OPINIÓN
Dueño del gobierno y de la verdad
Los Hombres del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
Desplazando al Presidente del Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco, el titular del Poder Ejecutivo, Enrique Alfaro Ramírez dio a conocer a mediados de la pasada semana cambios que llamó “de fondo en el Poder Judicial”, afirmando que restablece el estado de derecho en el Estado con el cambio de adscripción de 67 jueces locales. ¿Así de fácil se restablece la vigencia de la ley y se acabará la impunidad?
Este mensaje lo dirigió Alfaro desde sus redes sociales:
“El día de hoy el Consejo de la Judicatura del Estado de Jalisco ha tomado una decisión histórica que es el inicio de un proceso de transformación de fondo del Poder Judicial. Hoy en el Consejo de la Judicatura se aprobó la rotación de 67 jueces de primera instancia y auxiliares, dentro del Primer Distrito Judicial, así como en Puerto Vallarta en materia civil, mercantil, familiar y penal. Esta es una decisión histórica, porque insisto, sienta las bases para iniciar un proceso de reconstrucción integral que viene a romper con todo cúmulo de intereses generados alrededor de la toma de decisiones en el Poder Judicial”.
“Es un paso que muestra el compromiso de este Poder Autónomo del Gobierno del Estado de Jalisco para emprender la ruta de la reconstrucción, quiero felicitarlos y extenderles mi reconocimiento porque hoy queda en evidencia que los cambios que se han impulsado en la integración del Consejo de la Judicatura, desde el Congreso de Jalisco, otro poder autónomo, que ha hecho su trabajo a pesar de los señalamientos, de las críticas, de la embestida que se señaló, precisamente alentada desde esos mismos intereses que impedían que la impartición de justicia se hiciera apegada a derecho y no movida por la corrupción, eso es lo que nos permite como Estado dar este paso decisivo”.
“Quiero reconocer al Presidente del Supremo Tribunal de Justicia y a los integrantes del Consejo de la Judicatura por la decisión tomada, se que va haber mucho ruido al respecto, no son pocos los intereses que se acaban de afectar, pero lo que se está privilegiando es precisamente que en Jalisco pueda restablecerse la vigencia plena del estado de derecho, que la justicia pueda ser de aplicación general”.
“Es un paso decisivo que no afecta en nada los derechos de los jueces, lo único que afecta son los intereses creados al interior del Poder Judicial, se ha iniciado un camino que no tiene regreso, se que habrá ruido, habrá movimientos, habrá sacudidas, como cada vez que se inicia un proceso de transformación de esta profundidad, pero el camino es el correcto, la respuesta es la que Jalisco necesita y por eso el día de hoy mi agradecimiento por su compromiso, mi reconocimiento al Poder Judicial del Estado de Jalisco por haber tomado esta decisión histórica”.
¿ES CAMBIO DE FONDO?
Asegura Alfaro que inicia una reestructuración de fondo en el Poder Judicial de Jalisco. Sin embargo, más allá de su narrativa que más bien se asemeja a un nuevo mesías que desde Jalisco que se presenta ser portador de la luz y la verdad, no existe cambio de fondo en la justicia de Jalisco, veo más bien un quítate tú para ponerme yo, más demagogia y violación a la división tripartita de poderes. Un evidente retroceso.
El Poder Ejecutivo se apodera de los otros dos poderes, como lo hizo inicialmente con el Poder Legislativo, contando con la complicidad del Partido Acción Nacional y el operador de Alfaro, Octavio Esqueda, a quien lo han saciado con posiciones dentro del propio Poder Judicial para servir al nuevo amo.
Anunció el gobernador, cambios de fondo en el poder judicial, el solo comentario presupone una flagrante intromisión a otro poder, que se supone autónomo y soberano, pero ese comentario solo es demagogia, esto porque cambiar a un juez de adscripción, no evita ni elimina per se, a la corrupción.
La solución debe pensarse en separar del cargo al juez corrupto, acusarlo formalmente, darle garantía de audiencia y defensa, y en su caso cesarlo, pero cambiarlos de adscripción no quitará lo corrupto, ni lo incompetente a los que son, menos aún, romperán intereses, si estos ya los tienen fincados o amarrados desde arriba.
Tampoco es cambio de fondo, nombrar y designar como nuevos jueces con el tufo de tráfico de influencias, siendo el caso del sobrino del ex secretario general de gobierno en la administración de Jorge Aristóteles Sandoval, y una hija de un magistrado del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco, que además pertenecían a una lista que se cuestionó y se ordenó su cancelación.
Con todo respeto ¿cuál cambio?…
Ahora bien que el Gobernador Enrique Alfaro, reconozca públicamente que «no hay vigencia plena del Estado de Derecho en su Estado”, es por decir lo menos gravísimo y en términos futbolísticos, un autogol, ya que entonces ¿cómo gobierna en un Estado donde no prevalece el Estado de Derecho?
Por último, llevar a cabo este cambio de adscripción de jueces, viene en el peor momento, después de permanecer cerrado por más de cuatro meses, y con el rezago que se permea en el poder judicial del estado de Jalisco, esta decisión les impone una carga procesal adicional, ya que el cambio de titular, debe ser notificado de forma personal a todos los justiciables. Esta decisión generará un retraso aún mayor del existente, una afectación a los demandantes de justicia, y una mayor violación constitucional al principio que reza: «la impartición de la justicia deberá ser pronta y expedita».
En fin, cosas inéditas estamos viendo en un Estado que hace cerca de 90 años un político le llamó a Jalisco el gallinero de la república, donde hace faltan gallos.
