ENTREVISTAS
Felipe Cobián presenta su libro de 26 entrevistas a personajes: Que conste, entrevistas en dos siglos
																								
												
												
											Por Mario Ávila //
Tras una fecunda carrera en el ejercicio del periodismo por 53 años de manera ininterrumpida, el comunicador Felipe Cobián Rosales, considerado el decano del periodismo en Guadalajara, presentó lo que seguramente ha sido su obra insigne, el libro “Que Conste, entrevistas en dos siglos”.
Se trata de una compilación de 26 entrevistas efectuadas en el siglo pasado y el presente, a personajes de diversas especialidades, como clérigos, políticos, reinas de belleza, arquitectos, literatos y hasta al hijo de una empresaria del rubro de la diversión y la prostitución. Es un libro editado por la empresa editorial Alfabética y con el apoyo de la Sociedad de Escritores de México (SOGEM). Es además, el primer libro en solitario que publica Felipe Cobián, originario de la comunidad de El Chante, en el municipio de Autlán, Jalisco, ya que había participado en otros, pero en el papel de coautor.
La presentación formal del libro tuvo lugar el pasado viernes en las instalaciones de SOGEM, en donde ante medio centenar de amigos, colegas y familiares, Felipe Cobián dio a conocer su obra y contó con la participación en calidad de comentaristas de los periodistas Esperanza Romero y Agustín del Castillo, así como del caricaturista Saúl Herrera “Qucho”.
Y la mejor noticia del día no fue solo la presentación del libro “Que Conste”, sino el anuncio del compromiso del propio Felipe Cobián, de empezar a trabajar, “si Dios y la benevolencia de ustedes me lo conceden, en el rescate de una serie de reportajes, crónicas, semblanzas y quizás opiniones también, es decir, están pendientes muchas cosas que se pueden convertir en futuras obras”.
En la presentación del libro, Cobián Rosales reveló un par de secretos realmente importantes y dignos de ser tomados en cuenta por los comunicadores de hoy. Dijo que a veces, la mejor declaración se obtiene apagando la grabadora y también afirmó que en otras ocasiones, la entrevista puede salir de la memoria, si es que falla la grabadora o se borra la entrevista.
Expuso que este recuento de las 26 entrevistas elegidas, son para que quede constancia del quehacer y pensamiento de gente importante en áreas como la cultura, la política, la farándula, la religión y la vida diaria, con sus aciertos, hierros y hasta pecados. “También porque colegas y personas más pensantes que yo, me insistieron que escribiera algo de mis andanzas en el medio periodístico”, expuso.
Decidí entonces -dijo-, echar la carga a otros, a los entrevistados, aunque con su debido pretexto y contexto, pero no he hecho algo importante como para decir que iba a hacer memorias, no, solamente les doy contextos a algunos sucesos como los que en este libro aparecen.
Con la humildad y la sencillez que lo caracterizan, Felipe Cobián agradeció a los presentes, entre los que se encontraban compañeros del oficio, amigos y parentela, “muy especialmente a quienes se tomen la molestia de leerme o releerme, como ya lo hicieron generosos mis presentadores Esperanza Romero Díaz, Agustín del Castillo y ‘Qucho’ Saúl Herrera”.
EN LA ENTREVISTA, FELIPE NUNCA PRETENDE LUCIRSE; LA RESPUESTA ES LA QUE IMPORTA
Para la periodista Esperanza Romero Díaz, compañera de proyectos de Felipe Cobián en los últimos años, este libro ofrece una amplia compilación de entrevistas y los pormenores del momento histórico o motivos del encuentro con el entrevistado.
Las piezas -dijo-, están perfectamente contextualizadas y estupendamente ambientadas. Es una obra ampliamente recomendada para los estudiantes y profesores de periodismo, así como para reporteros, periodistas en activo. Consigna entrevistas bien escritas, que fueron planeadas y tiene como característica esencial el interés público, por los temas, los protagonistas, los hechos y la trascendencia.
