OPINIÓN
Discriminación y simulación
Luchas Sociales, por Mónica Ortiz //
Jalisco implementa como medidas de prevención ante la ola de la variante Ómicron, la reducción de aforos y la presentación del certificado de vacunación, prueba PCR negativa o última boleta de aplicación de vacuna, para que los ciudadanos puedan asistir a las actividades que sean de su preferencia o necesidad social.
Sin embargo existe la otra cara de la moneda, inician clases presenciales en el sistema educativo de manera escalonada, las oficinas gubernamentales y de servicio a la población se encuentran activas, los centros de trabajo de todo tipo laboran sin cierres, guardias, horarios específicos o medidas extraordinarias, nos queda claro que las actividades económicas, laborales, sociales, culturales, educativas y de recreación, no pueden frenar una vez más en el Estado, ante el contagio masivo de la nueva variante de Covid-19.
En este sentido, habrá que analizar aspectos de fondo en las medidas tomadas por los gobiernos locales, las cuales por ningún motivo deben promover la división social o la discriminación, entre los que pueden y los que no tienen acceso a cuestiones primarias como la tecnología básica, incluso para acceder al esquema de vacunación bajo un registro en línea, imprimiendo formatos, descargando certificados o bien enterarse y trasladarse a los módulos de vacunación en la campaña correcta a su edad y condición; situaciones de hecho que marcan la brecha de desigualdad en Jalisco, existen sectores sumamente vulnerables en pobreza, los que posiblemente no han logrado atender a las realidades sanitarias y de salud, a causa de su condición y limitaciones que no les permite acceder de manera fácil y oportuna a las jornadas de vacunación, en la mayoría de los casos ni a la atención médica básica en temas de contagio por Covid-19 o algún otro padecimiento.
Para el gobierno estatal, todos sabemos leer y escribir, contamos con medios de transporte, poseemos Internet, computadora, celular, impresora y televisión para conocer de los que nos toca como sociedad, la realidad es que no, las medidas recién tomadas son para una población socialmente idealizada que asiste a bares, restaurantes, conciertos, eventos deportivos o masivos y que por lo tanto es privilegiada, obtiene libre acceso portando un certificado de vacunación, boleta o prueba, bajo estás grandiosas medidas de cuidado y prevención enfrentamos la ola de Ómicron en Jalisco.
No obstante, de que las medidas emitidas por la mesa de salud en Jalisco, son simuladoras de la prevención efectiva o del combate a los contagios masivos en la sociedad, realmente no impiden la saturación de hospitales públicos y privados ni garantizan la atención médica durante esta emergencia sanitaria, parecieran más un acto recaudatorio en contra de los lugares o establecimientos que ahora tienen por obligación que solicitar a sus clientes un certificado de vacunación, boleta o prueba negativa, para obtener sus servicios, como si en realidad eso detuviera lo que vivimos ante este contagio por la variante Ómicron.
Ni dos dosis más un refuerzo evitarán el contagio, sí previenen la gravedad, la hospitalización y el índice de mortalidad, por lo que la lógica de la prevención y las medidas instauradas resultarán poco efectivas y son claramente evasivas de la situación, a los que tienen la posibilidad económica y social de la recreación o el esparcimiento les regalaron un curita llamado certificado de vacunación, donde el gobierno atiende parcialmente, garantizando que las personas alrededor estén vacunadas o sean negativas, mientras tanto en el mundo real la brecha de desigualdad, discriminación y desatención del gobierno elitista que ostentamos, se refleja en familias enteras contagiadas, asistiendo a la escuela y a sus actividades laborales ya sea en el sector público o privado, diligencias que no requieren certificados.
En este contexto, debemos razonar que la responsabilidad del cuidado familiar y personal empieza por cada ciudadano, ya que el Estado no está atendiendo de raíz el problema de contagios masivos en esta ola de Covid-19 y su nueva variante, sesionan en una mesa de salud estatal sin atacar los puntos sustanciales y de manera muy generalizada, simulan medidas de protección y prevención que en el fondo no tiene resultado positivo en este reto pandémico.
Mientras, la población en general y los sectores vulnerables en Jalisco sufren y enfrentan sin garantías los contagios de familias enteras; mil historias de vulnerabilidad, discriminación y falta de acceso podríamos valorar en Jalisco, bajo una disposición nula de prevención como imprimir tu certificado y atender a la vida social, cuando la realidad de las personas es lo laboral, económico y familiar.
El enfoque del gobierno debe ir encaminado al acceso en las jornadas de vacunación para sectores vulnerables, la sensibilización laboral en los centros de trabajo públicos o privados, la atención médica oportuna, deberían ser algunas de las muchas circunstancias importantes que produzca la mesa de salud, para toda la población en Jalisco; porque salir a comer, divertirse o distraerse socialmente esa es responsabilidad individual.
