OPINIÓN
Del dicho al hecho
																								
												
												
											Tercera Instancia, por Modesto Barros González //
En unos días el Gobierno de la República estará de “manteles largos” y “aventará la casa por la ventana” para demostrar y confirmar, sobre todo a sus “seguidores y simpatizantes”, que cumple con su promesas y compromisos.
El día que echarán cohetes al viento será el uno de Julio próximo, cuando se cumplen cuatro años del triunfo en las elecciones de la Presidencia de la República.
Como una demostración del “poderío” en el gobierno, ese mismo día se tiene planeado la inauguración de la gran obra que todavía se construye en el natal Estado de Tabasco, donde nació el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
En una de las primeras conferencias de prensa que ofrece por las mañanas el Primer Mandatario, anunció algunos pormenores de la magna obra de ingeniería para refinería Dos Bocas.
Entonces dijo que: “la Refinería Dos Bocas estará a cargo de Pemex y la Secretaría de Energía”, aunque ahora tuvieron que pedir el apoyo de personal de la Secretaría de Marina.
Otra promesa que ofreció AMLO, y que hizo pública fue: “Vamos a que nos cueste 160 mil millones de pesos en tres años, para que salga en tiempo y con este presupuesto necesitamos hacerla nosotros de manera directa con el apoyo de los técnicos y de los trabajadores mexicanos”.
Ahora es sabido y reconocido públicamente que la tremenda obra costará más de la cantidad prometida y ya existen publicaciones periodísticas que han señalado que se elevará al doble de la cantidad entonces presupuestada.
Todavía hay que esperar cuántos meses tardará el Gobierno de la República para poner en marcha la refinería y que se produzca el refinado de los hidrocarburos, que técnicos conocedores calculan que será más de un año, pero de todas formas hay que esperar si ahora se cumplirá.
PARECE QUE ESTAMOS PEOR QUE ANTES
Otra “piedra en el zapato” que ha tenido que padecer el Gobierno de AMLO, aunque los que la están sufriendo es el pueblo y es en materia de inseguridad, hasta en Estados Unidos se alerta de los peligros en el territorio nacional, que casi abarca todas las entidades de la República.
Sin embargo parece ser que el Primer Mandatario del País y responsable de las Fuerzas Armadas y de brindar la seguridad a los más de 130 millones personas, no quiere reconocer los fracasos en sus estrategias y lo fallido que ha sido el aplicar que con “abrazos y no balazos”, se pacificaría el país, además que los grupos de delincuentes que han operado y se apoderan de territorios y ciudades, toman más fuerza y poderío económico y de armamento.
Una de las últimas críticas severas que recibe el Gobierno Federal es el artero y alevoso crimen cometido a los sacerdotes Joaquín César Mora Salazar y Javier Campos Morales, también conocido como “El Gallo” de 79 años de edad, miembros de la orden de Los Jesuitas, cometidos hace una semana en Cerocahui, Chihuahua, cuando también asesinaron al guía de turistas Pedro Palma Gutiérrez.
Los miembros de la Iglesia Católica se dedicaban de hacía varios años a servir a la comunidad de la región Tarahumara y se presunta falta fue haber llegado al territorio que ha estado “controlando” el sujeto conocido como José Noriel Portillo, apodado “El Chueco”, quien por años ha gozado de impunidad para cometer los presuntos ilícitos que ahora se le señalan, pero como tantas veces ha ocurrido ya se le busca junto con los miembros de su pandilla, o eso es lo que ahora dicen el gobierno Federal y el del Estado de Chihuahua.
La indignación se ha mostrado a nivel mundial y sin embargo parece ser escasa la coordinación de las fuerzas del orden y responsables de terminar con esos ilícitos que han estado perjudicando a la sociedad civil tanto en sus bienes como en su vida.
Por cierto este domingo 26 de junio, llamó la atención que en la misa de las 12 del día en la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe, presidida por el Cardenal y Arzobispo Primado de México Carlos Aguiar Retes, en ningún momento se refirió al lamentable crimen de sus compañeros, aunque no fueran de la misma orden religiosa.
Mientras algunos tratan de minimizar lo ocurrido o disfrazar que no debe de preocuparse por la inseguridad, ya existen publicaciones que verdaderamente avergüenzan lo que está sucediendo en casi codo el país, mientras se siguen dando bandazos para apaciguar las cada vez más zonas de conflicto y mandan paliativos con personal militar o del nuevo juguete de elementos de la Guardia Nacional que parece no poderse coordinar.
