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¿Se requiere un nuevo contrato social?: El gran cambio económico
Economía Global, por Alberto Gómez R. //
Grandes cambios para la vida de la humanidad ya están aquí, algunos gestantes y otros manifiestos, pero sin duda alguna darán vuelta de campana a la historia a partir del 2020, marcando así la pauta para el primer gran «reset” económico del siglo 21.
Conocido ahora como “The Great Reset” (“El Gran Reseteo”), el concepto se deriva del anglicismo “resetear” -“reiniciar” en su aproximación al español- cuyo significado en el ámbito de la informática significa borrar todo el software, los datos y archivos del disco duro para reformatearlo a fin de un nuevo inicio; en el contexto de la economía, se refiere a un completo reinicio del sistema económico, que conlleva profundos cambios sociales, políticos y culturales.
El aún gestante gran reseteo económico mundial se originó a partir del 2008, cuando sucedió la grave crisis financiera mundial conocida como la “crisis subprime”, originada en Estados Unidos pero que rápidamente contagió a las economías mundiales. El origen de esta crisis se debió al estallido de la burbuja inmobiliaria de aquel país; por una parte, estaban sobrevalorados los precios de las viviendas, y por la otra, las bajas tasas de interés en ese entonces, propiciaron el endeudamiento de las familias, que decidieron invertir para su casa-habitación pero también con fines especulativos ante la creciente alza del mercado inmobiliario.
Los bancos, engolosinados por un ficticio auge, concedieron créditos de manera irresponsable incluso a personas insolventes, con historial crediticio negativo; estas son las hipotecas de alto riesgo o subprime, que se convirtieron en derivados financieros para colocar su venta en los mercados de bolsa del mundo –una apuesta sobre subyacentes de alto riesgo de impago-; los intereses subieron, vino el impago de millones de créditos y se provocó un efecto dominó, que culminó en una recesión y crisis financiera mundial.
Los efectos negativos del 2008 perduran hasta la fecha, ya que no se ha podido llegar a los niveles previos a dicha crisis, manteniendo vulnerado el crecimiento económico estadounidense; la economía de Estados Unidos –aún la más grande del mundo- se ha visto sumamente afectada por los efectos de la pandemia del Covid-19, su Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo 31.4% en el segundo trimestre, una declarada recesión económica.
La acumulación de pasivos (deudas) de la gente y negocios ante la falta de liquidez para subsanar sus pagos, los impagos a las tarjetas de crédito, hipotecas y préstamos estudiantiles se ven ahora con mucha preocupación mientras siguen creciendo; los préstamos estudiantiles aumentan inexorablemente pese al descenso del número de matrículas desde el 2010, a raíz de la crisis subprime.
En el tercer trimestre, los saldos pendientes aumentaron en 23 mil millones de dólares hasta llegar a 1.7 billones, 54 mil millones más que hace un año. La situación de impagos podría llevar pronto a los grandes bancos a declararse en bancarrota, lo que generaría un aceleramiento en el empobrecimiento de la gente, y la imperiosa necesidad de seguir imprimiendo billetes –sin valor alguno- y una hiperinflación sin precedentes.
Los nuevos cierres de negocios –y pérdidas de cientos de miles de empleos- con la segunda ola de contagios del virus, están agravando la de por sí delicada situación económica mundial, con el contexto de protestas sociales cada vez mayores contra el nuevo confinamiento en países como Alemania, Francia, Italia, Inglaterra, España, Polonia, República Checa, Austria, donde la gente se manifiesta en contra de los nuevos cierres a la economía, ya que en ello va la subsistencia de sus negocios y empleos.
Previo a la cumbre del 2021, el Foro Económico Mundial, en los meses que aún quedan hasta el encuentro de Davos (Suiza) en enero, los preparativos para el evento se han programado a través de los “Diálogos del Gran Reseteo” («The Great Reset Dialogues»). Una serie de encuentros virtuales por internet que prometen ser muy interesantes, desde el momento que nos permitirá saber de manera más concreta cómo los globalistas del World Economic Forum quieren remodelar el futuro. Los asistentes a estas reuniones virtuales, coinciden en que, en el contexto económico generado por la pandemia del coronavirus, es una oportunidad de oro “para hacer que las personas sean más receptivas a las grandes visiones de cambio” -dijo el príncipe Carlos de Inglaterra-, una opinión generalizada de este grupo.
Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Munidal, ha definido la situación actual como una “ventana de oportunidad única”. Debemos “construir un nuevo contrato social”, ha declarado. “Debemos cambiar nuestra mentalidad” y nuestro “estilo de vida”. Todo esto en medio de la emisión de billetes más grande de la historia de Estados Unidos; en sólo semanas, la Fed (Banco Central) imprimió más de 3 billones de dólares, sólo al inicio de la pandemia.
Ante el actual reseteo de la economía mundial, no es de sorprenderse que muchos de los grandes inversionistas apunten ahora sus inversiones a los activos más confiables por el momento: oro, plata y Bitcoin, la criptomoneda que ha alcanzado en recientes días precios históricos ante la gran incertidumbre económica mundial.
(*) Consultor en economía, finanzas y FinTech. Analista en geopolítica negocios.
