CULTURA
Frustraciones afloran en las tribunas: El jugador numero 12, homofóbico y prosaico
Futbol, por Esteban Trelles Meza //
Lamentablemente el futbol mundial tiene desde siempre la errónea percepción de orden y conducta entre los espectadores que se recrudece en Europa con las hordas salvajes disfrazadas de aficionados que agreden verbalmente a los adversarios de los equipos contrincantes de clubes y representativos nacionales, que también lo hacen físicamente arrojando hielos, botes de cerveza y sodas, también monedas para lastimar a los propios jugadores de manera cobarde y mezquina.
Inglaterra tenía a los desadaptados “Hooligans”, orates desequilibrados, golpeadores y violentos que acompañaban a su representativo nacional en todas la justas mundialistas como “marabunta”, destruyendo a su paso en las ciudades negocios establecidos abiertos o cerrados, destruyendo vitrales, puertas, monumentos, reyertas con policías locales antimotines, golpeándolos y por ende encarcelados que la diplomacia de los ingleses con sus embajadas de inmediato los liberaban, dejando a su paso heridos y hasta muertos entre ciudadanos y cuerpos policiacos, por lo que la FIFA tuvo que intervenir y prohibir estrictamente que no se presentaran más estos personajes aparte de severas multas en Euros, al equipo nacional inglés por lo que terminaron de inmediato el acompañamiento de esos agresivos personajes incluyendo clubes en campeonatos de UEFA y Champion League.
Sudamérica no se queda atrás con los “hinchas y barras”, de enajenados que en sus propios países se revientan en broncas descomunales a lo largo de su historia, que los “hinchas” referidos donde se encuentran a sus rivales viene el pleito concretamente con el Boca Juniors y el River Plate que no solo es la rivalidad deportiva en cancha llenando sus estadios, sino llevar la violencia extrema a las calles contra quien se atraviese, principalmente sus adversarios, por citar un solo ejemplo que de la misma manera los uruguayos en su clásico Peñarol vs Nacional de Montevideo con el fanatismo de su “hinchada”.
En nuestro país “la sangre no corre al rio”, a pesar de eventos aislados a lo largo de sus historia futbolística con algunas gravedades con los equipos capitalinos UNAM y América en CU que hasta muertos hubieron con casi una decena de muertos (1985).
La descomunal bronca entre el clásico nacional América vs Chivas en el Estadio Azteca en semifinales que tras el tercer gol de Chivas en las postrimerías del encuentro y viéndose perdidos, los americanistas desataron tremenda bronca, incluso con “guaruras” de los capitalinos que el resultado gracias a la influencia de los de TELEVISA y su poder, castigaron a todo el equipo rojiblanco junto a su banca, teniendo que registrar jugadores de su filial Tapatío de segunda división jugando la final contra el equipo Puebla que gallardamente sucumbieron en serie de penaltis en muerte súbita siendo el jugador poblano Luis Enrique Fernández el autor del gol del campeonato (1982- 83).
Todo este tipo de situaciones lamentables y negativas son “pecatas minutas”, en comparación con europeos, americanos, africanos y asiáticos donde la conducta del espectador común llámese aficionados, son extremos y radicales.
Adentrándonos precisamente en la conducta y proceder de los nuestros (afición), piensan que con la compra del boleto pagado en un estadio les da derecho para gritar, insultar y agredir verbalmente al futbolista en cancha “mentándoles la madre”, junto al árbitro como si fuese una constante para desahogar sus emociones incluyendo objetos para agredir arrojados desde las graderías.
En el Estadio Jalisco desde su inauguración en los 60’s se alquilaban los cojines para sentarse en las graderías de cemento, que de repente se hizo costumbre arrojarlas a la cancha para agredir a jugadores y cuerpo arbitral, que los cuerpos policiacos municipales los llevaban detenidos teniendo que pagar una multa por alterar el orden público.
La vergüenza mundial con Selección Nacional actualmente lo es incluso en USA con nuestros connacionales con el grito homofóbico de “eeeeehhhhh pu…….”, que incluso recrudeció en el mundial de Brasil (2014) donde la FIFA intervino argumentando los federativos mexicanos que era un grito común y corriente sin denostar a nadie, situación completamente absurda no teniendo las agallas y el valor de la interpretación de la palabra en su connotación de homosexualidad.
Esta frase absurda nace en el propio Estadio Jalisco entre los equipos locales de Atlas y Guadalajara que ufana y orgullosamente un modesto aseador de calzado que tiene su local en el barrio de Santa Tere presume ser el autor intelectual que públicamente en TV lo ha manifestado, este personaje y la “porra” deben ser vetados de por vida, impidiéndoles la entrada a cualquier estadio de futbol, que lamentablemente en su momento, directivos, entrenadores, futbolistas, comentaristas y todos en general jamás nunca evitaron esa frase tan prosaica y majadera, que nace con el guardameta rojinegro Oswaldo Sánchez, que cambió la camiseta por la rojiblanca y en venganza dichos personajes lo insultaban cada que despejaba el balón de su área de meta, situación que nos puede dejar fuera del próximo mundial en QATAR 2022 con justificada razón.

