexicali, en el Panamericano.

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LOS PELOTEROS

Charros vs. Diablos: ¿Habrá de nuevo jarabe tapatío como en Monterrey?

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– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac

En una final de la Serie del Rey, cualquiera puede ganar. Cuando los Charros de Jalisco enfrenten a los Diablos Rojos del México a partir de este miércoles, el diamante será un campo de batalla donde el corazón, la estrategia y la pasión decidirán al campeón de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).

Este duelo es inédito en la historia de las finales de la LMB, un choque de titanes que promete emociones al límite. Los Diablos Rojos llegan como favoritos. Campeones en 2024 y bicampeones de la Zona Sur, buscan su título 18 y el primer bicampeonato de la LMB en 15 años.

Con un récord arrollador de 63-25 en la temporada regular, liderados por figuras como Robinson Canó, Río Ruiz, José Marmolejos y el tapatío Julián Ornelas, los escarlatas, bajo la dirección del experimentado Lorenzo Bundy, son una máquina ofensiva.

Su fortaleza en el Estadio Alfredo Harp Helú, donde abrirán los juegos 1 y 2 (10 y 11 de septiembre, 19:00 horas), los respalda. Pero, como diría un viejo aficionado, “en el béisbol, la grandeza no basta si el corazón no late”.

Los Charros de Jalisco, en cambio, son la sorpresa de 2025. Con un récord modesto de 46-46, se colaron al playoff con el sexto boleto tras vencer a Saraperos de Saltillo. Nadie apostaba por ellos.

“Charros no tiene nada que hacer ante Monterrey”, decían.

Pero, liderados por Benjamín Gil, considerado el mejor timonel del béisbol mexicano, dieron la campanada. Con cinco banderines en la Liga Mexicana del Pacífico (cuatro con Tomateros y uno con Charros en 2024-2025), Gil transformó un equipo inconsistente en una fuerza imparable.

En los playoffs, con 19 juegos (12 victorias, 7 derrotas), vencieron a Unión Laguna en un séptimo juego épico y humillaron a los Sultanes de Monterrey, líderes de la temporada con 55-37, en dos rondas (4-3 y 4-1). “El béisbol no miente: premia al que lucha”, diría Gil.

La hazaña de los Charros trasciende los números. Rompen una sequía de 54 años sin llegar a la Serie del Rey (desde 1971), su tercera final en la LMB (1950, 1971, 2025).

Son el único equipo que este año disputó la final de la Liga Mexicana del Pacífico, la Serie del Caribe y ahora la Serie del Rey, un logro histórico que los consagra como élite.

“Jalisco no juega solo por un trofeo; juega por su gente, por los que llenan el Panamericano con cánticos y banderas”, escribiría un cronista tapatío.

La serie, que continuará en el Estadio Panamericano de Zapopan (13 y 14 de septiembre, 18:00 y 17:00 horas, con un posible juego 5 el 15) y podría regresar a la capital (17 y 18 de septiembre), será una batalla épica.

Esta final es una fiesta nacional. El duelo enfrenta dos estilos: la solidez de Bundy, con su experiencia, contra el ímpetu de Gil, un motivador que levanta la autoestima de sus jugadores. En el diamante, como en la vida, gana quien entiende el alma de su equipo.

Este choque es más que deportivo; es una metáfora de México. Los Diablos representan la tradición y el poderío de la capital, un equipo que no admite derrotas. Los Charros encarnan la rebeldía tapatía, un conjunto que desafía pronósticos con garra.

La afición será clave. En Guadalajara, el Panamericano roza el lleno, respondiendo al llamado de Gil para hacer del estadio un volcán.

En la CDMX, los Diablos cuentan con un público leal que llena el Harp Helú. El béisbol es el pulso de un pueblo que se juega la gloria en cada lanzamiento. Los Charros necesitan consistencia en pitcheo y bateo oportuno para superar la historia de los Diablos. Los escarlatas deben evitar la complacencia ante un rival que crece bajo presión.

Cada juego será un capítulo de esta narrativa, donde el orgullo regional de Jalisco choca con la hegemonía capitalina. En esta Serie del Rey, el centenario de la LMB se celebra con un duelo que trasciende el marcador. Charros y Diablos nos regalan un espectáculo donde la estrategia, la pasión y el coraje decidirán al rey.

Diablos llega como favorito, como lo fue Monterrey ante Charros en los playoffs. “Sultanes no tiene rival”, decían, pero Jalisco bailó el jarabe tapatío en el Palacio Sultán. Con Gil al frente, Charros juega inspirado.

¿Lograrán los Diablos su corona 18 o veremos nacer a un nuevo titán de la LMB, como ya lo es Charros en el Pacífico?

El béisbol no tiene guion escrito; es un juego de valientes donde cada batazo escribe la historia.

Este miércoles es el primer juego, comienza esta leyenda. Que el diamante hable y que el corazón tapatío, con su afición rugiendo, deje una huella imborrable en esta batalla por la eternidad.

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