NACIONALES
¿Qué Sonora nos espera si Durazo es gobernador?
Opinión, por Francisco Ruiz Quirrin //
UNA BUENA pregunta a responder ahora, -cuando avanza en su segunda parte en el tiempo las campañas por la gubernatura de Sonora-, sería lo que nos espera a los sonorenses en caso de que Alfonso Durazo sea Gobernador del Estado.
Porque él se ha definido como un “clon” de Andrés Manuel López Obrador, dispuesto a imponer “la cuarta transformación” en la entidad, “para que Sonora sea de todos y no solo de unos cuantos”, remarca en sus anuncios publicitarios.
En lo que se refiere a la lucha por la gubernatura, los estudios serios han revelado en los últimos días que el candidato Ernesto Gándara ha alcanzado en esta carrera a Alfonso Durazo y, además, que ha iniciado una tendencia ascendente…
Ya mucho se ha señalado el antecedente fracasado de Alfonso como secretario de seguridad en el gabinete presidencial. Lo cual es cierto. Ya ha consolidado su imagen como un sonorense hecho en la ciudad de México, tanto, que desconoce cultura y regiones de Sonora. Ya se le ha criticado también por no ser confiable al saltar del PRI al PAN y después al PRD y finalmente en MORENA.
Pero esas cartas credenciales del candidato de AMLO a la gubernatura, parecen no preocuparle porque muestra una gran seguridad en que la mayoría le dará su voto este seis de junio, sólo por ser gente del Presidente de la República.
¿Será tanto así?
A ver, ¿qué nos esperará a los sonorenses con un gobernador que estaría dispuesto a manejar el gobierno, tal y como lo hace su guía y jefe desde palacio nacional?
Si el Presidente practica diariamente la mentira, la manipulación y el montaje como estrategias de seducción popular, ¿lo mismo haría Durazo?
Si para el Presidente resulta fácil invadir la esfera de los otros poderes del Estado Mexicano, ¿hará lo mismo Alfonso, entrometiéndose en el Congreso del Estado y en el Supremo Tribunal de Justicia?
Si para el Presidente López Obrador resulta fácil violar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ordenando a sus senadores y diputados que voten iniciativas absurdas, las que convertidas en leyes pondrían en peligro la privacidad a la que tienen derecho los ciudadanos de este país, ¿también los sonorenses tendríamos un “Gran Hermano” –que todo lo ve- pero de parte de una administración estatal que presidiría Durazo?
Si el Congreso de la ciudad de México, siguiendo órdenes de palacio nacional, ha aprobado leyes que ponen en riesgo la propiedad privada, incluída la comunal, ¿también en Sonora sufriríamos la inseguridad de perder lo que con años de esfuerzo se ha construido y que constituyen una propiedad privada, porque Alfonso seguiría los pasos de la “cuatroté”?
Un gobernador seguidor de AMLO, -Jorge Bonilla, de Baja California- en un ejercicio de laboratorio a favor del Presidente, se atrevió a expropiar el Club Campestre de Tijuana, un parque de cincuenta hectáreas, con socios que han constituído una empresa desde hace décadas.
Bonilla es muy amigo de Durazo. Si éste último llega a palacio de gobierno, ¿se atrevería a decretar expropiaciones de la propiedad privada, amparado en el poder que le dará el Presidente de la República?
López Obrador ha logrado concentrar en sus manos, el manejo discrecional del presupuesto público para los diversos programas de salud y fomento a actividades culturales y deportivas. Si Alfonso Durazo llega a ser Gobernador, ¿también desaparecerá los distintos fondos destinados a ayudas y apoyos especiales a organizaciones y fundaciones que ayudan a grupos vulnerables y fondos para el fomento del deporte, la cultura y el arte?
El Presidente ha recortado los presupuestos al sector salud, a la obra pública y a la adquisición de medicamentos, porque quiere concentrar en sus manos esos fondos. ¿Alfonso hará lo mismo con los recursos públicos que directamente se generan en el Estado?
¿Qué hará un gobernador como Durazo con los fondos destinados a las guarderías infantiles que dependen de la Secretaría de Educación y Cultura? ¿Desaparecería los Centros de Desarrollo Infantiles (CENDIs)?
En su campaña, Durazo ha asegurado que utilizará las energías limpias, como la solar y la eólica, para generar electricidad. ¿Ello quiere decir que se opondrá a la voluntad presidencial que le ha apostado a las energías fósiles, como el combustóleo y el carbón?
Si el Presidente López Obrador ha dejado de apoyar a los niños enfermos de cáncer en el país, ¿quiere decir que Durazo, como gobernador, no moverá un solo dedo en favor de estos grupos vulnerables?
Si el Presidente López Obrador ha desdeñado a los grupos feministas, ¿lo mismo sucederá en el Sonora que gobernaría Durazo?
Si el Presidente de la República ataca constantemente a los periodistas y medios de comunicación que no piensan como él, ¿quiere decir que un gobierno encabezado por Durazo sentaría el precedente de atacar a medios y periodistas sonorenses por el solo hecho de ejercer la crítica?
Si Durazo, ya en palacio de gobierno, decide aplicar la justicia contra “corruptos del pasado”, no repetiría el ejemplo de la impunidad que ha concedido López Obrador en los casos de Lozoya y Ancira?
Si se ha confirmado que hay corrupción al interior del gabinete presidencial e incluso en la familia del Presidente, ¿veríamos algo similar con el gabinete y familiares de Alfonso?
Los cuestionamientos respecto al Sonora que viviríamos con un gobernador que seguirá los pasos de la “cuatroté”, podrían continuar en varios aspectos más.
Porque si el candidato de MORENA a la gubernatura repite constantemente que aplicaría la misma política que AMLO aplica en el país, ¿correríamos los sonorenses riesgos que jamás antes habíamos corrido?
