OPINIÓN
Poca agua, mucha basura
Opinión, por Miguel Ángel Anaya Martínez //
Si hablamos de problemáticas que enfrenta nuestro estado y que son urgentes de resolver -además de la evidente inseguridad que se vive diariamente- no podríamos dejar de mencionar el tema de la generación de basura y el manejo de todo tipo de desechos.
La Zona Metropolitana de Guadalajara produce más de 5,300 toneladas de basura diariamente y a más del 90 por ciento de esta no se le da el tratamiento adecuado, afectando directamente la calidad del agua y del aire en las zonas aledañas donde se almacena provocando un riesgo sanitario para miles de personas.
Según el Plan de Acción Climática Metropolitana para el año 2030, la Zona Metropolitana de Guadalajara debería reducir un 30 por ciento la cantidad de residuos que se llevan a enterrar a rellenos sanitarios, sin embargo, esto no es así, el trabajo de los municipios no ha sido parejo, mientras que Guadalajara y Zapopan han promovido campañas de concientización que han llevado a mayor reciclaje o menor generación de desechos, en el resto de municipios de la Zona metropolitana la recolección ha aumentado; solamente en Tlajomulco, la acumulación de desechos sólidos pasó de 400 toneladas diarias en 2018 a 666 en 2020, evidentemente el aumento de población genera mayor cantidad de desechos, pero un incremento tan drástico en la generación de basura es un foco rojo que deben atender las autoridades.
En las últimas semanas se ha puesto sobre la mesa la creación de un nuevo vertedero que concentre a todos los desechos sólidos de los distintos municipios de la ciudad, incluso se habla que es cuestión de semanas para la presentación de un mega proyecto, este punto es realmente importante, pero, si seguimos generando basura en las cantidades que lo hacemos actualmente no habrá vertedero que alcance, se debe cambiar el chip de las empresas, gobierno y ciudadanos si queremos combatir este problema desde la raíz.
La semana pasada escribí sobre la escasez y la mala calidad de agua en nuestro estado, la escasez se debe al aumento poblacional, a la falta de una infraestructura hidráulica adecuada y a la mala administración de este líquido, pero, la mala calidad del agua va directamente relacionada a como gestionamos la recolección y tratamiento de residuos en el estado, hace unos días la Secretaría del Medio Ambiente daba a conocer que Jalisco cuenta con un inventario de 3 millones de cerdos, los cuales producen una carga contaminante comparable a la que generaría una ciudad de dieciocho millones de habitantes, de manera increíble la gran mayoría de estos desechos se arrojan al río Santiago sin tratamientos previos.
¿Qué se está haciendo para combatir este problema?
Por si fuera poco, en 2020, solamente la mitad de los municipios del estado contaban con el servicio de tratamiento residual de aguas, lo que posicionó a Jalisco en el lugar 17 del país en cuanto a cobertura de este servicio, este lugar en el tablero para un estado que representa a la cuarta economía nacional debería ser al menos, preocupante, el crecimiento económico debe ir ligado con el desarrollo de bienestar y calidad de vida de los ciudadanos.
El manejo de residuos y la calidad del agua son dos temas realmente urgentes de la agenda estatal y federal y deberían ser prioritarios en los presupuestos de los gobiernos en turno; si bien, los ciudadanos jugamos un rol importante en la separación de desechos y el ahorro del agua, corresponde a las autoridades de distintos niveles generar políticas públicas para promover el reciclaje y la reutilización de basura, les corresponde mejorar la infraestructura para lograrlo y presentar y ejecutar los planes para dar soluciones a corto, mediano y largo plazo. Una ciudad que crece y crece, merece planes y soluciones para los retos que enfrenta día a día. Pongamos atención y tomemos acción.
