OPINIÓN
De Caliente.MX y sus adicciones invasivas
Comuna México, por Benjamín Mora Gómez //
La Psicología de la publicidad reconoce que ésta es un agente muy potente de modelaje de nuestro pensamiento simbólico, nuestros deseos y lo social al fabricarnos una realidad paralela. Nadie, en mayor o menor medida está libre de su influjo.
Una vez escuché que “el aire que respiramos está compuesto de oxígeno, nitrógeno y publicidad”, frase que se atribuye a Guérin. Se dice, y se dice bien, qué en el juego de la seducción, el publicista parte con ventaja pues conoce “las frustraciones, prejuicios e íntimos anhelos de su [público] objetivo y los convierte en el envoltorio perfecto de un producto que, supuestamente, solucionará cualquier debilidad de su cliente” (Ana Aguilera. Los efectos de la publicidad en nuestras frágiles mentes). La publicidad es una especie de arte ilusionista que altera la realidad de lo que nos venden, dotándole de valores adicionales que el producto no tiene.
Nada me es tan molesto como ser invadido por la publicidad de Caliente.MX cuando navego en Internet y me obligan a verles e impulsan a eliminarlos. Con permiso y complacencia de la Secretaría de Gobernación, Caliente.MX ha ideado una estrategia muy perversa para provocar la adicción al juego de apuestas, al ofrecer 400 pesos de regalo en la primera apuesta de cualquier persona… cantidad que Caliente.MX recuperará de inmediato y habrá ganado a uno más de sus adictos. Al igual que cualquier vendedor de drogas, Caliente.MX se alimenta de la adicción que provocó; es dinero es sucio y se limpia pagando impuestos que alegran a los bolsillos del SAT. La ética empresarial no cabe en los planes expansivos de Caliente.MX.
Hablé al teléfono de atención de Caliente.MX, para quejarme y encontrar solución, y quien me contestó le echó la culpa a Google por ser quien aprueba la invasión que me hacen; sin embargo, aunque me enoja la laxitud de Google, es Caliente.MX quien pone las condiciones del servicio que contrata y paga a Google; es aquel quien invade, quien forma adicciones. En efecto, Caliente.MX es quien busca invadir los hogares de la enorme mayoría de nosotros pues la inmensa mayoría no apostamos en los juegos de Caliente.MX. La soberbia de Caliente.MX es tal que nada le importamos… ellos, como cualquier promotor de adicciones, lo que busca es aumentar sus ganancias sea cual fuere el camino a seguir y el daño y la molestia que generen. Insisto, no hay ética, no hay pulcritud empresarial en Caliente.MX, y Google le ha hecho el juego a su perversidad.
Así la realidad, ni Google ni menos Caliente.MX son empresas con responsabilidad social digna de mención ni de reconocerla. Creo que el Centro Mexicano para la Filantropía deberá poner especial empeño en este caso y negarles el distintivo ESR de 2021 a Google México y Caliente.MX. No lo merecen.
Tampoco hay responsabilidad social en empresas como Televisa y Televisión Azteca que promueven la apuesta en cada competición que transmiten de futbol, boxeo y otros deportes, pues no solo presentan los anuncios de Caliente.MX sino que sus propios comentaristas deportivos, como líderes de opinión, instan a la apuesta.
Televisa y Televisión Azteca son iguales en sus complacencias adictivas; ellas dos saben y abusan del poder que tienen sus narradores para persuadir e influenciar sobre quienes ven el evento deportivo. La estrategia a simple: Provocar la apuesta. Si logran que las apuestas crezcan según avanza el juego y suman nuevos clientes, ¡enhorabuena!, la semana próxima Caliente.MX volverá a pagar por ese espacio deportivo y ambas empresas televisoras ganarán millones de pesos.
La invasión de Caliente.MX de los espacios de internet tiene un principio: Cuanto más se repite su mismo mensaje, más se grabará en la memoria de los potenciales clientes y alguno caerá; es una manera permitida de allanamiento de morada y de invasión de la intimidad.
No estoy en contra de que cualquiera de nosotros apueste lo que quiera por lo que desee, pero sí de que la apuesta se promueva como lo hacen: Te regalo 400 pesos si te sumas a mis adictos, ante públicos que deberían ser protegidos por la Secretaría de Gobernación, como son nuestros hijos e hijas menores de edad.
La estrategia es simple: Atraer a partir de conseguir “dinero gratis” para ganar un premio y volverme medianamente rico, ante las bajas expectativas de mejorar su calidad de vida. Caliente.MX sabe que la adicción se retroalimenta a sí misma. Caliente.MX le apuesta y gana cuando, quien hoy perdió crea que solucionará su situación si sigue jugando, en algo que se conoce como “ilusión de control” –sesgo cognitivo- por la que se sobreestiman las propias capacidades y capacidad de solucionar problemas fácilmente. ¿En dónde está la Secretaría de Gobernación que no lo advierte y limita?
Si se eliminaron los anuncios de cigarrillos, por qué no eliminar los de Caliente.MX en horas en que menores de edad están viendo programas de televisión; sin duda, son esos menores quienes deberían ser protegidos por la Secretaría de Gobernación cuando se transmiten partidos de fútbol, basquetbol, béisbol… Claro, aquí hay millones de pesos en juego que ablandan conciencias y hacen esquivas las miradas de los servidores públicos de la Secretaría de Gobernación, empezando por su titular, Olga Sánchez Cordero, y de quien es responsable del área de juegos y sorteos. Ello deberá incluir a la invasión de Caliente.MX en nuestros tiempos en Internet. No más publicidad no autorizada por nosotros mismos.
Charles Revlon afirmaba: “en nuestra fábrica hacemos lápices de labios, en nuestros anuncios vendemos esperanza”. ¿Así o más claro?
