La terapia psicológica como herramienta liberadora

Educación, por Isabel Venegas //

Las emociones y sensaciones que hemos experimentado durante y tras la pandemia, nos obligan a reflexionar sobre nuestros procesos psicosociales, porque a partir de ello podremos ser conscientes sobre la manera en la que estamos ayudando a los más jóvenes y a los niños a manejar estas nuevas crisis.

Un amigo me decía -“Cuando yo estaba chiquito, el psicólogo era la chancla de mi mamá”, no había posibilidad de que nos llevaran a terapia, ni siquiera estaba en el menú de elección, por lo que nadie se planteaba el estar deprimido o con ansiedades.

Si bien es cierto que la economía de la mayoría de los hogares no tenía margen para terapias psicológicas, esto se vincula con el hecho de que dentro del marco sanitario no se tenga contemplado como parte del esquema de salud básica, mismo que debería asegurar la cobertura y el acceso universal.

Aunado al tema de la economía nacional, también estaba el tema de la oferta de mercado; ahora podemos encontrar un abanico de posibilidades que se derivan de la propia evolución y diversificación de los estudios psicológicos en función de las problemáticas que cada uno de los sectores y situaciones; por ejemplo, el tema de la hiperactividad infantil y su impacto en la educación, sus implicaciones en los manejos de disciplina escolar y familiar, los trastornos alimenticios, la depresión, el bajo aprovechamiento escolar, o la violencia en sus diferentes ámbitos y formatos.

Problemáticas que a los investigadores sociales les ha tomado años de análisis, con la finalidad de encontrar alternativas a la medicación de pequeños que se enfrentan a una cantidad descomunal de estimuladores que los mismos padres de familia, tutores y educadores, no hemos sabido controlar.

Necesitamos conocer más sobre las posibilidades que cada uno de los tipos de terapias ofrecen, para poder atender las problemáticas que vivimos acorde a los objetivos personales y familiares que cada quien se ha trazado:

• Psicoterapia conductista. Pretende modificar las conductas que entre padres y tutores identifican como negativas, estableciendo estrategias como las de los sistemas de recompensas, el castigo y premio simbólico y técnicas como la de “tiempo fuera” para poder resolver situaciones difíciles.

• Desarrollo de habilidades sociales. Cuando se hace evidente una desconexión con los seres que lo rodean y se observa una serie de problemáticas relacionadas con ello, se sugiere comenzar con un programa de reversión a través de la puesta en práctica de mecanismos orientados a desarrollar comportamientos adecuados para la sana convivencia.

• Desarrollo en crianza positiva. Es un estilo educativo basado en la generación de respeto entre padres e hijos, evitando la violencia física y psicológica. La crianza positiva invita a la apertura del diálogo, la evasión de castigos y la aplicación de límites con amor.

• Psicoterapia. La psicoterapia es una herramienta que proporciona la oportunidad a los niños, niñas y adolescentes, para que se expresen sobre los temas que les causan conflicto, que hablen sobre sus emociones y a través de esa exploración puedan abordar de manera directa sus patrones de conducta negativos.

• Terapia familiar. Dinámicas en individual y en conjunto, para analizar las mejores formas de convivencia. Diálogo en espacios de respeto y límites, de análisis profundo y manifestación de las expresiones que son más vinculantes entre los miembros del núcleo familiar.

Las alternativas entonces, son una muestra de cómo y cuánto ha avanzado la ciencia no solo en los temas de tecnología y aplicaciones materiales, sino en el ámbito de las humanidades, las ciencias sociales y sus problemas cotidianos, tal vez agravados por el mismo uso desmedido de la tecnología.

En la actualidad una gran falta de reflexión espiritual, de introspección, de silencio para la autoevaluación, impiden a los adolescentes y jóvenes ubicar sus estados de ánimo, así que si un compañero de la escuela les dice que lo que tienen es “depresión” con eso se quedan. Un diagnóstico, breve, mal hecho y por ende, mal atendido.

La cantidad de exposición a medios audiovisuales con imágenes y sonidos de alto impacto puede afectar seriamente la maduración cerebral de un bebé que trata de establecer características y diferencias entre todo lo que va observando, niños que en un abrir y cerrar de ojos se habrán convertido en adolescentes retraídos, solitarios y con conflictos para expresar sus emociones; adolescentes que se enfrentan a un mundo totalmente diferente del que a nosotros nos tocó vivir.

Nuestros niños, niñas y jóvenes requieren de un acompañamiento y soporte no solo intelectual, sino emocional. Ambientes escolares, de trabajo y de deporte, deben procurar tener gabinetes de apoyo psicológico y áreas para la reflexión y el silencio, por ejemplo, en las escuelas lo más parecido a eso son las bibliotecas (cuando las hay) o la dirección… a estas alturas, ya deberíamos haber implementado más y mejores alternativas.

Mat. y M. en C. Isabel Alejandra María Venegas Salazar

E-mail: isa_venegas@hotmail.com