NACIONALES
Terapéutica Gestalt: La salud emocional de la población debe estar en la agenda pública
																								
												
												
											Bioética, por Omar Becerra Partida //
En México los estigmas están a la orden del día, y es un camino difícil para la bioética, el bioderecho y la psicología. En el caso del bioderecho aún siguen con la cuestión de que en vez de bioética su apartado principal es la biología, y no es así, el día en el que la biología les dé respuesta a problemas bioético-legales como el patrimonio genético, el arrendamiento de vientre, la eutanasia, el aborto, etcétera, ese día podremos hablar de la misma.
Bien entendamos que México es un país que ha sido golpeado por una evolución de sangre a través del narcotráfico, la corrupción, la pobreza y distintos problemas de orden social a los que no les han querido dar solución integral.
Las emociones no son un lujo biológico, nos damos cuenta de la falta de salud mental y como el sistema educativo ha olvidado enfatizar la inteligencia emocional en ello, nacemos inocentes pero dotados de las emociones, los primeros cinco años de vida son una vida entera, si en esos primeros años, vivimos en un entorno agresivo, sin protección y humillación lo sufriremos durante el resto de nuestra vida.
La salud emocional en Mexico no figura en los intereses de los políticos como en otros países de primer mundo. Técnicas como la escritura expresiva, que consiste en liberar emociones negativas tan solo con la escritura, durante 20 minutos, son una gran arma cuando el alumno no quiere ir o se le hace difícil asistir a un terapeuta.
Esto es un coctel entre la genética y nuestro entorno en el que nos desarrollamos. La detección es importante en el sistema familiar y educativo, ya que contando con ello podremos prevenir y ayudar al presente del país los niños.
Es importante dentro de la educación en cualquier nivel hablar de una bioética gestáltica.
Así que escribir acerca de nuestros problemas o en este caso del alumno ayudaría a no sentirse tan expuesto como el hablar, y así desahogarse encontrando la tranquilidad.
Es innegable, que, con el hecho de integrar la meditación a nuestro día, con el solo hecho de respirar, nuestro cuerpo se llena de oxígeno y se relaja. Técnicas relativamente sencillas que el sistema educativo no ha querido implementar.
Es un hecho que la responsabilidad entre padres y docentes, es compartida en el desarrollo del niño o joven en este caso, darse cuenta que trabajan en equipo y no son enemigos, el asumir responsabilidades es de vital importancia, para determinar el comportamiento en el presente y el futuro del individuo, dándole la libertad de elegir sin represión o agresión y solo siendo una guía en su vida.
Siendo libre de su actuar, pero a su vez asumiendo las responsabilidades que conlleva esto.
Es primordial el conocerse a sí mismo y el romper con círculos viciosos, que traemos ya encarnados como es la educación que nos dieron nuestros padres, muchas veces carente de amor y sí de mucha violencia, es primordial para los padres asistir a las llamadas “escuelas para padres” o cursar un proceso terapéutico, no estamos diciendo que todos debemos ir a terapia, pero si la terapia ayuda a los enfermos, ¿qué hará con los sanos?
Por ello dentro de la bioética, podríamos dar una luz de congruencia a través de la terapéutica GestalT sin ataduras, de ningún tipo.
En este orden de la bioética aprendida a través de herramientas, como la teoría, la medicina, el derecho y el proceso terapéutico como la Gestalt, la podríamos definir, como la congruencia adquirida, a través de una actitud distinta ante su propia vida, mediante del proceso terapéutico gestáltico, en su defecto la podemos llamar bioética gestáltica.
La formación del bioeticistas a través de un proceso terapéutico es primordial para poder encontrar esa congruencia de la que hablamos.
La congruencia la podemos entender como la coherencia, la relación o correspondencia entre lo que hablamos, lo que hacemos y lo que sentimos, es por eso que adoptamos la idea de una educación más humana y menos competitiva.
Por ende, a través, de la gestión de emociones, podremos aceptarlas tal y como son, sacándolas, cuando sea el momento sin dañar a terceros e implementándolas para nuestro beneficio, creando entonces una inteligencia emocional.
La Gestalt apareció como una reacción a la psicología conductista, que rechazaba la consideración de los estados subjetivos de consciencia a la hora de investigar sobre el comportamiento de las personas y pone énfasis en los efectos que el contexto familiar, y por extensión social y cultural, tiene sobre nosotros.
Fritz Perls y Paul Goodman fundadores de la Terapia Gestalt, propusieron cuatro fases para darle orden a la secuencia de figuras y fondos que se suceden en el proceso de contacto. Este proceso nace de una excitación fisiológica y va a producir la activación del proceso figura fondo.
El concepto de contacto en Terapia Gestalt, no hace referencia única y exclusivamente a la relación, sino a la formación de una figura de interés que destaca en el fondo del campo organismo con el entorno.
Así lo podremos observar como lo indica Jean-Marie Rebine, la formación de formas en el campo organismo y entorno.
El proceso de contacto representa, el paso de un sistema de ajustes conservadores a un sistema de ajustes creadores.
En la Gestalt el darse cuenta es una forma de conocer un poco más a propósito de nosotros mismos, es saber qué sentimos, qué percibimos, teniendo en cuenta lo que nos sucede tanto a nivel corporal como a nivel mental.
Esto para el bioeticistas le podría ser de gran herramienta para poder llevar a cabo, la solución de distintos problemas bioético legales que se le podrían presentar dentro de un comité de bioética o en su vida profesional y cotidiana. Tiene que llegar a sí mismo para poder llegar a la conciencia.
Para los fundadores de la Gestalt el darse cuenta significa:
Perls y Goodman al tratar de cuál es el sujeto-objeto de la Psicología, introducen el término agarenas el darse cuenta concediendo especial relevancia al contacto, fundamentalmente a la experiencia que se produce en la frontera contacto en la interacción entre el organismo y el entorno, todos estos contactos en acción son el sujeto-objeto de la psicología, lo que conocemos como consciencia parece ser un tipo especial de consciencia inmediata agarenas, una función de contacto cuando se producen dificultades y retrasos en el ajuste.
Con ello pretendemos que el bioeticistas, comprendiendo, los principios, bases, teorías y corrientes de la bioética sea congruente con cual toma para ejercerlo y tener un activismo y funcionalidad dentro de la misma.
El darse cuenta de sí mismo, comprende todas aquellas sensaciones, emociones y sentimientos que suceden dentro de nosotros, en nuestro organismo y nuestro entorno.
En definitiva, el darse cuenta es una forma que, para una persona común, le sirve en demasía, pero para el bioeticistas, le da conocer un propósito de nosotros mismos, como continuidad, dándose cuenta de que siente, que percibe, y que sucede en su interior y en el exterior.
La terapia, no es obligatoria para ser bioeticistas, sin embargo, daría luz al camino, en realidad la terapia puede ser el último recurso de la persona para salir adelante, y más para el bioeticistas que está entre palabras, teorías, suposiciones y conocimiento, más sin embargo hay aspectos ciegos a nuestra persona que la terapia nos puede enseñar, es decir solo viviendo la terapia y la bioética podríamos decir que es un bioeticistas congruente.
