CULTURA
La polémica siempre presente: El decadente arbitraje mexicano
Futbol, por Esteban Trelles Meza //
El tema del arbitraje en nuestro país se remonta en los años 60’s cuando era evidente y contundente la consigna que tenían los silbantes para favorecer en sus decisiones a un solo equipo que ejercía de manera abrumadora y autoritaria el poder (aun lo hace actualmente ampliando ahora grupos de intereses creados), en el equipo más influyente del futbol mexicano respaldados por su empresa Televisa como lo es el equipo América desde siempre.
La Comisión de Arbitraje con el titular en turno siempre ha sido polémica y controversial manejándose en un atmósfera de prepotencia y autoritarismo, sintiéndose los amos del Universo que sus decisiones son inapelables e impositivas con el criterio, insistimos, de cobijar y favorecer a los ex “millonetas“ de Coapa.
Si bien es cierto existieron árbitros excepcionales en diferentes épocas que se manejaban con rectitud y honestidad apegados a reglamento y conocimiento de causa: Antonio R. Márquez, jalisciense por cierto, el Mayor Mario Rubio, Abel Aguilar, Jorge Alberto Leanza, Marco Antonio Dorantes, Enrique Mendoza Guillén el propio Arturo Bricio y los importados Arturo Yamasaki (peruano), Diego Di leo (italiano), Edgardo Codesal (uruguayo), el tapatío de la Experiencia Jalisco ahora colonia zapopana Jesús Mercado, hermano del mundialista atlista Magdaleno, Felipe Ramos Rizo, Gilberto Alcalá, Roberto García, Armando Archundia entre otros.
Se dice por los grandes enterados que el mejor arbitraje es aquel en el que el silbante no se nota, es decir no es protagonista por citar un solo ejemplo: Bonifacio Núñez “caricatura” de Mendoza Guillén en su estilo de recorrido veloz de 20, 30 metros para marcar la falta en el sitio exacto, insultando al jugador, manteniendo un diálogo provocador con ellos (indebido), que fuera de la cancha mantiene la misma tónica de prepotencia aprendiéndose el reglamento al “dedillo”, criticando a los nuevos, donde él mismo en la práctica nunca lo realizó.
El gafete internacional de FIFA otorgado a los árbitros en el mundo no es sinónimo de excelencia o capacidades, obedece más bien a la política ejercida por las asociaciones de cada país, donde en las eliminatorias mundialistas los representantes de Centroamérica y del Caribe son auténticos “petardos”, incluyendo al inflado de César Ramos, actual mundialista que en liguilla (2022) realizó pésimo trabajo Tigres – Atlas, dejándose manejar por el engreído Gignac, en jugadas en exceso abusando del VAR, lo que demuestra falta de criterio y decisión, al igual que Enrique Santander que en la final Tigres – Chivas no marcó un claro penal en las postrimerías del encuentro que presuponía el empate en la coronación de Guadalajara de Matías Almeyda ambos con gafete de FIFA.
Lo insólito e increíble del poder e influencia del equipo América se dio temporadas atrás con el jugador paraguayo Pablo Aguilar que siempre juega al filo de la navaja con fuerza desmedida ( “Pollo” Briseño ), propinando un cabezazo a un árbitro lo que el reglamento amateur, profesional y universal en automático es un año de suspensión para el jugador, que coincidentemente también el jugador del Toluca Enrique Triverio, argentino golpeó a un árbitro, que el orgullo, linaje y prosapia del equipo América se confabularon con la directiva de Toluca para impugnar el castigo de un año en el Tribunal de Arbitraje Deportivo (CAS) en Suiza condonándoles el castigo mexicano, por lo que el arbitraje por primera vez en su historia suspendieron el campeonato de Liga por considerar una burla el castigo de 6 encuentros de suspensión en un episodio tenebroso del poder fáctico americanista y todo esto le costó el cargo a Héctor González Iñarritu gente de Televisa, que lo despidieron tomando su lugar un auténtico arbitro Arturo Brizio Carter (2017).
Ahora bien en los tiempos actuales FIFA aprovecha la tecnología de otras disciplinas para introducirlo al futbol el VAR a fin de tener una mejor perspectiva de jugadas controversiales y de justicia arbitral, como una herramienta más de apoyo para los silbantes.
Alemania inventa, Estados Unidos patentiza, Japón reduce y México “chotea”, referimos este comentario dado que el VAR de ser un eficiente medio técnico en nuestro país, se convirtió en “pachanga” donde el circo mediático están involucrados todos, comentaristas, entrenadores y afición, “El balón fue a la mano”, “La inercia de la jugada propició la falta”, “No existe la intensión”, y una serie de frases de los comentaristas americanistas y localistas defendiendo lo indefendible, desvirtuando todos la esencia y funcionalidad de verdadera justicia arbitral.
Es evidente la falta de personalidad del árbitro actual con gafete internacional o no, que se deja gritar por los jugadores, que estos se le van a la “yugular” por cualquier falta insignificante “obligándolo” al silbante a revisar la jugada en pantalla, lo mismo que el entrenador con el cuarto árbitro, donde no existe respeto y seriedad de nadie.
Se supone que el arbitraje es profesional de tiempo completo con un sueldo fijo de cerca de 28,000.00 pesos y con gafete internacional hasta 38,000.00 pesos por encuentro, que al mes la mayoría obtiene aproximadamente más de 120,000.00 pesos en promedio.
La función de un árbitro en cancha es fundamental incidiendo para bien o para mal en los resultados obtenidos, donde los argumentos vertidos de equipos poderosos de intereses creados sí existe preferencias a diferencia de Europa en Italia y Alemania, concretamente con apuestas arregladas, donde las mafias intervienen en una deshonestidad manifiesta, donde algunos silbantes en nuestro país les falta criterio e inteligencia para llevar a cabo su trabajo donde no propiamente son mal intencionados sino carentes de capacidades y conocimiento de causa.
Lo que es claro es la influencia de Televisa que se presta a suspicacias, donde la mayoría por no decir todos los presidente de Comisión de Arbitraje han sido empleados de Televisa como expertos en el tema de arbitraje en sus comentarios: Codesal, Brizio, Archundia de manera clara y otros por “debajo del agua”. El caso de Aarón Padilla (2006 – 2012), sin nunca jamás ser árbitro sino jugador activo mundialista en México 1970 es muy singular, que uno no se explica su designación.
En síntesis es evidente la crisis del arbitraje mexicano no solo en el contexto globalizado sino en nuestro propio balompié, que es preocupante porque todo el esfuerzo, inversión, activos, estadios y demás están en las manos de un arbitro que puede dar o quitar campeonatos con sus deciciones que al final de cuentas sigue siendo la máxima autoridad con VAR o sin él, donde su prestigio está severamente cuestionado.
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