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REPORTAJES

Listo el “Plan B” para compensar a El Zapotillo

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Por Mario Ávila //

Parece que es un hecho, que Jalisco sumará un sexenio perdido más sin que se cristalicen los grandes proyectos de abastecimiento de agua para la Zona Metropolitana, una vez que pese a la insistencia del gobernador Enrique Alfaro, habrá consecuencias de sus repetidos desplantes en contra del mandatario federal, Andrés Manuel López Obrador y una de las represalias es no quitar el freno a la construcción de la Presa El Zapotillo.

Con ello Jalisco sumará ya más de 30 años sin que se consiga una sola gota de agua para el área metropolitana, mediante los mega proyectos de abastecimiento y pese a las inversiones millonarias que ya podrían rebasar los 20 mil millones de pesos, prácticamente tirados a la basura.

En la nada ha quedado aquel viejo proyecto del gobernador Guillermo Cosío Vidaurri en el sentido de aprovechar el agua del río Verde, mediante un sistema de captación de agua en una serie de presas, con las que finalmente se abastecería de agua a la ZMG, para bajar al mismo tiempo la extracción de vital líquido de la laguna de Chapala, así como de los mantos freáticos ubicados preferentemente en el sur y el poniente de la mancha urbana.

De aquel viejo proyecto de construir una presa aguas arriba del río Verde, para trasladarla luego a la presa Calderón y posteriormente a la presa El Purgatorio, solo han quedado ruinas y millones de pesos invertidos en vano; sin embargo el dinero público también se ha esfumado en otras iniciativas como fue en los sexenios de Alberto Cárdenas y Francisco Ramírez Acuña, en la expropiación de terrenos, en la elaboración de proyectos y en la ejecución de obras fallidas, como la presa de Arcediano, en el fondo de la barranca de Huentitán y en la presa de San Nicolás, en el poblado de San Gaspar de los Reyes en el municipio de Teocaltiche, en la región de Los Altos de Jalisco.

A esos proyectos fracasados le siguió luego desde el mismo gobierno de Ramírez Acuña, la iniciativa de plantear la zona de El Zapotillo, entre los municipios de Cañadas de Obregón y Mexticacán, como el sitio ideal para la construcción de una gigantesca presa, que implicaría la desaparición por inundación de los pueblos de Temacapulín, Acacico y Palmarejo. Y la historia se repitió, así como fracasó la construcción de la presa San Nicolás por la oposición de los pobladores y su negativa a abandonar su pueblo, en Temaca el gobierno, al parecer tampoco pudo.

Se han gastado más de 20 mil millones de pesos en indemnizaciones y obras fallidas en los gobiernos de Alberto Cárdenas, Francisco Ramírez Acuña, Emilio González Márquez, Jorge Aristóteles Sandoval y al parecer de igual manera ocurrirá en los 5 años que le restan al sexenio de Enrique Alfaro Ramírez. Lo que significa que los gobiernos emanados del PAN, del PRI y de MC no han podido resolver el agudo problema de la mayoría de los jaliscienses, pero sí han sabido gastar decenas de miles de millones de pesos del dinero público, solo en obras fallidas.

 

Periodista Agustín del Castillo


VAN POR EL AGUA DE RIEGO DEL DISTRITO DE ATEQUIZA

Para tener una mayor claridad sobre la dimensión del problema, pero también sobre las posibles soluciones, para Conciencia Pública habló el periodista que más sabe en materia de medio ambiente, Agustín del Castillo Sandoval, quien en sus más de 30 años de carrera ha seguido puntualmente la huella de las obras fallidas, pero también ve en el futuro inmediato, posibles soluciones ante el evidente fracaso en la construcción de la presa El Zapotillo.

Y así lo explica: “Ya hay un plan B y ese va a ser que el distrito de riego que se encuentra en la zona de Atequiza y que consume al año unos 120 millones de metros cúbicos, se le compren los derechos a los agricultores; esa es agua que viene de la cuenca del río Zula y el agua se puede entroncar al viejo sistema de Atequiza del cual el Siapa utiliza en tiempo de sequía cuando el acueducto de Chapala-Guadalajara no abastece la totalidad de la concesión que tiene Guadalajara.

Sin embargo, se trata de un agua de muy mala calidad y por lo tanto se necesitaría apostar por potabilizar fuertemente en Las Pintas, porque esa agua tiene mucha contaminación. Por supuesto que la tecnología lo resuelve, pero suben los costos.

