Connect with us

OPINIÓN

«Somos el grito de las que no están»

Publicado

el

Los Hombres del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

Días muy álgidos vive el país en cuanto al tema de la violencia que golpea a las mujeres y que las ha llevado a actuar para empujar una agenda común que se plasme en acciones y programas de gobierno contra este flagelo de la violencia.

La lucha de las mujeres contra la violencia es un movimiento muy legítimo que ha recibido el apoyo y solidaridad de diversos sectores sociales, empresariales, académicos, de periodistas y comunicadores que han entrado a la reflexión no sólo contra la violencia sistemática que tanto golpea a las mujeres, sino la violencia en general que destruye el tejido social.

La Marcha del 8M y el paro del 9M ya ganó, porque se ha logrado lo que no recuerdo habíamos vivido con un movimiento social que en esta época nos haya tocado presenciar. El tema ha llegado a diversas mesas y lugares por más heterogéneos que sean, coincidiendo en un punto fundamental: el valor de la mujer y el trato de respeto que debe recibir por el hecho de serlo.

Si algo en la vida he valorado, es precisamente a la mujer, la mayor deuda que tengo en la vida es precisamente con una mujer: Mi Madre, la que nos formó y sacó adelante, ejemplo de lucha, movida precisamente por ese amor para que sus hijas e hijos pudiéramos ser gente de bien, formada en valores, como la solidaridad, la laboriosidad, la honestidad, siempre con el sentido de la justicia.

Las experiencias laborales que he tenido con las mujeres han resultado muy gratas.

Seguro estoy que este movimiento trascenderá más allá del 8M y 9M, con la toma de conciencia de la sociedad en general y los cambios deberán reflejarse en los próximos días, semanas, meses y años. Tenemos que entender que la mujer debe de recibir un trato muy distinto al que se le ha brindado hoy, destacando el respeto en primer orden, respeto que todos los seres humanos debemos de darnos.

El movimiento de las mujeres no debe ser contaminado por las voces radicales feministas que enarbolan banderas y un discurso violento, no se trata de una guerra de sexos, hombre y mujer nos necesitamos, como hay quienes la han querido ver.

En el caso de los feminicidios que se cometen todos los días en el país, independientemente del número que se registre, el que sea uno, es motivo para exigir justicia. Y en esto es donde las mujeres nos han puesto el ejemplo a los masculinos que nos hemos acostumbrados a vivir con violencia, a que desaparezcan a miles de personas cada año, a que sean decenas de miles los homicidios y nos acostumbremos a ello.

En la marcha para celebrar el Día Internacional de la Mujer, al margen del número que tomaron la calle (las agencias noticiosas indican que en Santiago de Chile, fueron 150 mil chilenas las que particiáron; en la Ciudad de México, la Secretaría de Seguridad calcula que participaron 80 mil, en tanto en Guadalajara los Bomberos consideran que 35 mil mujeres salieron a manifestarse).

Sobre la manifestación en la capital del país, la mayor parte de la marcha se desarrolló en paz, sin incidentes mayores, sin embargo se hizo sentir un grupo que se cubrió el rostro y que utilizó pistolas de agua con gasolina y artefactos explosivos caseros para prender fuego en diferentes puntos del recorrido, incluida la puerta Mariana de Palacio Nacional, todo esto generó 52 atenciones médicas por lesiones menores con 13 traslados a hospitales con tres civiles lesionados y cuatro policías (tres con quemaduras y una posible fractura).

En Guadalajara más allá de las amenazas de que había gene infiltrada con artefactos explosivos, no pasó de ello y las manifestaciones se dieron en forma pacífica.

Mi amiga Laura Beatriz Chávez me envío estos pensamientos que expresan esa violencia cruda y salvaje que han vertido los feminicidas contra las mujeres que se han convertido en víctimas, pero hoy convertidas en el estandarte de la lucha. Desconozco la autoría, pero es el grito de las que no están.

Para los y las que no han entendido bien por qué el paro…

Las mujeres asesinadas no llegan al trabajo.

Las mujeres asesinadas no llegan a clases.

Las mujeres asesinadas no llegan a la escuela por sus hijas, hijos.

Las mujeres asesinadas no van a hacer el súper.

Las mujeres asesinadas no van al cine.

Las mujeres asesinadas no salen por un café.

Las mujeres asesinadas no van a visitar a sus familias.

Las mujeres asesinadas no van a pasear.

Las mujeres asesinadas no contestan los correos ni publican en redes sociales.

Las mujeres asesinadas no salen a correr, al gym ni a entrenar.

Las mujeres asesinadas no contestan las llamadas.

Algunas mujeres asesinadas ni siquiera llegaron a un féretro.

Están botadas en un canal, en una barranca o al lado de una carretera.

Continuar Leyendo
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Copyright © 2020 Conciencia Pública // Este sitio web utiliza cookies para personalizar el contenido y los anuncios, para proporcionar funciones de redes sociales y para analizar nuestro tráfico. También compartimos información sobre el uso que usted hace de nuestro sitio con nuestros socios de redes sociales, publicidad y análisis, que pueden combinarla con otra información que usted les haya proporcionado o que hayan recopilado de su uso de sus servicios. Usted acepta nuestras cookies si continúa utilizando nuestro sitio web.