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OPINIÓN

El autoritarismo y el poder: La jaula de oro, a prisión por abuchear el himno nacional

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Por Jorge López Portillo Basave //

Mucho hemos hablado del éxito económico de China y a veces nos olvidamos de lo que es un régimen autoritario. De hecho, pronto podríamos verlo en todo el mundo. Los pueblos que no conocen la historia y los que no la inculcan están condenados a sufrir lo que otros ya pasaron.

El éxito económico de China no sólo se debe a su sistema mixto, sino a que los países más ricos mudaron sus capacidades de producciones a ese país para poder revender en los países con mayores ingresos lo que allá fabricaban esa fue la clave, mercados ricos con productores pobres.

Naturalmente ahora ya hay ya una importante y creciente clase media que fue la que nació a partir de la creación de empresas permitidas o promovidas por el Estado, lo que a su vez fue generando esa riqueza acumulada con productos que se consumían en todo el mundo, pero en especial en los países que antes eran fabricantes. Y qué decir de la clase alta, esa ahora es muy rica, suntuosa y creciente pero siempre dependiente del poder.

Los súper millonarios de China ya rivalizan en número con los de EUA y si contamos por ciudad, Hong Kong, sin problema compite con New York.

EL AUTORITARISMO

Sin embargo, no debemos olvidar lo que se ha visto y vivido, para muestra un botón. Hace unos días se encarceló a un joven por el delito de haber abucheado el himno nacional de China al momento de que éste se entonaba por televisión en un centro comercial de Hong Kong.

¡Así es! Su delito fue abuchear el himno. Lo más interesante es que en dicho centro comercial se encontraban miles, en verdad miles de personas como se puede ver en las fotos, con motivo de la transmisión en vivo de entrega de medalla de oro a un ciudadano chino en las Olimpiadas. Poco importa la restricción por las nuevas variantes del Covid19 cuando se trata de promover el nacionalismo.

Esto nos hace recordar que en muchos países están de nuevo en cierres parciales, pero para un régimen autoritario las medidas de salud deben estar acompañadas de las que convengan a la seguridad del régimen y qué mejor que las justas deportivas internacionales para mostrar que China es exitoso frente al mundo. Para eso no hay problema, puede haber reuniones de miles codo a codo. Lo mismo sucedió hace unas semanas con motivo de la celebración del centenario del Partido Comunista Chino.

Obvio en algunos países se ha permitido quemar edificios o golpear a personas durante los problemas raciales del 2020 pero si usted anda sin mascarilla, es necesario que sea arrestado. Pasar por encima de personas o negocios inocentes para demostrar nuestra libertad está bien, pero el cuestionar las medidas del poder eso no.

Y si uno cree que el ser multimillonario te hace inmune, pues tampoco. En la misma semana y para que no quede duda de que el Gobierno Central de China habla en serio de perseguir a los que alboroten el gallinero, sentenció a 18 años de prisión al empresario Sun Dawu, quien fue acusado desde el 2019 de causar alborotos hasta ocupación de tierras ilegal. El Señor era uno de los granjeros más acaudalados de dicho país y por años gozó del beneplácito de los poderosos, pero en años acusó al gobierno de haber ocultado el contagio de la fiebre porcina africana. De hecho en ese mismo 2019 se le acusó de haberse enriquecido por propagar los contagios en animales sanos, supuestamente para recibir los apoyos del gobierno en lugar de vender su producto.

La acusación coincidió con declaraciones del empresario, quien ya había tenido desencuentros con las autoridades al acusarlas de violaciones a los derechos humanos cuando la policía entró a una de sus granjas y se enfrentó a golpes con sus empleados, quienes trataban de evitar que las autoridades derribasen su fuente de trabajo. Dawu no entendió el mensaje y poco después fue procesado y ahora es sentenciado.

Los más de nueve mil empleados deberán de entrar a trabajar con otro patrón que seguro no tardará en sustituir al caído en desgracia. Después de todo el Estado tendrá que sustituir el producto en algún lado.

Otros empresarios han padecido la misma medicina, no importa si eran o no amigos del Presidente Xi, si caen de su gracia eso basta.

EL AUTORITARISMO NO CONOCE LÍMITES

Si usted cree que es el comunismo o el socialismo el que limita a los que no comparten las ideas del poderoso, está usted mal informado. Lo mismo hizo la derecha extrema, la religión fundamentalista, fascismo y antes el feudalismo y de hecho cualquier fanatismo que prefiere silenciar en lugar de convencer.

Dios mismo nos dio con la vida, el regalo más importante que es el libre albedrío. En el covid19 estamos viendo cómo la libertad se cancela, se crean fanatismos, se crean divisiones, libertinaje y claro se crean revueltas.

El único credo del autoritarismo es el poder y su adicción a éste.

El poder tiene muchos amigos pero la adversidad es casi solitaria. Los fantasmas del autoritarismo y la tentación de imponer nuestra santa voluntad se hacen presentes. Qué decir del uso del poder público para favorecer a empresas o perseguir opositores, todos temas comunes en China y que no son ajenos en las democracias de occidente.

Sirva este espacio para saludar al creador de Wikileaks, Julián Assage, que difundió abusos de poder en todo el mundo, que sirvió a muchos gobiernos para exhibir a otros gobiernos o a los que en ese momento lo eran. Pero hoy cuando está en prisión por difundir lo que otros le dieron, incluso cuando estos segundos fueron perdonados, él sigue en prisión por el delito de darnos información que todos usamos y también difundimos, desde Trump hasta Xi Jinping.

Desde Biden hasta Castro y Merkel. Pero casi nadie del mundo del poder le tiende una mano al que se atrevió a difundir el asunto del Pegasus, del Panamá papers y tantos otros escándalos más. La gente como Assage es peligrosa para el poder verdadero y por eso debe ser un castigo ejemplar.

A Julián no se le encontraron millones de dólares producto del gobierno, ni se le olvidó declarar sus ingresos o pagar impuestos, no se le encontró el murciélago que creó al Covid19 pero estoy seguro que con otros Assage podríamos saber la verdad del Covid19 y de tantas cosas y por eso es que su ejemplo es peligroso incluso para los que escribimos sobre él. Mejor me sumo y digo que es un delincuente no sea que a mi también me caiga la maldición.

Cuando muera Julián Assage habrá muchas primeras planas en el mundo muchos lo elogiarán, incluso aquellos que hoy podrían hacer algo por él, pero no se equivoque lo harán para deslindarse de su propia responsabilidad o de su propia indiferencia.

La verdad es que todo se perdona menos el enfrentarse al poder y perder. Si Assage apoya a los que ofendió, eso podría conseguirle su libertad. Pero de gratis nada. Las altas burocracias no trabajan para cumplir la ley sino para aplicarla con la medida que mejor les ajuste.

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