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MUNDO

La Cumbre del G20: confrontaciones abiertas

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Economía Global, por Alberto Gómez-R. //

Los días 15 y 16 de noviembre se llevó a cabo la reunión del G20 en Bali, Indonesia, en la que se abordaron temas delicados por sus implicaciones geopolíticas y económicas; en algunos encuentros entre los mandatarios asistentes hubo reclamos y se habló en tono ríspido, que reafirmó sospechas de confabulaciones, sobre todo de los países de origen anglosajón y sus aliados, contra las potencias emergentes, como China y Rusia.

El Grupo de los Veinte (G20) es el principal foro de coordinación de políticas macroeconómicas entre las veinte economías más importantes del mundo, que incluye las perspectivas tanto de países desarrollados, como de economías emergentes.

Lo integran: Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea. Juntos, los miembros del G20 representan alrededor del 90% de la economía mundial y el 80% del comercio internacional.

En el foro también participan siete organismos internacionales: el Consejo de Estabilidad Financiera, el Banco Mundial (NM), el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización Internacional del Trabajo(OIT), la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos(OCDE).

La cumbre vivió un inédito momento, cuando los líderes mundiales reunidos recibieran la noticia sobre la caída de un misil en Polonia, el cual dejó dos muertos y la amenaza de escalar el conflicto a nivel global.

La tensión se dispersó rápidamente luego de que el director general de la OTAN, Jens Stoltenberg, asegurara desde Bruselas que el ataque se trataría de un accidente por parte de las fuerzas ucranianas y no un ataque ruso.

De esta manera, los líderes finalizaron en un ambiente de cooperación con la adopción de un comunicado conjunto, que incluye la condena por parte de la mayoría de los países a la guerra en Ucrania, además de mostrar su preocupación por su grave impacto en la economía del mundo.

La invitación especial del presidente de Indonesia a Volodimir Zelenski, de Ucrania, causó escozor entre importantes países miembros del grupo, como Rusia por obvias razones, en cuya representación acudió Serguéi Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores.

En la intervención virtual de Zelenski, nuevamente intentó convencer a los asistentes en su papel de víctima, queriendo imponer condiciones para el cese del fuego con Rusia, mientras Ucrania lanzaba un misil que impactó en territorio polaco, e inmediatamente culpó de ello a la milicia rusa; un torpe y burdo movimiento que buscaba provocar la entrada justificada de la OTAN en el conflicto bélico (Polonia pertenece a la alianza atlantista).

Sin embargo, y por lo que podría significar seguirle el juego a Zelenski –terriblemente mal asesorado- por primera vez desde el inicio del conflicto, Washington fue cauteloso y no se apresuró a afirmar como ciertas las declaraciones del presidente ucraniano.

Tras semanas de escaladas tensiones entre los dos países, el presidente chino, Xi Jinping, y el estadounidense, Joe Biden, se saludaron de manera cálida tras su llegada a Bali el pasado 14 de noviembre.

Esta es la primera reunión presencial entre los dos líderes desde que Biden asumió como presidente en 2020, quien dijo que “no hay necesidad de una nueva Guerra Fría”.

Biden se refería a las diferencias de años que se han intensificado generadas por temas como Corea del Norte, Taiwán, una guerra comercial, los derechos humanos, entre otras.

Durante su discurso, Xi Jumping pidió a Estados Unidos que “haga honor a su promesa” de no apoyar la independencia de Taiwán, isla que China reclama como territorio suyo.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, recibió una crítica por Xi Jinping cara a cara, luego de acusarlo de supuestas filtraciones de la reunión que mantuvieron los dos líderes a puerta cerrada en el marco de la cumbre.

Las imágenes del descontento fueron publicadas en emisoras canadienses y muestran a los líderes de Canadá y China conversando durante su reunión.

En el video se puede escuchar a un traductor de Xi diciéndole a Trudeau que «todo lo que discutimos se filtró a los periódicos, eso no es apropiado».

Esto sucedió después de que Trudeau hiciera referencia a unos informes en los que plantea “serias preocupaciones” por las supuestas intervenciones de China en las elecciones canadienses.

Las relaciones entre China y Canadá han sido muy tensas desde 2018, cuando se detuvo a la ejecutiva china de Huawei Technologies, Meng Wanzhou, y el arresto de dos canadienses bajo cargo de espionaje por Beijing. (france24.com)

En la cumbre, el recién estrenado primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, criticó a Rusia por sus acciones militares contra Ucrania, y pidió que retiren las tropas del territorio ocupado.

Asimismo, Sunak anunció el aumento de ayuda para Ucrania, tanto económica como de armamento, en medio de una grave crisis económica en el Reino Unido que se presenta ya como una recesión.

La economía del Reino Unido se contrajo en el tercer trimestre, lo que indica el comienzo de una recesión que probablemente golpeará a Europa a continuación.

El PIB del Reino Unido cayó un 0,2% entre julio y septiembre, poniendo fin a cinco trimestres consecutivos de crecimiento, dijo el viernes la Oficina Nacional de Estadísticas.

Reino Unido es la única economía del G7 que se ha contraído en el tercer trimestre y ahora es un 0,4% más pequeña que a fines de 2019, antes de que comenzara la pandemia de coronavirus, según la ONS.

“La caída trimestral fue impulsada por la fabricación, que experimentó caídas generalizadas en la mayoría de las industrias. Los servicios se mantuvieron estables en general, pero a las industrias orientadas al consumidor les fue mal, con una caída notable en el comercio minorista”, dijo el director de estadísticas económicas de ONS, Darren Morgan, en un comunicado.

El Banco de Inglaterra advirtió la semana pasada que la economía del Reino Unido podría experimentar su recesión más larga desde la década de 1940. Y la contracción del tercer trimestre contrasta con una expansión del 0,2% en Francia y Alemania, y un crecimiento del 0,5% en Italia.

Pero el panorama en Europa también está cambiando.

La Comisión Europea advirtió el viernes que es probable que la alta inflación y el aumento de las tasas de interés lleven a la zona euro a una recesión en el cuarto trimestre. Ahora espera que la inflación alcance su punto máximo a finales de año a una tasa del 8,5%.

“A medida que la inflación sigue recortando los ingresos disponibles de los hogares, la contracción de la actividad económica continuará en el primer trimestre de 2023”, dijo la Comisión en un comunicado. (edition.cnn.com)

Más allá del conflicto bélico ruso-ucraniano –que podría escalar a otro nivel en cualquier momento- es la guerra financiera internacional de la que al parecer, las grandes potencias económico-financieras podrían no salir tan bien libradas.

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