OPINIÓN
De Aristóteles a Alfaro, Charros y el beisbol
Mujeres y Hombres del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
Después de 25 años de ayuno béisbol profesional en Jalisco, los amantes al rey de los deportes de pronto tenemos la oportunidad de poder disfrutar de nuestro deporte predilecto todo el año y con muy buenos equipos representativos en las dos grandes ligas del país, con Charros y Mariachis.
Guadalajara junto con Monterrey son las dos primeras ciudades en México que tienen béisbol profesional todo el año. La pregunta es: ¿Se mantendrán? Espero que sí y el tiempo me dará la respuesta, quiero que sea positiva.
Charros regresó al béisbol profesional allá por 2014 y para que esto fluyeron tres personajes (Armando Navarro, Salvador Quirarte y Aristóteles Sandoval). Hoy Aristóteles ya no está y sin él hoy no disfrutaríamos las emociones de este deporte con Charros.
Armando Navarro, quien había sido gerente de Charros en la Liga Mexicana de Beisbol con Memo Cosío como presidente y empresario beisbolero, fue el que mantuvo la flama prendida en su sueño de que el béisbol profesional regresara a Jalisco.
Salvador Quirarte llega por decisión del entonces Gobernador Aristóteles Sandoval, y quien hizo lo necesario para que Jalisco aportara el estadio de béisbol digno de la Liga Mexicana del Pacífico. Así fue, así sucedió y aquel sueño de Armando se hizo realidad.
Así se fue armando un equipo de accionistas encabezados por estos dos personajes. Y durante 6 años el gran poder en Charros se llamó Salvador Quirarte Villaseñor, quien le dio la dimensión social y empresarial a Charros con un extraordinario manejo de la mercadotecnia del béisbol, convirtiendo a Charros en un espectáculo con un alto impacto social.
A Quirarte se le permitió todo el poder, sin freno, hasta que alguien le pidió rindiera cuentas. Y allí empezaron los problemas y es muy posible que termine en el fin de aquella sociedad tan exitosa en lo deportivo y lo social.
No voy a adentrarme en este punto y más bien hoy me refiero al futuro y viabilidad de Charros que está en dos mesas: la del Gobernador Enrique Alfaro y de Omar Canizález, presidente de la Liga Mexicana del Pacífico.
El futuro de Charros ya no depende de la voluntad de Salvador Quirarte ni de Armando Navarro. Se les dio la oportunidad de que se pusieran de acuerdo, negociaran, pero no tuvieron capacidad ni la cabeza fría para hacerlo.
Hoy hay otro grupo de empresarios que tienen la oportunidad de incursionar en el béisbol para darle viabilidad a Charros de Jalisco. Y allí el Gobernador Alfaro tiene la potestad para decidirlo, porque representa los intereses del estadio para que se juegue, como lo hizo en su oportunidad Aristóteles Sandoval. Obviamente que quienes entren de bateadores emergentes tienen que contar con su confianza y si somos realistas, no hay de otra. Como alguien me dijo: el poder es para poder y Alfaro no pasará a la historia por haber sido el Gobernador que dejó ir el béisbol profesional, con todo y que el futbol sea su pasión.
Alfaro es un hombre inteligente y tiene visión de Estado. El béisbol debe seguir en Jalisco, eso lo tiene muy claro. Y escucha a gente que quiere al béisbol, gente sensata, por eso creo que el conflicto entre accionistas quedará superado, pero con otro grupo. ¿Cuánto les darán por sus acciones a Quirate, Navarro y otros socios menores?, pues no será lo que pudieron haber recibido, si hubieran dejado los sentimientos y otros apetitos de lado. Será mucho menos.
El nuevo grupo empresarial requiere de “un Quirarte” -no en la administración de recursos- para la presidencia o gerencia, que tenga esa visión tan clara de que el béisbol, además de deporte profesional es un espectáculo familiar y que debe estar conectado con los negocios, lo cual Chava, hay que reconocerlo, lo hizo muy bien.
Lo otro, es para otros análisis.
Muy pronto seguramente sabremos quiénes serán esos empresarios que se quedarán al frente de Charros. El colega Jaime Barrera, hace unos días abordó el tema y preguntó sobre la llegada de El Alfarismo en el Beisbol y se atrevió a dar varios nombres de quienes podrían convertirse en los accionistas.
Es obvio que algo al respecto se está moviendo y en estos días se podría cerrarse un capítulo de Charros y empezar uno nuevo, con nuevo grupo accionario, palomeado por la Liga Mexicana del Pacífico que no dejará que Guadalajara deje de ser plaza beisbolera, después de que se demostró su viabilidad y trascendencia.
Esperemos que el nombre de Charros se mantenga, cuyo propietario de la marca es Armando Navarro. Sin embargo, existe también la posibilidad de que el equipo tenga otro nombre, si no se llegara a un acuerdo. Charros es patrimonio de los jaliscienses.
Concluyendo: creo que Guadalajara seguirá formando parte de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), pero habrá cambio de accionistas. Como dice la canción, unos que vienen otros que van, finalmente las obras quedan y la gente se va, pero la vida ya no sigue igual.
Ayer fue Aristóteles el que nos trajo el béisbol con Quirarte y Armando Navarro, hoy es Alfaro y otros directivos los que seguirán. Así es la vida y el béisbol es parte importante de ello.
