CULTURA
¿Quién ha sido el mejor técnico mexicano? Entre los antiguos y los nuevos

Futbol, por Esteban Trelles //
La carrera de entrenador o la terminología moderna, el director técnico, obedece la mayor de las veces en el retiro futbolístico del jugador aprovechando la experiencia en cancha que favorece, obviamente también existen excepciones a la regla y realizan el curso de director técnico de la Femexfut obligando a quien sea para realizarlo, donde considero que es una cuestión recaudatoria de cada entidad federativa afiliada en el país, que no garantiza el éxito o bien ser un experto en ese renglón o la panacea del conocimiento.
Ciertamente el título de director técnico tiene su complejidad y grado de dificultad en cuanto a la definición del esquema, estrategia, táctica y planteamiento de un juego y una temporada, una vez realizado el análisis y el estudio del rival en turno, manteniendo o tratando de tener un estilo propio y personalidad como equipo.
Esta profesión es sumamente generosa con percepción económica estratosférica por temporada o en ocasiones por años, máxime si se tiene cierto cartel o prosapia a través de su quehacer deportivo obtenidos a lo largo de sus carreras personales como son los campeonatos de liga y los torneos de copa y otros internacionales Concacaf, Libertadores de América, mundial de clubes.
La contratación del técnico no es de manera personal sino que impone a su equipo de trabajo conformados por dos auxiliares, preparador físico, entrenador de porteros en el llamado cuerpo técnico.
La institución o club se fortalece con un desarrollo integral multidisciplinario destacando entre otros el médico, psicólogo, kinesiólogo, podólogo, masajista y utilero.
La estructura deportiva tiene el dueño del equipo que es el presidente, teniendo el enlace con los jugadores el llamado director deportivo, un administrativo que acompaña al equipo de visitante pagando los gastos de traslado (avión, hotel, comida).
Un tiempo el director técnico se convertía en “todólogo”, puesto que no solo hacia las contrataciones de jugadores sino que “por debajo del agua”, recibía gratificaciones o porcentaje del valor de la carta de transferencia del futbolista, en una transacción comercial con influencia y determinación del técnico, es así como veíamos a mediado de los años 70’s este tipo de prácticas que el técnico llegaba con todo un ejército cuando lo contrataban los clubes diversos.
Al paso del tiempo aparecen los promotores con gran influencia confabulados con los técnicos para, juntos, hacer el gran negocio y vender los jugadores a los equipos, fraudeando prácticamente al directivo con un “activo” de inversión que por su mala calidad o falta de compromiso no era de mayor utilidad vegetando y cobrando sus honorarios con puntualidad siendo o no titular que muchas veces se la “pasaban” lesionados.
Los contratos obedecían a la sagacidad o inteligencia comercial para cobrar altos honorarios sin que estos se reflejaran en el jugador en cancha.
Si a esto agregamos los llamados representantes que existen de manera individual asumiendo las características de promotor, sobrevaluando al jugador con labia y apreciaciones personales sobre la calidad del producto (jugador) que representaban.
Por presentar solo un ejemplo, por cuestiones de espacio, el caso de el “horrible” Peralta, en el ocaso de su carrera, le costó a Chivas el contrato dos millones de dólares al año que al parecer lo firmaron por dos temporadas, resultando un auténtico fraude puesto que prácticamente no fue utilizado en el primer equipo.
Es indudable que existen personajes encumbrados que se han ganado no solamente el reconocimiento sino el respeto de su quehacer deportivo destacando por encima de todos.
Brevemente Ignacio “Nacho” Trelles, está contemplado en otra dimensión no solo por sus campeonatos obtenidos en diferentes equipos sino por el entrenador más longevo de la selección nacional, cubriendo los mundiales de 1958 en Suecia, 1962 en Chile y 1966 en Inglaterra, obteniendo una goleada de tres a uno a la antigua Checoslovaquia quedando ésta subcampeona del mundo, un adelantado de su época estudioso, estratega, analítico que supo proyectar al futbolista mexicano ante el mundo.
