OPINIÓN
San Juan de Dios
Opinión, por Miguel Ángel Anaya Martínez //
El Mercado Libertad, conocido como San Juan De Dios, es el mercado techado más grande de América Latina y es ícono del comercio en el occidente del país. Aunque el edificio que hoy conocemos se inauguró en 1958, originalmente el mercado se fundó a finales del siglo XIX para albergar a los comerciantes que se instalaban a la orilla del río “San Juan De Dios”.
En ese entonces -1880- el alto crecimiento de la ciudad atrajo a un mayor número de vendedores ambulantes, por lo que fue necesario que los comerciantes tuvieran un lugar techado donde ofrecer sus productos, así comenzó la historia de este centro de venta y de convivencia. En ese entonces los giros comerciales se reducían a verduras, frutas, carnes y objetos de uso cotidiano.
Para principios del siglo XX la Perla Tapatía tenía un constante crecimiento y al término de la revolución mexicana la ciudad sentía la necesidad de modernizarse; así fue como en 1925 el Gobernador José Guadalupe Zuno ordenó que la edificación construida años atrás fuese demolida para levantar un nuevo mercado. En este nuevo inmueble ya se podían encontrar artesanías y mayor variedad de productos, sin embargo, la cantidad de usuarios dentro del centro de comercio más grande del país hizo que este nuevo mercado se quedara corto ante las necesidades de los tapatíos.
Finalmente, durante el gobierno de Agustín Yáñez se realizó la construcción del edificio actual, mismo que fue diseñado por el Ingeniero Alejandro Zohn, el mercado fue inaugurado en 1958 y la expectativa popular era tan alta que el Presidente Adolfo López Mateos vino a la ciudad para inaugurarlo. Para 1959 el mercado Libertad contaba con más de 1,700 locales en poco más de 3 mil metros, la arquitectura es única en su tipo por el diseño, acomodo y espacios designados dentro del centro comercial. Para 1980 el arquitecto José García Tirado tuvo a cargo la ampliación del mercado Libertad, aumentando el número de locales colocando giros comerciales en el tercer nivel del mercado.
En el año 2003 el inmueble estuvo a punto de ser demolido por autoridades que buscaban remodelar el espacio, sin embargo, la organización de distintos locatarios y colectivos logró que en el año 2005 el edificio fuese declarado patrimonio artístico de la nación por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), esto debido a que la arquitectura y cultura contenida dentro del espacio público, hace de San Juan de Dios un lugar único en su tipo.
Hay que señalar que mercado Libertad ya ha tenido antecedentes de incendios, en los años setenta sucedieron dos incidentes que dañaron a cientos de locatarios, sin embargo, el empuje de las y los comerciantes, la coordinación de las autoridades y la cooperación de ciudadanos dispuestos a comprar en comercios locales logró que el mercado se levantara de este tipo de situaciones. En la actualidad el mercado Libertad alberga alrededor de 3 mil locales donde se venden todo tipo de productos, desde frutas, artículos de piel, dulces tradicionales, ropa, joyería, etc. Entrar al mercado libertad es encontrar un pequeño mundo que se abre entre artesanías, gastronomía de todo tipo y productos de consumo cotidiano, el mercado es tan único que solían decir que no es que San Juan estuviera en Guadalajara sino que Guadalajara estaba en San Juan.
En casi siglo y medio de historia, San Juan de Dios ha pasado por reconstrucciones, remodelaciones, siniestros, manifestaciones, etc. Pero, sobre todo, más que un mercado ha sido un centro de convivencia, de recreación y de expresiones culturales atrayendo eventos artísticos de todo tipo, es el corazón de nuestra ciudad.
El percance ocurrido en días pasados obligará a cambiar algunos paradigmas, pero estoy seguro de que San Juan se levantará nuevamente, que será más fuerte que antes, que tendremos mercado para rato y que la etapa de reconstrucción y reacomodo nos llevará a tener el espacio público que todos queremos y que Guadalajara se merece.