Felipe -advierte-, hace preguntas pertinentes e insiste en reformularla hasta que el entrevistado responde, es incisivo, directo, usa un lenguaje claro y a diferencia de lo que ocurre con frecuencia en este medio, no pretende lucirse, sabe que es la respuesta la que importa.
Para Romero Díaz, es de especial relevancia en el libro, la manera en la que se dieron las entrevistas y cómo las concretó, “nos habla de lo tenaz que siempre ha sido Felipe Cobián en el ejercicio de su profesión, de lo perseverante, de que cuando se lo proponía, lo lograba, aunque tuviera que esperar 5 años como el caso del cardenal Juan Sandoval para que lo pudiera entrevistar, porque Proceso estaba vetado”.
En tanto para Agustín del Castillo, el decano del periodismo jalisciense, originario de El Chante, “se ha dedicado en forma, y todos los días a lo largo de 53 años, al ejercicio del periodismo y además nos ha dado un ejemplo de sencillez, que raya en la timidez, ya que a pesar de ser parte de los grandes medios de comunicación de Jalisco y de México, como Excelsior, Proceso, Inforjal, su personalidad siempre es la misma.
“Lo ves y no te la crees que es el autor de esos textos y de esas denuncias bien documentadas, que en esencia eso es el periodismo, el periodismo no nada más es publicar verborrea y decir que todo está mal y que es corrupto fulano y zutano, es demostrarlo y me parece que esa escuela de Felipe ha hecho viejos huesos y creo que muchos quisiéramos llegar a constituirnos en un perfil de ese tipo de personaje, aunque también sabemos que las características personales no se compran, cada quien es somo es”, sentenció.
LA RELEVANCIA DE LOS PERSONAJES QUE APARECEN EN EL LIBRO
Entre las 26 entrevistas que contiene el documento, efectuadas desde la década de los años 70’s del siglo pasado hasta la actualidad, destaca la realizada por Felipe Cobián a Luis Donaldo Colosio Fernández, padre del candidato presidencia Luis Donaldo Colosio Murrieta, asesinado el 23 de marzo de 1994, en donde confiesa al periodista que a su hijo lo dejaron solo y que temía por su vida.
Esther Camberos, murió en octubre del 2012. De ella Felipe Cobián habla con su primogénito, Adán, sobre su vida y a través del hijo es como nos presenta a “La Comanche”, dueña del prostíbulo más famoso en los años setenta y ochenta del siglo pasado, el “Guadalajara de Día”.
Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo Emérito de Guadalajara, quien por más de cinco años se negó a atender al periodista. La entrevista finalmente se concretó debido a una característica que tiene Felipe y se debería tener todo en todas las actividades de la vida, en donde es indispensable para los periodistas, la tenacidad.
Felipe es tesonero, Felipe persevera y el que persevera alcanza. Está perfectamente al tanto de lo que pasa y con el personaje polémico en cuestión, Felipe logra que hable de temas que se le preguntaban y de los que tenía cierta reserva, particularmente del envenenamiento que sufrió.
Monseñor Óscar Arnulfo Romero, arzobispo de El Salvador, asesinado el 24 de marzo de 1989 concedió una entrevista un año antes de ser asesinado y ahí le contó sus temores de que estaba amenazado de muerte. En esta entrevista se puso de manifiesto la experiencia y los contactos de Felipe, además del manejo excelente del tema, el periodista conocía perfectamente la situación del país salvadoreño, de los problemas con la guerrilla, los escuadrones de la muerte, la masacre de sacerdotes. Una entrevista que quedó ahí como un testimonio de los hechos históricos.
Samuel Joaquín Flores, líder de la iglesia de La Luz del mundo, preso desde el 2019 en Los Ángeles es otro de los personajes entrevistados. Aquí hay una particularidad en la entrevista, ya que es la única de las que presenta Felipe, que no se dio personalmente. Felipe perseveró, lo logró, pero es una entrevista que se dio vía cuestionario. El heredero del trono habló de su padre, de la expansión de su iglesia, de su misión y de los “mitos”, así entre comillas, porque ahora sabemos que por algo está preso.
