ENTREVISTAS
Río Santiago: Limpian agua, pero no erradican fuentes de contaminación; Alfaro visitó en Washington a la CIDH
Por Mario Ávila //
Lo que para el Gobierno del Estado fue un acontecimiento histórico, la comparecencia de Jalisco ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que tiene su sede en Washington, para atender y responder a las medidas cautelares que le dictaron hace un par de años por la grave contaminación del río Santiago, para el doctor Arturo Gleason Espíndola, fue un ejercicio hasta cierto punto inútil, porque en cuatro años no se ha dejado de contaminar el río.
Lo que para el Gobierno del Estado fue un ejemplar ejercicio de rendición de cuentas, para el experto en medio ambiente, a quien hay que rendirle cuentas es a los jaliscienses y en particular a los afectados por el impacto que causa en su calidad de vida, el río más contaminado de México.
Fue una visita de la cual se salió con la frente en alto, según el gobierno estatal, pero el investigador y académico de la Universidad de Guadalajara agrega que lo ideal hubiera sido que los funcionarios del gabinete acudieran a cualquier punto de la cuenca del Río Santiago, desde Ocotlán hasta Guadalajara, para ver las condiciones y a los habitantes que han pagado con el deterioro de su salud y hasta con su vida, el hecho de vivir al lado del río.
El mandatario de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, una vez más actuó en relación a lo que fue su primera acción de gobierno en el sexenio, cuando en su primer día como gobernador, acudió al borde de la cascada de El Salto de Juanacatlán, el 7 de diciembre del 2019 para comprometerse a sanear el río Santiago.
El pasado jueves, hizo un viaje a Washington para “por primera vez, una entidad federativa, un estado subnacional del continente se presenta ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para hacer un ejercicio de rendición de cuentas sobre las medidas cautelares que emitió”.
La reunión fue solictitada por el Gobierno de Jalisco para explicar todo lo que se ha hecho para sanear el río Santiago. No solo para exponer cómo se ha dado cumplimiento a las medidas cautelares que emitió la CIDH, sino para poder exponer toda la estrategia integral que se está llevando a cabo en materia de salud pública y en materia ambiental, en materia de concertación social: «y la verdad es que eso si es un orgullo poder estar aquí, con la frente en alto, con la sensación que te da el cumplir con tu responsabilidad», explicó el gobernador Alfaro en un comunicado.
«Cuatro mil 600 millones de pesos de inversión, solo de recursos estatales que hoy nos permiten decir que Jalisco está haciendo todo lo que está a nuestro alcance para poder resolver este problema tan complejo, que es tener en Jalisco el río más contaminado de México», agregó el mandatario estatal.
«La reunión de alto nivel fue con este organismo internacional, esperando ahora que los actores a nivel federal y municipal, asuman también la parte que les corresponde para poder concluir una estrategia de largo plazo que permita resolver este complejísimo problema».
«Pasaron años y años de gobierno irresponsables que ignoraron este problema, que hoy no solamente es un problema ambiental sino un problema de salud pública. Asumimos este compromiso y por eso nos pareció trascendental que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que emitió medidas cautelares al respecto en el año 2020, pueda conocer todo lo que ha hecho el gobierno de Jalisco, en dónde vamos y qué sigue», expuso Alfaro sobre el viaje.

LIMPIAN EL AGUA, PERO NO ERRADICAN LAS FUENTES DE CONTAMINACIÓN: ARTURO GLEASON
Sobre si se nota el impacto de los 4 mil 600 millones de pesos que se han invertido en el saneamiento del Santiago, el doctor Arturo Gleason Esíndola, planteó:
R.- No, la verdad yo creo que no, yo la verdad creo que la agenda pendiente del saneamiento del río, sigue ahí. Uno puede darse una vuelta a cualquier parte del Santiago, desde Ocotlán hasta Guadalajara, y podremos observar que las fuentes de contaminación siguen vigentes lastimando al río. Y de los esfuerzos que no dudo que haya hecho el Gobierno del Estado, no se niega eso, pero creo que son insuficientes ante la realidad del río que sigue altamente contaminado y prácticamente muerto.
P.- Cuatro años después de su primera acción de gobierno, el compromiso de sanear el río, ¿se va cumpliendo?
R.- La verdad es que quienes estudiamos el tema desde hace años, hemos observado que el modo en el que abordan el problema no es el adecuado, el problema del río principalmente son las fuentes que siguen aportando desgraciadamente con sus descargas sin tratamiento al río y esto es como una infección, cuando uno tiene una gripa, tienes que tomar el antibiótico para que el bicho desaparezca, en este caso yo no veo ni la política, ni la normatividad, ni la estrategia para sancionar a los principales contaminadores del río.
P.- ¿Las acciones son insuficientes?
R.- Observo ciertamente algunos monitoreos, ayer estábamos revisando la página, pero no se actualizan en tiempo real, la información es escueta y no hay una solidez por ejemplo de lo que ellos mismos proponen de medición y monitoreo. Esto por un lado y por el otro, la promoción de construcción de plantas de tratamiento, pero pues yo repito, cuando está la enfermedad de gripa, no va uno a comprar un paquete de kleenex para quitarse la gripa, los kleenex sirven ciertamente para limpiar, para desalojar la mucosidad, pero el punto es el bicho, así que no se ha querido erradicar, ni controlar, ni sancionar a los que contaminan.