El Ing. Javier de la Torre cinco títulos de liga todos ellos del llamado “campeonísimo” de los ocho que obtuvieron, con su inseparable auxiliar Tomas Balcázar brevemente director técnico de la selección nacional.
Raúl “Güero” Cárdenas campeón con el equipo Cruz Azul con (cuatro) títulos consecutivos en los 70’s y con América (uno).
Bora Milutinovic, yugoslavo ex de Pumas UNAM y técnico nacional México 86, selecciones mundialista: Costa Rica, USA, Nigeria y China, consecutivamente.
Carlos Miloc (uruguayo), dos campeonatos de liga con tigres UANL, 4 con el Comunicaciones de Guatemala, y dos con el América (Interamericana y Concacaf).
Manolo Lapuente campeón con Puebla, Necaxa y América, técnico nacional en Francia 1998.
Ricardo Antonio Lavolpe argentino campeón con Atlante en 1992 y técnico nacional en Alemania 2006.
El máximo triunfador como director técnico en el futbol mexicano indiscutiblemente lo es “el Rey Midas” Víctor Manuel Vucetich 14 títulos: 2 de segunda división ascendiéndolos (potros Neza y León), 5 de primera división, 3 de Concacaf, 3 torneos de copa México y uno de Interliga.
Enrique “El Ojitos” Meza tiene tres títulos de liga con Toluca, uno con Pachuca, Concacaf, Superliga y copa Sudamericana.
Luis Fernando ”el Flaco” Tena tiene un campeonato de liga con Cruz Azul y Morelia, campeón en los JUegos Panamericanos del 2011, Pre Olímpico Concacaf 2012 y medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres Inglaterra en 2012, cuando la Selección Nacional Mexicana ganó en apoteósica final contra Brasil de Neymar, Thiago, Marcelo, Óscar, Pato y compañía en el mismísimo estadio de Wembley.
Por último mencionar a jugadores excepcionales destacados que como entrenadores tienen títulos.
Hugo Sánchez bicampeón con Pumas de la UNAM.
Fernando Quirarte, Benjamín Galindo, Daniel Guzmán, Alfredo Tena, todos estos campeón de liga con Santos de Torreón.
“El Vasco” Javier Aguirre campeón con Pachuca, técnico nacional en 2002 Korea- Japón. Técnico Nacional con Japón y Egipto y equipos en Emiratos Árabes y España.
En síntesis el futbol mexicano tiene personajes sobresalientes entre muchos otros.
CARTÓN POLÍTICO
Edición 807: Magistrada Fanny Jiménez revoca rechazo de pruebas y defiende Bosque de Los Colomos
Si prefiere descargar el PDF en lugar de leer online: CLICK AQUÍ
Lectores en teléfono celular: Para una mejor lectura online, girar a la posición horizontal.
LAS NOTICIAS PRINCIPALES:
Crónica de una semana tensa en la UdeG: La rebelión estudiantil que desafía a la FEU
CULTURA
Premios Ariel, la magia del cine mexicano: Jalisco es epicentro del evento

– Conciencia en la Cultura, por Luis Ignacio Arias
Los Premios Ariel, máximo reconocimiento de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) se entregarán el 20 de septiembre. Por tercer año consecutivo, Jalisco ha sido la sede de los Premios Ariel, en esta ocasión se celebran en Puerto Vallarta.
La AMACC impulsa una política de itinerancia para que los Ariel dejen de celebrarse exclusivamente en la Ciudad de México, buscando y fortalecer la conexión entre la industria cinematográfica nacional y los diversos estados. Jalisco ha mostrado una receptividad notable a esta política, ofreciendo no solo capacidad logística e infraestructura adecuada, sino también apoyo institucional y económico.
A través de la Secretaría de Turismo y FILMA Jalisco, el estado ha otorgado incentivos para atraer producciones, políticas públicas de cine y recursos concretos para la realización de la ceremonia, como los más de 10 millones de pesos destinados a la producción del evento 2025. Además, la elección de Puerto Vallarta como sede se vincula con un interés estratégico por consolidar un polo cinematográfico dentro del estado.
