OPINIÓN
Amenaza de gran colapso económico global: Estatus económico de Estados Unidos
																								
												
												
											Economía Global, por Alberto Gómez R. //
De cara a las elecciones presidenciales en Estados Unidos, se presenta en ese país un escenario bastante complicado, principalmente en lo político-social, con una sociedad sumamente polarizada y dividida, y en el aspecto económico.
Estados Unidos llegó el viernes 30 de octubre a los 9 millones 7 mil 298 casos de Covid-19, indica el recuento de la Universidad Johns Hopkins, que cifra en 229 mil 293 los muertos.
Otros países que superan el millón de contagios son: India (8 millones 88 mil 851); Brasil (5 millones 494 mil 376); Rusia (un millón 588 mil 433); Francia (un millón 327 mil 853); España (un millón 185 mil 678), Argentina (un millón 143 mil 800) y Colombia (un millón 48 mil 55).
El actual mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, se ha caracterizado por ser bastante polémico en lo político, sin embargo en el terreno económico, ha tenido muy buenos logros, como resultado de sus controvertidas políticas económicas dentro y fuera del país.
Los logros económicos del presidente Trump son destacables, sobre todo considerando que su antecesor Barack Obama, no pudo sacar adelante al país en este rubro luego de la grave crisis financiera del 2008 que provocó una grave caída en su crecimiento económico, de la cual no se han podido recuperar a sus niveles previos.
Lo políticamente controversial del actual presidente estadounidense se equipara con su buen manejo económico, ya que antes del inicio de la pandemia del coronavirus, el gobierno de Trump había logrado reducir el nivel de desempleo a sus más bajos niveles desde hace 50 años, en gran medida debido a las medidas proteccionistas impuestas por el mandatario de la Casa Blanca, y a los estímulos fiscales para las empresas que permanecieran en el territorio de Estados Unidos y que no buscaran instalar sus maquiladoras en países de economías emergentes, donde la mano de obra es incomparablemente más bajo su costo.
En uno de sus discursos de los primeros meses del 2020, Donald Trump daba apuntes sobre los logros económicos de su administración presidencial: «la mayor reforma de impuestos y el mayor recorte tributario en la historia de Estados Unidos», los cuales, dijo, «brindan un tremendo alivio a la clase media y las pequeñas empresas».
«Las empresas no se marchan, ahora todos tienen una segunda oportunidad», destacó el presidente estadounidense, quien durante los últimos tres años, aseguró, «ha destrozado el declive de la mentalidad derrotista» de Estados Unidos.
Sin embargo, a partir de la pandemia del coronavirus, de enero a julio de 2020, se perdieron casi 750.000 puestos de trabajo en el área de la producción, dato que refuerza las acusaciones de que Trump es un presidente industrial en un país postindustrial. Después de todo, el sector manufacturero representa tan solo el 11% del Producto Interno Bruto, el nivel más bajo desde la Segunda Guerra Mundial.
También son de destacarse los continuos enfrentamientos de Trump con las empresas de tecnología, un sector que aporta aproximadamente el 10% del total del Producto Interno Bruto (PIB) a su economía; la guerra comercial con China ha complicado los escenarios para este sector, ya que la mayor parte de los productos tecnológicos de consumo son fabricados en el país asiático.
La economía de Estados Unidos se encuentra bastante comprometida, casi al borde del colapso, sin exageraciones escandalosas, sólo hechos. La tasa de desempleo de EEUU se ubicó en mayo en el 14.7% tras la destrucción de 20.5 millones de empleos que se produjo en el mes de abril, sumados a los 700 mil empleos desaparecidos en marzo.
Desde el estallido del coronavirus se han solicitado más de 62 millones de subsidios por desempleo y se han dejado atrás los más de 22 millones de empleos que se habían creado desde 2010, cuando se produjo el pico de desempleo registrado (10%) tras la crisis financiera del año 2008.
En cifras reales, actualmente hay más de 60 millones de estadounidenses sin empleo, considerando a quienes continúan recibiendo los subsidios gubernamentales, que no se incluyen en las estadísticas de desempleo.
Si a lo anterior se suman otras variables, como la deuda pública de ese país, se puede observar un explosivo coctel; los niveles de su deuda han alcanzado un nivel sin precedentes: 120% con respecto al PIB, lo que significa que se adeuda mucho más que la riqueza que se genera… algunos otros factores indican en el horizonte un gran colapso económico mundial, que tendrá nuevamente su origen en Estados Unidos, el principal socio comercial de México, por lo tanto, es vital prever lo que suceda a partir de los resultados electorales del 3 de noviembre.
(*) Alberto Gómez es Consultor en economía, finanzas y FinTech. Analista en geopolítica negocios.
