OPINIÓN
Es de noche en Jalisco
Con todo respeto, por Jorge Zul de la Cueva //
La noche de Jalisco engulló a Felipe Tomé y luego, en el baño de un restaurante, alcanzó al ex Gobernador Aristóteles Sandoval. La noche turbia por el horror que destilan los cuerpos en fosas que la silenciosa tierra absorbe, ha alcanzado a las más altas esferas y eso le da una dimensión aún más tenebrosa y terrible, como si la sombra se hiciese de tan oscura, un cuerpo sólido.
El año muere con un asesinato notorio, por la espalda, en un baño. ¿Qué mensaje es ese?
La realidad supera la estadística, la contundencia del hecho hace irrelevante el de por sí irrelevante discurso del triunfo sobre la inseguridad que se repite sin emocionar ni convencer a nadie, en alguna parte del laberinto de mesas donde colapsa el gobierno del Estado. Desde ahí se inventan reportes y estadísticas maquilladas con cifras alegres para presentar luego en conferencias tan monótonas como una mesa de bingo en una comedia barata.
“Vamos bien en todos los indicadores menos en uno, uno chiquitito: en el rubro de Asesinatos a Ex Gobernadores hubo una incidencia pero una incidencia, un caso. Sin embargo el robo de lavasecadoras va a la baja”.
Una muerte así de famosa es un silencio que mancha el sexenio para siempre y en este caso, culmina un año donde la espiral de violencia no conoció fin, con una crisis forense, fosas y más fosas, el Caso Giovanni con estudiantes privados de la libertad por la propia fiscalía. Van apenas dos años y el discurso tan cuidadosamente preparado, pagado con tanto dinero, ha recibido otra abolladura formidable.
“Jalisco, es ejemplo nacional de combate al crimen” no es el mejor slogan de campaña ni es la cosa más fácil de creer en el momento ni siquiera para el público que cultiva el gobierno estatal porque para ellos, a quienes tal vez la tragedia de fosas y desaparecidos que vive el estado sea aún distante, la muerte de Aristóteles Sandoval a diferencia de las muertes sin rostro que se muestran como números, les es cercana, real, posible y por lo tanto les golpea en el miedo, solidifica la oscuridad.
El gobierno estatal nos está dando una clase de silencio e inoperancia. Despiden al ex gobernador en Casa Jalisco, el congreso declara Luto, en la nota roja se habla navajazos y tiros por un pleito en un tianguis navideño. El saldo de la noche del sábado es cinco muertos y tres heridos en la ciudad.
La refundación haría bien en leer los signos y cambiar los rumbos. El ataque frontal a la Federación, el separatismo de saliva y la bravuconería han dado lo que pudieron dar. Es hora de dedicarse a gobernar y decir adiós al sueño de la eterna campaña por lo menos mientras se logra contener el incendio que amenaza con destruirlo todo en casa. El tiempo de ser candil de la calle se ha extinguido.