Incluso hay ya una propuesta discutiéndose en la Comisión Estatal del Agua (CEA), que van a buscar que esa agua, sea agua que el Siapa o el Gobierno del Estado compre a los agricultores y que sea la fuente emergente para agregar a Chapala, a los pozos y a Calderón, para que Guadalajara tenga más agua y en vez de los 190 millones de metros cúbicos que le saca a Chapala, pueda llegar a los 290 millones de metros cúbicos, pero habrá que ver de cuánto es el volumen que se negocia.

Yo creo que por ahí va, porque también he escuchado que hay una propuesta armándose porque como El Zapotillo no va a venir en el corto plazo, ni tampoco habrá más recursos para El Purgatorio, que tampoco se habrá de terminar esta derivadora que prácticamente es una planta de bombeo del río Verde y así Guadalajara tendría de 3 a 5 metros cúbicos por segundo, pero tampoco hay dinero para terminarla. Es decir, el presidente podría no darle dinero a Alfaro para El Zapotillo, pero sí para terminar El Purgatorio, pero tampoco hay recursos para ello”.

LA ACTITUD DE ALFARO NO AYUDA

A la pregunta de si a su juicio sería definitiva la cancelación de El Zapotillo, Agustín del Castillo Sandoval, comentó: “He escuchado de personas bien informadas que efectivamente no se habrá de construir en el periodo de López Obrador, por las diferencias que hay con Enrique Alfaro, pero adicionalmente porque López Obrador no quiere desgastarse en una zona que no ve con alta rentabilidad política, él está apostando fuertemente al sureste, los recursos de la Federación no vendrán a esta zona, va a terminar la Línea 3 del Tren Ligero, porque sería el colmo que no lo terminaran habiendo dejado en ese gran porcentaje de avance la obra”, expuso.

Pero El Zapotillo -dijo-, implica no solamente una mayor inversión pública, volver a licitar o ver como se resuelve el tema de acueducto, ver como enfrenta los intereses de Guanajuato y un desgaste con los pobladores de Los Altos que no se la van a perdonar si avala la presa con transvase para León; me parece que ahora sí que viendo el análisis de costo beneficio, con su estilo para gobernar que tiende mucho a buscar la rentabilidad político-electoral, no tiene una ventaja el caso del Zapotillo.

Y si bien es cierto -abundó-, que López Obrador se comprometió con los pobladores de Temacapulín a que no se inundaría su comunidad, también debemos decir que visitó León y les prometió más agua; ha sido muy contradictorio y el mejor modo de evitar el costo político es administrar el conflicto, lo que ha sucedido desde que inició la edificación de la obra desde hace ya más de 10 años y se paró desde hace más de 5 años por los amparos y ha sido el Poder Judicial de la Federación el que detuvo la obra desde entonces, por eso él más bien prefiere administrar, mesas de trabajo, dialogar y platicar.

Mientras tanto -precisó-, los técnicos cercanos a Enrique Dau por ejemplo y el propio Enrique Dau no me lo ha dicho en entrevista pero sí en plática, que él está seguro que el presidente no va a apostar por el proyecto y si el presidente no apuesta, no se puede hacer nada porque es una obra federal, porque es la Conagua la que tendría que licitar, por más que Guanajuato y Jalisco se pudieran ‘poner de acuerdo’. Recordemos que Enrique Alfaro trae de por sí un costo alto que va a tener que pagar por haberle dado la espalda a los alteños cuando se comprometió con ellos a no apoyar el transvase, pero ya que se convirtió en gobernador, dijo que el agua era para Jalisco y Guanajuato, después de entrar en acuerdos con Diego Sinhué Rodríguez, gobernador de Guanajuato.

Pero además una cosa muy simple -expuso-, no hay recursos, los pocos recursos para obra pública se están destinando para los mega proyectos del presidente y él está insistiendo en el Tren Maya, en Dos Bocas, en el Corredor Transísmico y está insistiendo en rescatar Pemex y ahí se está yendo toda la lana, yo no veo un escenario en el cual el Presidente vaya a salir de este punto de vista a obras a las que les ve poca rentabilidad política y porque económicamente su apuesta es para otra región del país.

Sobre el dilema de los 80 y de los 105 metros en la cortina de la presa, que fue el factor por el que la obra se detuvo, Del Castillo Sandoval, planteó: “Para el proyecto que firmó Jalisco y Guanajuato en 2007 si es insuficiente, la presa a 80 metros no garantiza más que unos 380 o 400 millones de metros cúbicos, pero la presa a 105 metros se va a casi mil millones de metros cúbicos, es mucho más del doble, por eso Emilio González apostó por tener un gran tinaco que le serviría hasta para darle agua a Guanajuato.

