OPINIÓN
¡Nadie está a salvo!
Los Hombres del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
La vida nos da sorpresas, sorpresas nos da la vida. Dos personajes muy destacados en los campos políticos y empresarial coincidentemente en menos de un mes fueron victimados en la avenida principal de Puerto Vallarta, el segundo destino turístico más importante de México. Muy triste el final que han tenido el ex gobernador Aristóteles Sandoval y el desarrollador inmobiliario más importante del Occidente del país, como fue Felipe Tomé.
“TENGO MUCHO DOLOR EN EL CORAZÓN”
Hubo muchas expresiones de dolor por el sorpresivo asesinato en el baño de un bar de Puerto Vallarta de Aristóteles Sandoval. De todos los mensajes, me llamó la atención dos en especial: del diputado perredista -hoy de Hagamos-, Enrique Velázquez y el del Gobernador Enrique Alfaro, éste último no pudo esconder el gran dolor que le causó la muerte de su amigo, tanto que le reconoció lo que en vida no fue capaz de expresarlo: “Aristóteles va a quedar en la historia de nuestro Estado como el líder que cambió la política en Jalisco, como un jalisciense de excepción, como un gran padre, como un gran compañero, y por supuesto en lo personal, como un gran amigo”.
Antes el Gobernador Alfaro expresó que no sería tan firme como Miguel Castro que le antecedió en el mensaje, “porque igual que todos los que están aquí tengo mucho dolor en el corazón”.
Alfaro en su mensaje improvisado, confesó que tenía dos noches sin dormir y que hará todo lo que esté a su alcance para castigar a quienes cometieron este terrible crimen. Ojalá se haga justicia, pero dudamos que esto vaya a suceder por la forma como se cometió el asesinato y el hecho de que se hayan limpiado completamente los indicios. Vaya, las cámaras del bar, así como el sistema de grabación de la plaza, fueron arrancados completamente. No hay videos. Y así lo más seguro es que la impunidad se imponga, como ya es costumbre y ha sucedido con los miles de homicidios que se cometen cada año en la entidad y en el país.
MENSAJE CRUDO Y VALIENTE
El que no se anduvo por las ramas fue el diputado Enrique Velázquez, amigo también de Aristóteles desde la época de estudiantes preparatorianos, los dos compartieron oficina en la Federación de Estudiantes Universitarios, aunque tomaron caminos políticos distintos, pero el afecto siempre estuvo presente.
“Si mataron a un gobernador, pueden matar a cualquiera”, es la frase que soltó Quique Velázquez, quien salió de la narrativa marcada desde el Gobierno del mensaje de un Jalisco unido y puso el dedo en la llaga del desastre de seguridad que tenemos en el Estado con un gobierno completamente rebasado por los grupos criminales que son los que imponen su ley, como lo muestran los más de 2,500 cuerpos sin identificar que están apilados en el Semefo del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses; los más de tres mil desaparecidos que suman en estos 24 meses de gobierno de la refundación, así como el liderazgo que tiene nuestra entidad en fosas clandestinas descubiertas donde entierran a personas a las que le quitaron la vida.
“¿Cuántos más deben morir para que entendamos que debemos de fortalecer el Estado? ¿Cuántos más deben morir para que entendamos que no debe haber nadie por encima del Estado?”
“Ya basta, no podemos seguir igual, no debemos seguir esperando a ver a quién más van a matar, es momento de tomar decisiones, que sirva de algo la vida de mi amigo, que sirva de algo lo que le pasó a mi amigo Aristóteles Sandoval, hay que combatirlos y la única forma es quitarles el dinero”.
“No se si estén conscientes de lo que está pasando, pero mataron a Gobernador del Estado, me duele mucho porque es mi amigo, pero a un Gobernador del Estado mataron”, repitió Enrique Velázquez.
LA TAREA DEL FISCAL
El Gobernador Alfaro hemos visto que le tiene fe al fiscal general Gerardo Octavio Solís, con quien se la juega a pesar del desastre que vivimos en materia de violencia e inseguridad. Creo que ésta es la última oportunidad que tiene el fiscal para seguir en el cargo, decisión que finalmente corresponde tomar al Gobernador a quien los ciudadanos le cobrarán la factura en las elecciones de junio próximo.
Gerardo Octavio Solís está obligado a esclarecer el asesinato y llevar ante la justicia a los criminales, no nos queda otra alternativa más que darle el beneficio de la duda y por el bien de Jalisco, por el bien de nuestras familias, ojalá tenga éxito, porque esta vez se ha llegado a la situación de mayor crisis de nuestras instituciones, con este último asesinato, cuando la violencia le quita la vida a los políticos del gran poder.
Es el terror lo que deja este magnicidio y como bien expresó Enrique Velázquez, no se si tengan consciencia de lo que sucedió la madrugada del viernes pasado en Puerto Vallaerta: ¡Mataron a un Gobernador, y si se atrevieron a matarlo, a cualquier ciudadano le pueden quitar la vida!
Nadie está a salvo.