Sergio Méndez Arceo, llamado el “Obispo Rojo” promotor de la Teología de la Liberación, fue entrevistado en el año de 1970 en el marco de una reunión que se tuvo en la Conferencia del Episcopado Mexicano en Guadalajara y otra entrevista se repitió en el año de 1972 cuando incluso el periodista le dio un raite al polémico clérigo.
Destaca también la entrevista a Gabriel Chávez de la Mora, fraile benedictino, Premio Nacional de Arquitectura en el año 2020, que recientemente recibió además el doctorado Honoris Causa por la UdeG. Es un personaje notable que los jaliscienses deberíamos conocer más de él, motivo de orgullo y todo un personaje, un fraile que inspira. Fray Gabriel es uno de los arquitectos más sobresalientes en la historia contemporánea de México, reconocido por su participación en uno de los centros de peregrinaje más importantes de nuestro país y del mundo, fue el constructor de la Basílica de Guadalupe.
Por cierto, mientras se redactaba esta nota a la media noche del sábado, el periodista Enrique Toussaint, a través de sus redes sociales daba a conocer la lamentable noticia del fallecimiento de Fray Gabriel Chávez de la Mora, quien nació en Guadalajara el 26 de noviembre de 1929.
Fernando González Gortázar es el personaje que aparece en este libro con dos entrevistas. Falleció el 7 de octubre del 2022 y en el libro Felipe nos habla de su relación como amigo, de los desencuentros, de las discusiones, pero siempre hay ese respeto del entrevistado hacia su interlocutor, pues sabe el tamaño del periodista con quien está. Las entrevistas con González Gortázar, no solamente te sacuden, sino que te hacen sentir una especie de mea culpa como periodista por la ciudad que estamos dejando. Desde la segunda entrevista en el año 2014 González Gortázar nos habla de una ciudad destruida, de la ciudad víctima de la voracidad de los empresarios, de los desarrolladores inmobiliarios y de las autoridades, al grado de que no ha habido una ley que pueda frenar el daño al patrimonio de todos, a causa de sus ambiciones.
Elías Nandino, poeta jalisciense; Luis Sandoval Godoy, añorado escritor; Carlos Briseño Torres, ex rector de la UdeG y Fernando del Paso, quien se encargó de preparar la autobiografía de Juan José Arreola, también son personajes relevantes en este compendio de entrevistas destacadas.
En el libro, además se destaca una característica del entrevistador, que no se detiene a revelar y hasta a confesar los errores que ha tenido, como fue el hecho que le impidió en un par de ocasiones una entrevista con el maestro Juan José Arreola. En el año de 1982 y en 1994 hizo el intento y en la primera, cuando viajaba a Zapotlán con su esposa para encontrarse con el maestro Juan José, iban hablando de Los Polivoces y las parodias en la que los cómicos llamaban al maestro, como Juan José “Carriola” y por error al llegar a la cita, Felipe Cobián pregunta justamente por “Juan José Carriola” y lo mínimo que se llevó fue el rechazo y un regaño acompañado de la palabra “igualado”.
Para finalizar, vale la pena recatar el testimonio del que da cuenta el periodista Rubén Alonso, en una entrevista publicada en la Revista Colibrí, el 25 de febrero de 2015, en la que Felipe Cobián afirma que “no puede haber periodistas, ni se puede hablar de periodismo, con tufo de poder y dinero (‘de eso he vivido, o he sobrevivido’); que jamás el periodismo será para hacer dinero, y quien lo hace, en ese momento traiciona el periodismo. El periodismo requiere de una empresa para hacer periodismo, y sólo para ello; pero cuando la empresa es para hacer negocio con el periodismo, éste quedará subordinado y desnaturalizado”.
