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OPINIÓN

¿Tendremos a un Alfaro más conciliador y menos de confrontación?

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Los Hombres del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

Un año de gobierno está por cumplir Enrique Alfaro y el escenario con los resultados, de acuerdo a lo que proyectaron después del triunfo contundente en las elecciones del 1 de julio del 2018, es muy distinto a lo que esperaban, cuando han descubierto que el ejercicio de gobierno es muy complejo, con problemas de años y décadas que se han ido acumulando o que se vuelven cada vez más críticos.

El estilo de Alfaro como político de oposición fue siempre ir hacia adelante como el boxeador fajador que echa golpes y que se gana los aplausos del respetable, enfrentándose o creando villanos favoritos, primero Raúl Padilla, después el PRI, que en esa etapa le dio buenos réditos, después enderezó sus baterías contra el doctor Carlos Lomelí, el super delegado, al que no lo soltó hasta lograr que dejara la representación federal. En el arranque de gobierno, con su política de confrontación, Alfaro el Gobernador se enfrentó al poder Presidencial, pero allí encontró roca de granito. No pudo y tuvo que recular. Si no puedes con el enemigo, te lo haces amigo.

DIÁLOGO, CONCENSOS O CONFRONTACIÓN

Al terminar el primer tramo de seis que le corresponde correr al gobernador emecista, es oportunidad para la reflexión serena. La principal característica de Alfaro en estos once meses ha sido el de la confrontación. ¿Hay ánimo y actitud para la serena reflexión? Está por verse.

Pero la realidad, no la que le dicen al oído sus cortesanos, podrían ubicar a Alfaro. Tirios y troyanos -menos sus aduladores- están convencidos que el líder de MC se ha desgastado prematuramente en este primer tramo. ¿Las decisiones del desgaste han valido la pena? ¿Son las que requiere Jalisco para su transformación?

LA IMPOSICIÓN MISÓGINA

La primera fue tratar de imponer a las feministas y activistas su visión para impulsar programas y políticas públicas para enfrentar los problemas que las agobian. Con una actitud misógina, impositiva e intolerante el gobernador descalificó las críticas de las feminisas y hasta las tildó de conservadoras y falsas progresistas. Sus palabras se las tendría que tragar y dar marcha atrás a todo lo que aseveró. La perdió.

Otra decisión polémica tomada fue el arrendamiento financiero que se le otorgó a uno de sus amigos ricos con el contrato multianual “A toda máquina” de 3,600 millones de pesos y que ha sido severamente cuestionado por la opinión pública, en el que se cometieron serias irregularidades a decir de la Contraloría del Estado, golpeando así el discurso alfarista de la honestidad y de lucha contra la corrupción. Lo mismo ha sucedido en la Secretaría de Salud donde las adjudicaciones directas o con muchas dudas, para favorecer a familiares de las jefaturas de estas dependencias o a empresas de los cuates.

LA CONFRONTACIÓN CON LA PRENSA

Producto de ese estilo de confrontación ha sido el estar permanentemente descalificando a los medios de comunicación y al periodismo crítico, a quienes culpa de la percepción negativa que tienen los ciudadanos de la seguridad pública al estar convencido que éstos no reflejan la realidad y mal informan.

LOS PROBLEMAS REALES

Si bien es cierto que Alfaro ha enfrentado los grandes problemas de Jalisco, y algunos otros heredados por los gobiernos anteriores (Villas Panamericanas), los resultados no son los esperados, mientras que otros le han explotado en las manos (seguridad y dengue).

En el tema de la seguridad han sido los delitos de altos impacto lo que lo han avasallado y son los que más golpean mediáticamente a su gobierno. En este primer año los homicidios dolosos podrían llegar a los 2,500, para imponer record histórico.

Y otro problema que lo sorprendió y cuyo manejo ha sido terrible, es el problema del dengue y la crisis epidemiológica que llevan a Jalisco a ser líder en el problema. Se ha demostrado que empezaron a fumigar tardíamente, además de haber utilizado insecticida caduco. El gobernador lo rechaza y más que ver si hay fallas humanas de parte de los titulares de la Secretaría de Salud y la OPD de Salud, prefiere culpar al cambio climático. Y de allí no lo podemos sacar.

Realmente, más allá de la retórica, hay muy poco que presumir de logros en este primer año, todos son planes en papel, como lo es en Educación con el proyecto llamado “Educar para la vida”, que ha iniciado con un plan piloto en 50 escuelas de 14 mil que hay, habrá que ver si los indicadores que se apliquen nos demuestran que la propuesta permite que la educación mejore, cuando Jalisco se encuentra en el lugar 28 en cuanto a calidad educativa en el país.

¿Qué debemos de esperar en este próximo año de Alfaro el gobernador? ¿Un gobernante que privilegie el diálogo, que sume, que genere consensos o un gobernador que utilice la fuerza para imponerse, en constante confrontación? ¿Está Alfaro en el camino de la rectificación, convencido que la pérdida de apoyo ciudadanos no es invento de sus malquerientes o se esperará a que sean las urnas las que le digan lo que no ha querido ver?

Habrá que ver si ese tono conciliador que mostró con la oposición en el Congreso del Estado es el cambio en el ejercicio de gobierno o fue nada más de un día.

Dicen los que saben que genio y figura hasta la sepultura. Pero damos el beneficio de la duda en este caso particular de gobierno. No hay que ser pesimista.

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