OPINIÓN
La escuela es nuestra
Metástasis, por Flavio Mendoza //
Desde Oaxaca el Presidente de la República y el Secretario de Educación anunciaron el programa “La escuela es nuestra”, proyecto que pretende que las escuelas sean las que directamente ejerzan el presupuesto para infraestructura física educativa, a partir de la abrogación de la Ley de Infraestructura Física Educativa y con ello la desaparición del INIFED, se pretende que sean directamente las comunidades educativas quienes decidan qué hacer con el recurso federal en cada uno de los centros escolares.
El proyecto contempla una inversión inicial de 20 mil millones de pesos para 103 mil planteles educativos, es decir, si se distribuyera equitativamente correspondería a un poco menos de 200 mil pesos por escuela, con lo que se pretende que se construyan aulas, se reparen edificios, se de mantenimiento, se adquiera mobiliario y toda adecuación o reparación que se requiera. Pero este monto puede ser insuficiente si consideramos la diversidad de necesidades en escuelas donde ni siquiera cuentan con servicios básicos o funcionan en aulas provisionales.
Para ejercer el recurso, el Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma anticipó que será decisión de padres de familia y alumnos a partir del 4to grado, pero ignoró prácticamente a los docentes y directivos de las escuelas. Dijo que al momento del arranque del programa existían 24 mil comités constituidos que serán los encargados de decidir y operar en qué se invertirá el recurso.
Pará ello desde la nueva Ley General de Educación se establece una nueva figura como órgano de gobierno en las escuelas, el Comité Escolar de Administración Participativa, que ya tiene lineamientos y que debería estar ya constituido en todos los centros escolares. Se deberá integrar por 5 miembros de la comunidad educativa, el presidente que deberá ser madre o padre de familia, la tesorera que debe ser madre de familia, cumpliendo con el discurso del Presidente sobre la confianza para la administración de las finanzas públicas, un secretario que es el único espacio donde puede estar el directivo y dos vocales.
En dicho comité llama la atención que puede ser convocado por los servidores de la nación, adscritos a la Secretaría del Bienestar, los mismos activistas políticos que son los que llenan las convocatorias del Presidente, los que trabajan activamente en la entrega de las tarjetas del bienestar para recibir recursos públicos a través de diversos programas y que están bajo la orden de los super delegados, serán lo que podrán convocar en las escuelas para la Constitución y seguimiento del CEAP, quienes trimestralmente tienen que sesionar para determinar el uso de los recursos que lleguen a la institución.
El Presidente decidió suprimir programas y mejor entregar el recurso directamente a los padres de familia, marginando a la administración oficial escolar y con la posibilidad de convertir a las escuelas en centros de operación política electorales, este tema requiere especial atención al respecto, más allá de la confianza total en el pueblo bueno, está de por medio la infraestructura en las escuelas, la calidad y viabilidad de ellas, para esto servía el INIFED y sus homólogos en los estados.
