OPINIÓN
Tres lecciones sobre la construcción del AIFA
																								
												
												
											Opinión, por Iván Arrazola //
La inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles pasará a la historia como uno de los momentos cumbre del mandato del presidente López Obrador, dicha obra se considerará el principal legado del presidente y se caracteriza por dos aspectos, el tiempo récord en que se construyó y la opacidad en el manejo de los recursos. Por tal motivo es conveniente analizar las claves que le permitieron sacar adelante este proyecto a pesar de los cuestionamientos.
En primer lugar, Se intentó dotar de legitimidad una decisión que el presidente ya había tomado anticipadamente. El presidente decidió impulsar una “consulta nacional” fuera de toda norma jurídica en la que se preguntó a la ciudadanía si se estaba de acuerdo en cancelar la obra del Aeropuerto de Texcoco que hasta ese momento llevaba una tercera parte de avance.
Con poco más de un millón de personas que participaron en la consulta, 70 por ciento se decantaron por el no, sin controles sobre el número de veces que se podía votar, sin una distribución equitativa en el número de casillas, concentrando la votación en estados dominados por el partido en el poder y sin la presencia del órgano encargado de realizar procesos de consulta en el país, se tomó una decisión que costó cerca de 113 mil millones de pesos.
En segundo lugar, a diferencia de sus antecesores, el presidente pudo continuar con la construcción del aeropuerto a pesar de la oposición de colectivos sociales como #NoMasDerroches que presentaron amparos por la construcción del aeropuerto en Santa Lucia. Para el gobierno fue más sencillo derrotar a estos grupos en los tribunales.
Prácticamente no hubo resistencia de comunidades como ocurrió en el caso de los campesinos de San Salvador Atenco, que generaron una fuerte crisis en el sexenio de Vicente Fox por la expropiación de tierras, lo que finalmente obligó a la cancelación del proyecto al primer gobierno de alternancia. Un elemento que pudo contribuir para evitar mayores conflictos con estos grupos fue que el grueso de las obras se ejecutó en instalaciones militares.
Por último, el presidente decidió que fueran las fuerzas armadas las que se encargaran de la construcción del nuevo aeropuerto, esto tuvo como efecto directo, no poder conocer a quienes se les asignaron los contratos para su construcción. La decisión de encargar la obra al Ejército es porque es la institución en la que más confían los mexicanos y para evitar la corrupción que se dio en administraciones anteriores, mencionó el presidente.
La obra originalmente costaría 75 mil millones según lo dicho por el presidente, de acuerdo con información de la SHCP hasta el momento se han gastado 104 mil millones de pesos y no se han concluido las obras. Mexicanos Unidos contra la Corrupción revisó 1,233 contratos que la SEDENA asignó para la construcción del aeropuerto, 77 por ciento se asignó por invitación restringida y 23 por ciento por asignación directa.
Este panorama ilustra como se pudo concluir una obra, controlando cada uno de los factores que podían ser un obstáculo para la realización de la misma, a diferencia de sus antecesores el presidente hizo gala del oficio político, también hay que decirlo, tuvo como apoyo fundamental un Congreso con mayoría de su partido que le aprobó un presupuesto ilimitado para la construcción de la obra, prueba de ello son la desaparición o recorte de otros programas pero no a las obras insigne del presidente, y ante cualquier cuestionamiento sobre el uso de los recursos ha desestimado las denuncias, renunciando con ello a su facultad de vigilar y sancionar las acciones del ejecutivo.
Desde el punto de vista democrático quedará bajo la sombra de la opacidad cómo fueron asignados los contratos para la realización de la obra, también generará polémica el hecho de que los ingresos que se generen por el uso del aeropuerto serán manejados por los militares, con ello al considerarse información de seguridad nacional, la ciudadanía estará imposibilitada para conocer cómo es que se manejarán dichos recursos ya que se reservará.
Por último y no menos importante es que aunque la obra ya se inauguró faltan muchos detalles para que el aeropuerto esté concluido, a los medios se les ha limitado el acceso a la obra para conocer cómo es que está operando, todo esto rompe con un principio democrático que es fundamental y se llama transparencia y que será el elemento faltante en esta obra gubernamental.