Con apoyos como el “cash rebate”, la comisión de filmaciones y la existencia de festivales de cine consolidados como el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), demuestra que puede ofrecer garantías logísticas y técnicas para eventos de gran magnitud, al mismo tiempo que refuerza su visibilidad cultural y turística.
El gobierno del estado ha buscado que los Ariel sirvan también como plataforma de promoción turística, vinculando cine, cultura y visitantes; la cobertura mediática que genera el evento, junto con los atractivos turísticos de Puerto Vallarta, amplifica la proyección del estado en el ámbito nacional e internacional.
Esta política contempla además la diversificación dentro del propio territorio jalisciense: si bien los premios se han celebrado en Guadalajara y ahora en Puerto Vallarta, la intención es rotar la sede dentro del estado en futuras ediciones, mostrando así la variedad de escenarios y consolidando a Jalisco como un punto neurálgico del cine mexicano contemporáneo.
Entre las películas nominadas, Pedro Páramo de Rodrigo Prieto se consolidó como una de las favoritas, obteniendo 17 nominaciones. La ópera prima de Prieto es una adaptación de la emblemática novela de Juan Rulfo que fusiona el realismo mágico con una estética cinematográfica contemporánea, aprovechando la experiencia del director como director de fotografía.
Su propuesta visual busca capturar la atmósfera surrealista de la obra literaria, y cada encuadre, cada composición lumínica, remite a la memoria de un México lleno de fantasmas y ecos del pasado. Prieto logra, con sorprendente soltura para un debut en la dirección, trasladar la intensidad emocional y la ambigüedad de los personajes a la pantalla, mostrando un cine que dialoga tanto con la tradición literaria como con el lenguaje cinematográfico moderno.
La Cocina, dirigida por Alonso Ruizpalacios, también acaparó la atención de la crítica y del público, con 15 nominaciones en diversas categorías. Ruizpalacios, conocido por su capacidad de mezclar humor, crítica social y frescura narrativa, invita a explorar las dinámicas de poder y género en un contexto culinario, donde la cocina se convierte en un microcosmos de tensiones, aspiraciones y secretos.
La dirección de Ruizpalacios se distingue por su ritmo ágil, su atención al detalle y la manera en que los personajes se despliegan en un espacio aparentemente cotidiano, transformando lo familiar en un escenario de reflexión sobre la sociedad contemporánea mexicana.
Sujo, codirigida por Fernanda Valadez y Astrid Rondero, recibió 13 nominaciones y ofrece una mirada íntima y profunda a la búsqueda de identidad de una joven que enfrenta los retos de la migración y la pertenencia. Valadez y Rondero despliegan un estilo cinematográfico sensible, que combina la narrativa íntima con un fuerte compromiso social.
La película se mueve entre el drama personal y la denuncia de condiciones sociales, logrando un equilibrio entre emoción y reflexión, mientras invita al espectador a contemplar los dilemas humanos y la construcción de la identidad frente a contextos adversos.
Corina, de Úrsula Barba Hopfner, con 9 nominaciones, centra su historia en las complejidades de las relaciones humanas y la búsqueda de la verdad en la interacción entre sus personajes. Hopfner demuestra un manejo refinado de la introspección dramática y una capacidad notable para capturar la esencia de cada individuo, explorando cómo los deseos, miedos y secretos moldean las decisiones y la convivencia. Su dirección, delicada y precisa, pone en primer plano la psicología de los personajes y transforma la narrativa en un examen de la condición humana contemporánea.
Finalmente, Un actor malo, que obtuvo 5 nominaciones, se destaca por su reflexión sobre la identidad, la percepción pública y los conflictos entre la vida personal y la fama. La película combina elementos de comedia y drama con un estilo original y arriesgado, mostrando cómo la construcción de la imagen propia y la exposición ante los demás pueden convertirse en territorio de exploración artística y social. Su dirección, creativa y audaz, logra mantener la tensión entre humor, ironía y crítica, permitiendo al espectador identificarse con los dilemas del protagonista y reflexionar sobre el espectáculo de la vida pública.