P.- ¿En esta analogía las plantas de tratamiento solamente juegan el papel de un simple pañuelo?
R.- Sí, no estamos diciendo que las plantas no sirvan, estamos diciendo que son parte de una serie de acciones en donde uno principalmente debe ver la erradicación o el control de la fuente de contaminación, hay que identificarla, haya que implementar sistemas de monitoreo, de vigilancia digital que nos permita identificar, ubicar a esa descarga en tiempo real, vista en computadora, con cámara, para saber qué y cómo está contaminando y si pasa su contaminación más allá de las normas recurrir al mecanismo de sanción y erradicar esa descarga.
Tal como lo hacen en otros países, no estoy inventando nada nuevo, tengo 10 mil descargas, pues las 10 mil las monitoreo y no me escudo en que no hay gente que supervise las 10 mil, no pues quién va a estar revisando físicamente 10 mil descargas, eso ahora ya lo puedes hacer con la tecnología moderna para identificarlas y obviamente quién y con qué está contaminando.
P.- ¿Lo primero entonces sería dejar de contaminar?
R.- Sí. Después ya se podría entrar en un proceso de restauración del río, que es otra agenda que yo no veo, esta restauración consistiría en monitorear las descargas, eliminar las que estén sobre la norma y empezar un proceso de limpieza del lecho del río, ya que al impedir que entren contaminantes, tienes que empezar a quitar los restos que se han quedado en el lecho y en las márgenes del río, y en una tercera etapa hacer que vuelva la flora y la fauna. Tal como lo ha hecho Alemania, no son casos ilusorios, son casos prácticos que se han realizado en otros países y ahí está el río Rin, restaurado después de la segunda guerra mundial. Claro está que esto lleva su tiempo, no se logra en un sexenio.
P.- ¿Estamos entonces solo en el inicio del proceso?
R.- Mira, se debe de realizar una acción coordinada entre todos los que viven en la cuenca y van y desechan ahí, obviamente con el liderazgo y la acertada guía del Gobierno del Estado, pero sí, con la participación de todos los sectores involucrados. Y esta es otra cosa que veo, no hay un consenso, no hay un equipo ciudadano con gente, académicos, industriales, todos trabajando en equipo por el río, entonces si viene nada más del gobierno como una iniciativa, la veo muy limitada porque el problema es muy complejo.
P.- Dice el gobernador que con estos cuatro años de trabajo espera que los gobiernos del nivel federal y municipal hagan su parte, ¿es en vano trabajar en solitario?
R.- Creo que cuando no se ataca al punto de fondo, si no le atinas a la causa y no la estás atacando, así estés solo o estés en equipo, vas a invertir, vas a desgastarte y no va a servir de mucho porque no estás atacando al fondo del problema. Yo he visto esto lamentablemente no solo en esta administración, sino en las anteriores, entiendo que podrá existir una colaboración, pero partiendo de erradicar la fuente de contaminación, que es ahí en donde está el problema político-social, porque quienes contaminan no quieren dejarlo de hacer, es más cómodo para ellos mantenerse así.
P.- ¿El río sigue sucio y causando enfermedades y muertes?
R.- Tú vas ahorita y vas a ver El Salto sucio, ves la cascada en el CUAAD y ves el agua sucia, yo en cuatro años no veo un gran avance, veo que se han hecho estudios y monitoreo, pero no a profundidad y sobre todo en ausencia de un llamado a la colaboración para resolver un problema que no puede quedar solo en las manos del gobierno, es un problema que la gente, la industria, los académicos, los científicos, los técnicos, los colegios, es una labor titánica y se me hace lamentablemente exacerbado decir que se ha cumplido cuando los resultados son otros.
P.- ¿La visita a Washington y regresar con la frente en alto, no le suena más a relaciones públicas que a rendición de cuentas?
R.- Pues sí, si uno se autocalifica, uno puede decir muchas cosas, pero qué bueno que vaya a Washington, pero a quienes debe de responder ultimadamente es a los jaliscienses. Y la realidad medioambiental de Jalisco es que va muy rezagada, esa es la verdad. Entonces de qué me sirve ir a Washington si los resultados reales acá son evidentes, son palpables. Uno puede ir a donde quiera, pero lo que nos importa a los jaliscienses son los resultados.
P.- ¿Es a los afectados del río, ante quienes debe de rendir cuentas?
R.- Basta con ir a la zona de El Salto de Juanacatlán, que es uno de los puntos más feos, y preguntar a los ciudadanos que viven ahí si corresponde al gobernador tener la frente en alto contra lo que ellos están viviendo. Yo creo que si hubiera resultados seríamos los primeros en felicitar al gobernador, pero no veo, no siento que sea sano un ejercicio de autoalabanza, porque ahí están las evidencias, tú vas a la hora que gustes y ahí está el río contaminado; se podrá decir que hay avances, no lo dudo, pero los avances todavía están muy por debajo de lo que pretendiera ser un éxito o haber cumplido. En Alemania a los ríos los limpian y hasta hacen que regresen los insectos y los peces, mientras que nosotros ni acercarnos podemos porque el río huele tremendamente mal.
