MUNDO
El gran cambio: Grandes retos, nuevos horizontes
Economía Global, por Alberto Gómez R. //
El precio del BITCOIN, la primera criptomoneda creada, y emitida a partir del 2009, ha alcanzado su récord histórico de precio: 23,900 dólares estadounidenses…¿será este el nuevo oro?
La grave situación económico-financiera alrededor del mundo, producto de la pandemia del coronavirus, ha marcado y acentuado las diferencias entre quienes poseen la riqueza y los que la producen pero no la tienen.
«El 2021 va a ser literalmente catastrófico, a juzgar por lo que estamos viendo en este momento», el próximo año podría traer la «peor crisis humanitaria desde la fundación de las Naciones Unidas», advirtió el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley, al intervenir en una sesión especial de la Asamblea General de la ONU sobre la lucha contra el COVID-19.
El responsable del PMA explicó que en los últimos cuatro años, debido principalmente a los conflictos armados, el número de personas en riesgo de morir de hambre aumentó de 80 millones a 135 millones. «Pero por culpa del COVID-19, el número de personas que literalmente se encaminan a la muerte por hambre, ha pasado de 135 a 270 millones», subrayó.
El Gran Cambio de la economía global –acelerado por la pandemia del coronavirus- representa la vulneración exacerbada de la mayoría de personas más desprotegidas en todos aspectos: salud, acceso al agua, vivienda digna y remuneración suficiente para cubrir sus necesidades básicas de subsistencia. Sin embargo, este cambio paradigmático que comenzó a partir del 2008 en el que la inequidad en la posesión de la riqueza se hizo más notoria, evidente y profunda, también significa la adopción de una nueva alternativa para luchar contra el corporativismo financiero internacional (quienes saquean impunemente la riqueza del 99 por ciento de la población mundial): el BITCOIN.
El 3 de enero del 2009 comienza el funcionamiento de la primera tecnología financiera para la transferencia de dinero peer-to-peer (par-a-par) basada en código abierto, para crear nodos para la distribución y validación de la naciente criptomoneda, basándose en una tecnología poco conocida hasta entonces: Blockchain (Cadena de Bloques).
La cadena de bloques, es un registro único, consensuado y distribuido en varios nodos de una red de computadoras. En el caso de las criptomonedas, podemos pensarlo como el libro contable donde se registra cada una de las transacciones. En cada bloque se almacena: 1) una cantidad de registros o transacciones válidas, 2) información referente a ese bloque, 3) su vinculación con el bloque anterior y el bloque siguiente a través del hash (criptográfico) de cada bloque ─un código único que sería como la huella digital del bloque. Por lo tanto, cada bloque tiene un lugar específico e inamovible dentro de la cadena, ya que cada bloque contiene información del hash del bloque anterior. La cadena completa se guarda en cada nodo de la red que conforma la blockchain, por lo que se almacena una copia exacta de la cadena en todos los participantes de la red.
Bitcoin es tanto una moneda como un sistema digital. Como moneda puede servir para todo lo que cualquier moneda sirve, pero en lugar de tener una entidad gubernamental —como un banco central— que lo emita y lo respalde, se basa por completo en el sistema digital que fue ideado por su creador, a quien se conoce como Satoshi Nakamoto (su pseudónimo), quien lo difundió con su libro blanco (whitepaper) en un foro especializado del internet a finales del 2008.
Como consecuencia, una de las características más destacadas de Bitcoin es que no le pertenece a ningún país o gobierno; y dado que su creador es anónimo y decidió que su invento fuera de licencia libre, tampoco le pertenece a ningún individuo o compañía privada. Quienes mantienen en funcionamiento su plataforma y la seguridad de esta son los propios usuarios.
Los usuarios pueden manejar sus fondos (dinero) con monederos digitales que tienen tanto una llave pública (equivalente a un número de cuenta bancaria) como una llave privada (equivalente a la contraseña de la cuenta bancaria). Con ambas es posible realizar transacciones financieras desde cualquier lugar del mundo y en todo momento, por lo que, además, resulta una moneda que no posee ataduras territoriales, como sí las posee el dinero fíat.
El Bitcoin ha llegado a revolucionar no sólo el mundo de las finanzas, sino también el sistema económico, ya que posibilita que las personas gestionen el dinero que producen sin que tengan que pagar por ello a un tercero como el caso de los bancos, siendo estos los ganadores absolutos al cobrar comisiones de todos los servicios financieros: manejos de cuenta, transacciones, préstamos (intereses), tarjetas de crédito, etc.
El Bitcoin está avanzando cada vez con mayor firmeza a convertirse probablemente en la más importante herramienta de una economía democrática que permita una distribución justa de la riqueza, es por esto que su utilización crece de manera exponencial, no sólo en países del primer mundo (como inversiones especulativas), sino en países como Sudáfrica, Nigeria, Kenia, Argentina, Chile, Brasil, Colombia, Venezuela, México, China, Corea del Sur –entre otros- cuyas sociedades requieren de una mayor solidez, transparencia, equidad y eficacia en el manejo de la riqueza que generan.