El conjunto de estas películas refleja la diversidad y riqueza del cine mexicano contemporáneo. Cada una de ellas ofrece una perspectiva única sobre temas universales como la identidad, el poder, la migración y las relaciones humanas, evidenciando la capacidad del cine nacional para dialogar con su contexto histórico y social. La crítica y la audiencia han reconocido que, más allá de la técnica y la narrativa, estas producciones invitan a la reflexión y al cuestionamiento, ofreciendo miradas que son tanto íntimas como colectivas, particulares y universales.
Los nominados a los Premios Ariel ponen de manifiesto la evolución y el dinamismo de la industria mexicana. Las películas y sus directores son la muestra de que el cine mexicano continúa siendo un espacio de innovación, reflexión y expresión artística que resuena dentro y fuera del país, consolidando su relevancia en el panorama global.
CULTURA
México celebra el Día Nacional del Charro: tradición, deporte y orgullo patrio

– Por Redacción Conciencia Pública
Cada 14 de septiembre México rinde homenaje a una de sus tradiciones más representativas: la charrería.
El Día Nacional del Charro fue instaurado en 1934 como una manera de reconocer al charro como figura central de la identidad mexicana y al mismo tiempo consolidar este deporte ecuestre como una práctica cultural de enorme arraigo.
Esta celebración se vive en todo el país, desde los lienzos charros hasta las plazas públicas, con un ambiente que enlaza historia, destreza y orgullo patrio.
En redes sociales, la fecha adquiere una fuerza particular. Hashtags como #DíaDelCharro y #DíaNacionalDelCharro agrupan miles de publicaciones en X, Facebook, TikTok e Instagram.
Usuarios comparten fotos de trajes bordados, sombreros de ala ancha, montas de caballos y suertes espectaculares como manganas, coleaderos o el paso de la muerte.
También abundan los mensajes de autoridades, artistas y asociaciones que felicitan a los charros y escaramuzas, exaltando el valor de mantener vivas las costumbres.
La Federación Mexicana de Charrería y la Asociación Nacional de Charros son protagonistas en la promoción de actividades conmemorativas.
Desde sus cuentas oficiales en internet se difunden la agenda de charreadas, congresos y campeonatos que se desarrollan en distintos estados del país.
Las escaramuzas, grupos femeninos que ejecutan rutinas a caballo con precisión y estética, se han vuelto además un símbolo de inclusión y disciplina dentro de esta disciplina reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial desde 2016.
En municipios y capitales estatales (Guadalajara no es la excepción), el Día del Charro se acompaña de desfiles, exhibiciones y actos solemnes. No faltarán hoy los honores a la bandera ni los espectáculos ecuestres que refuerzan el vínculo entre tradición y mexicanidad.
La fecha, además, se sitúa estratégicamente en la antesala de las Fiestas Patrias, lo que le otorga un carácter doblemente simbólico: recordar el legado charro y enmarcar la conmemoración de la Independencia.
En la esfera digital, las publicaciones destacan tanto la herencia familiar como la profesionalización del deporte.
Muchos jóvenes charros y escaramuzas utilizan hoy en día redes TikTok e Instagram para mostrar rutinas, vestimentas y entrenamientos, contribuyendo a que nuevas generaciones se acerquen a la charrería.
Esa combinación entre tradición e innovación ha hecho que la conversación en línea sea particularmente activa, alcanzando públicos que van más allá de los asistentes habituales a los lienzos.
Así, el Día Nacional del Charro se mantiene como una de las celebraciones más singulares del calendario mexicano: una fusión de historia, arte ecuestre y pasión comunitaria.
La charrería no solo sigue viva, sino que se adapta a los tiempos modernos sin perder su esencia.
En cada suerte, en cada traje de gala y en cada caballo brioso, resuena el eco de una tradición que México reconoce como suya y que proyecta al mundo como parte de su identidad.