NACIONALES
De Alfaro a AMLO: La consulta popular, ni es consulta ni es popular
																								
												
												
											Con todo respeto, por Jorge Zul de la Cueva //
La verdad todo este mercadeo y politiquería en forma de preguntas cerradas me irritan profundamente el sistema digestivo, porque más que una consulta que tenga que ver con el rumbo y desarrollo del estado o del país, lo que plantean AMLO en lo nacional con el tema de los expresidentes y Alfaro en lo estatal con el drama del pacto fiscal son asuntos que de fondo no tienen que ver con el rumbo de nada, no modifican la vida orgánica de ninguna cosa sustantiva, no son torales y son, para decirlo rápido y en plata, prestidigitación, cuento y malabares. Son humo.
Pero si nos salimos del pacto fiscal, las implicaciones nacionales… Por favor, seriedad. Sabemos que nadie se va a salir del pacto fiscal porque no hay manera de generar tributación propia en el estado y nadie va a pagar dobles impuestos y en el fondo es una pesadilla logística. Insisto, es humo.
La militarización del país que sigue su curso de Calderón a la fecha es un problema y luchar para que no se siga ampliando es una causa. Hacer un campañón para responder una pregunta cerrada que hasta como pregunta es un dolor de muelas gramatical no es una causa, es propaganda.
Pero ni Alfaro ni AMLO hablan con seriedad del problema de la militarización o de la violencia que sacude al país y la lucha contra el crimen organizado. ¿Se imaginan una pregunta sobre si se debe o no perseguir a los capos de la droga? Eso no tiene sentido porque a los criminales se les investiga, ¿verdad?
En lo nacional, el primero de agosto se realizará la consulta para saber si el pueblo de México está de acuerdo con indagar las acciones de los ex presidentes de lo que el gobierno actual ha llamado “periodo neoliberal”, lo que sea que eso signifique más allá de ponerle etiquetas a los malos, a los enemigos, a aquellos de los que debemos cuidarnos porque toda épica necesita villanos.
Para la consulta se requiere la participación a nivel nacional del 40 por ciento del padrón electoral, es decir 37 millones de votos, de lo contrario quedará en nada.
¿Pero de qué va, qué nos están preguntando? Pues en teoría quieren saber si nos late que se indaguen las acciones de Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Que se indaguen las acciones, que se les investigue pues y ya, nomás eso.
La forma en que se pregunta es por demás odiosa, no es clara, no es sencilla y es hasta un poco cómica porque raya en el absurdo: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”.
Media hojita para hacernos a todos esta cremosa interrogante con un costo de 890 millones 472 mil pesos.
Terrible. ¿Cuáles son las acciones pertinentes? ¿Neta tenemos que decir “Con apego al marco constitucional”? ¿No es evidente que no se puede hacer sin apego al marco constitucional?
Lo que sigue es francamente un laberinto interpretativo. ¿Cuáles son los procesos de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados? ¿Qué quiere decir eso? Ya mejor pregúntenos si consideramos viable un estudio para demostrar que es cognoscible el ser.
Finalmente ¿Por qué tienen que consultarnos sobre la viabilidad de un proceso encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas? Según yo, siempre tendríamos que andar, como nación, encaminados a la garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas.
Y esta será la primera consulta popular realizada a nivel nacional cuya supuesta intención es someter a investigación y, en su caso, proceso judicial a los últimos cinco expresidentes de México.
Detengámonos aquí un momento y recordemos que “No hay nada más engañoso que una obviedad” como decía el famoso Holmes en las novelas de Conan Doyle. Aquí se trata de otra cosa. Esto no es una consulta, es una ratificación de mando, un despliegue de poder, de músculo y de fuerza, uno más.
Lo que hace en este caso AMLO es lo que le sale tan bien y creo que uno de los elementos clave de su popularidad: controlar como director de orquesta la narrativa imperante.
Aquí se habla de lo que el presidente quiere y lo que quiere es que los malos estén enfrente, que el enemigo a vencer no sea la 4T sino los neoliberales, el coco y eso lo está haciendo bien.
AMLO como timonel del barco de nuestras preocupaciones, nos lleva a los mares de sus intereses, para que nos concentremos en su agenda y tengamos siempre a la vista a sus enemigos. No es una mala estrategia de comunicación y sus enemigos no han logrado enfrentarlo porque no son tan buenos en eso y han probado ser absolutamente incapaces de generar una épica propia.
Lo que logrará AMLO si le sale bien la consulta será mostrar músculo, dejar claro que tiene consenso y cuenta con inmenso apoyo popular para sus asuntos, ese es el quid.
En el caso de Alfaro y su pregunta “¿Estás de acuerdo en revisar la política fiscal estatal para que el Congreso del Estado de Jalisco decida si Jalisco se mantiene adherido a los convenios de coordinación fiscal, se negocian nuevas condiciones o se dan por terminados?” Nos leemos la próxima semana.

