OPINIÓN
La trinchera de las mesas
Con todo respeto, por Jorge Zul de la Cueva //
Como la Línea Maginot, hay una interminable trinchera de mesas que separa al Gobierno del Estado de sus críticos o eso imagino que imaginan los ideólogos de la mesocracia. Imaginan mal.
La idea, en papel no es mala, pero como dijera Luis Echeverría en una de sus frases más lúcidas y atinadas “todo exceso es mucho” y no hay poema, verso o palabra que resista repeticiones excesivas sin desgastarse hasta la nada.
Basta con repetir la palabra mesa, mesa, mesa, mesa, mesa, mesa, mesa, mesa, mesa, mesa, mesa, mesa, mesa, mesa, mesa para que se vuelva un sinsentido ridículo y bobo. Un recurso facilón y hasta irritante para quien tiene que tragarlo.
Los cálculos originales de la mesa de ideólogos de las mesas los imagino así: A cada problema una mesa de análisis que reciba el desgaste de los errores. Si hay un problema en materia de seguridad lo que hay que hacer es por lo menos diluir el desgaste; construir un laberinto donde no se sepa dónde quedó la bolita de la responsabilidad.
Se convoca a una mesa de expertos coordinada horizontalmente con el empresariado, la sociedad civil y la academia, por poner un ejemplo.
Esta mesa de expertos, tiene en la cabecera a un funcionario de calibre medio o a un buen amigo de la administración, que analiza resultados o revisa y propone rutas y estrategias y genera datos y cifras y cosas aburridas que a nadie tienen por qué importar demasiado y que no tienen mayor efecto y a veces ni relación con la realidad y buscan presentar estadísticas favorables a cualquier costo sin importar cuán ridículo suene el sonsonete.
“El robo de helados de fresa ha disminuido drásticamente en el oriente de la ciudad gracias a los esfuerzos coordinados del gobierno estatal, la Mesa de Seguridad, la sociedad y los paleteros de oriente, una organización importantísima, vital en el desarrollo comercial de la zona y el mantenimiento del tejido social, misma que creamos hace dos semanas, cuyo discurso controlamos por completo, y a la cual le estamos bastante agradecidos”.
Pum, un video, porque esto no aguanta una rueda de prensa, y que la botiza aplauda en redes. El gobernador tiene la seguridad bajo control. ¡Yipi, yay, yei!
Si una ola criminal incendiara todas las paleterías de golpe, pues el culpable es la mesa esta que nomás no da resultados porque esto no son enchiladas, pero está trabajando incansablemente en ello y bueno, el calor lo aventamos al funcionario que dirige la mesa y él que saque las castañas del fuego y a veces las mesas ni rostro acaban de tener y nomás se usan para mencionarlas.
“En coordinación con la mesa de mejoramiento social, cívico y material, encontramos que los talleres de repujado y la venta de cervezas en avenida Chapultepec pueden continuar indiscriminadamente durante toda la pandemia. Vamos a prohibir todos los encuentros internacionales de filatelia eso sí, quedan cancelados hasta nuevo aviso”.
Y hasta hay mesas donde hay gente muy valiosa analizando cosas que valen la pena, de todo hay en el laberinto de la mesocracia y eso hace que haya confusión en torno a quién tiene la responsabilidad de qué, por muchos reglamentos que se hayan escrito, por un asunto de percepción.
No queda claro si la responsabilidad reside en quienes fueron electos democráticamente para llevar las riendas de este asunto y los secretarios encargados de las áreas o si están en otra parte.
¿La mesa de salud está por encima del secretario de Salud? ¿Es como otra Secretaría? ¿Tiene súper poderes o es un adorno? ¿Decide realmente o sólo le pasa información al secretario? ¿El secretario de salud en esta pandemia no debería tener un papel más protagónico? ¿Decide? ¿La Secretaría de Salud no es una mesa permanente de salud? ¿Para qué queremos otra? ¿Tienen funciones complementarias, distintas, empalmadas? Este es el laberinto que diluye el poder y la decisión y la responsabilidad en mesas poco claras. Esta es la línea Maginot.