Pero a 105 metros es imposible de que no afecte a los intereses de Temacapulín, aunque he escuchado versiones de algunos ingenieros que dicen que la presa podría estar más arriba de 100 y con alguna nueva tecnología se podría rescatar Temacapulín, pero habría que explorar muchas cosas y lo bueno es que hay mucho tiempo suficiente para hacerlo.

Lo que yo veo, es que el gobernador Enrique Alfaro tiene como mucha prisa, está desesperado y está llamando a los sectores de la iniciativa privada, según lo supe la semana pasada, para pedir que se haga un frente por El Zapotillo, es decir el gobernador quiere El Zapotillo, Guanajuato también lo quiere, pero yo no veo la posibilidad de que lo saquen adelante sin el presidente”, planteó.

¿Y EL DESPERDICIO…?

Otro gran tema cuando de agua se habla, es del ahorro y el desperdicio del vital líquido y una de las personas más adecuadas para exponer el tema, es justamente el comunicador experto en medio ambiente, Agustín del Castillo, quien planteó: “La verdad, es que lo que ha estado pasando con Guadalajara en los últimos 10 años, es que los tapatíos cada vez gastan menos agua, por una razón muy simple, el Siapa está actualizando las tarifas a costo real y estamos ya muy cerca del costo real castigando el costo excesivo y premiando el ahorro. Tú tiene derecho a un consumo mínimo con 6 mil metros cúbicos por mes a un costo de solo 40 pesos, así tendrías un agua subsidiada, pero si lo rebasas te vas a las tarifas crecientes.

Guadalajara está avanzando en ahorrar agua, porque el agua cada vez está más cara, pero además habría que hacer algo más como implementar un programa de sistemas de ahorro a nivel domiciliario. Por ejemplo, que el agua de la regadera no se vaya al drenaje de manera directa, sin que pueda pasar al depósito del inodoro; es decir que ahí se use agua de segunda calidad, no de primera. Lo brutal es que estamos desperdiciando una cantidad de agua de primera, en el inodoro. Probablemente el 20-25% del agua potable que produce el Siapa, se va por los inodoros, son millones de metros cúbicos al año, es una cantidad enorme y multiplícalo por más de 1 millón de usuarios que tenemos en el Siapa.

Hay muchas maneras de ahorrar el agua, si la reutilizas a nivel domiciliario o si se crean sistemas de captación de agua de lluvia y aunque digan que no, esos sistemas no solo son necesarios, son un modo también para resolver el problema de las inundaciones. O sea, sí hay modos de manejar mejor la cuenca propia de Guadalajara, para que el agua nos rinda y cuando apuestas por una mega estructura como El Zapotillo, no terminas por atender este tipo de asuntos.

Incluso, lo que han dicho los críticos de El Zapotillo, es que el día que no llueva, porque el desierto se está expandiendo y porque cada vez va a ser más errático el período de lluvia, aunque tal vez haya años extraordinarios, pero también puede haber años en los que no caiga casi agua, de dónde va a sacar agua Guadalajara si está apostando por Los Altos. Los Altos no son seguros, si Guadalajara no mejora su sistema propio, va a enfrentar tarde o temprano un grave problema de sed”, expuso.

Y remató: “Necesitamos también una inversión fuerte en la red, seguimos desperdiciando y perdiendo en la red interna de la ciudad 20% del agua, es mucha agua también. Es decir, si te das cuenta que en lo que usas mal el agua y en la que se desperdicia, prácticamente estamos desperdiciando la mitad del agua; el consumo mínimo que la ONU establece en calidad de ‘agua vida’ es de 50 litros diarios, pero históricamente Guadalajara andaba en 280 litros diarios por persona, ahora debe andar en promedio entre 180 y 200 litros por persona.

Lo que necesitamos es que al menos la mitad de esa agua no sea agua de primer uso y el agua directa del Siapa que vas a consumir, cuando el agua de la regadera ya la destines al sanitario a al regado de jardines, cuando tengas ese sistema seguramente bajaría tu consumo de 200 a sólo 100 litros. No es deseable que consumamos menos agua, pero sí es deseable que reutilicemos el agua y que le demos un segundo o tercer uso antes de mandarla al drenaje. Además, tendría otra ventaja, tendríamos que sanear menos agua y le saldría menos caro a la ciudad. Hay tres oportunidades de bajarle a tu recibo, hay que pagar por el agua potable, el saneamiento y el alcantarillado y en las dos primeras hay oportunidad de bajar los cobros”.

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