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Cumbre de la Unión Económica Euroasiática, amplían alianzas: En 2022 el comercio con China fue de 200 mmdd
Economía Global, por Alberto Gómez-R. //
Casi 3.000 representantes de unos 50 países asistieron al II Foro Económico Euroasiático, llevado a cabo el 24 y 25 de mayo en Moscú, la capital de la Federación Rusa, bajo el lema “La Integración Euroasiática en un Mundo Multipolar”, una declaración que reafirma el fin de la unipolaridad que marcó la segunda mitad del siglo 20 y las primeras décadas del 21, dominadas por el imperio estadounidense, que ha llegado a su fin.
La Unión Económica Euroasiática nació a partir de la firma del Tratado de Astaná, conocido también como Tratado de la Unión Económica Euroasiática, en mayo del 2014 en la capital de Kazajstán. Los Estados que participaron del mismo fueron Kazajstán, Bielorrusia y la Federación Rusa, posteriormente se uniría Armenia hacia finales del 2014, obteniendo su estatus de Estado miembro en 2015 y en ese mismo año adhirió Kirguistán.
Después de la disolución en 1991 de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), nació la necesidad de construir relaciones armoniosas y de mutuo beneficio para las antiguas repúblicas que la conformaron. Con el final de la Guerra Fría, estos países con un pasado histórico, económico y cultural compartido tuvieron que decidir cómo continuar sus relaciones, ahora sin la federación que los había contenido desde Moscú.
Fueron pocos los países exintegrantes de la Unión Soviética los que apoyaron la idea de la creación de un bloque económico que conjuntara sus intereses y estableciera objetivos comunes, acordes a las necesidades de un mundo globalizado, dominado por las economías occidentales.
A partir de 1995, Rusia, Bielorrusia y Kazajstán se dispusieron a trabajar en la creación de proyecto de integración fundamentalmente nuevo: la Unión Económica Euroasiática (UEE).
El camino desde la idea hasta la implementación tomó poco más de dos décadas y de ninguna manera fue fácil. Tras estudiar cuidadosamente los mejores aspectos de la experiencia de integración europea, los países de la troika euroasiática emprendieron sucesivamente todas las etapas de la construcción de la integración: una zona de libre comercio, una unión aduanera y un espacio económico único.
La crisis financiera mundial de 2008 y los diversos desafíos geopolíticos y económicos que le siguieron (principalmente el despliegue de políticas exteriores más potentes por parte de Estados Unidos y China) sirvieron como impulsor adicional para crear una unión económica completa. El resultado fue el Tratado sobre la UEE. (embajadaabierta.org)
La segunda cumbre de la UEE celebrada en mayo pasado, tuvo como anfitrión al presidente ruso Vladimir Putin, cuya visión de un mundo multipolar más justo y equilibrado, ha tenido eco en gran cantidad de naciones de Asia, África y Latinoamérica.
“La UEE debería desarrollar activamente relaciones con países que luchan por una asociación igualitaria y mutuamente beneficiosa”, señaló el jefe de Estado ruso durante la cumbre de la Unión.
Putin explicó que tiene en mente socios en América Latina, Asia, el mundo árabe y África, así como asociaciones multilaterales como los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), la postsoviética Comunidad de Estados Independientes (CEI) y la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), entre otras.
“Es importante continuar con la formación de tratados de libre comercio con países interesados y, entre otras cosas, invitarlos a utilizar de manera conjunta la infraestructura de pago internacional disponible para los cinco miembros (de la UEE) en monedas nacionales y monedas digitales de bancos centrales, subrayó Putin. (forbes.com)
“Las cifras hablan por sí mismas. Pese a los acontecimientos de crisis a gran escala en la economía mundial y el comercio, los riesgos geopolíticos y el factor de incertidumbre, el PIB conjunto de la UEE en 2022 se contrajo solo un 1,6 %. Pero muchos expertos desde el extranjero auguraban un escenario completamente diferente, escenario de colapso. Nada de esto sucede, no sucedió y es obvio que ya no sucederá”, afirmó el líder ruso.
El mandatario ruso señaló que la escena internacional se está viendo sacudida por «cambios realmente fundamentales, si bien el papel económico de la UEE sigue creciendo, al tiempo que «la mayoría» de los países del mundo coincide con las aspiraciones de Moscú de construir «una arquitectura más justa» de las relaciones económicas.
En esta línea, Putin destacó que «cada vez más países» apuestan por llevar a cabo una política independiente, lo que se refleja en su deseo de tener un impacto «constructivo» en los procesos globales.
La reciente visita del presidente chino Xi Jinping a Moscú, tuvo por objetivo profundizar las relaciones entre China y la Unión Económica Euroasiática.
El ministro de comercio de la unión, Andrey Slepnev, manifestó que el comercio con China representó el 35 % de las importaciones y el 16 % de las exportaciones totales de esos países en 2022, con un volumen comercial estimado en 200 mil millones de dólares estadounidenses anuales.
Durante la última reunión, ambas partes se mostraron interesadas en fortalecer la colaboración en otras áreas como la transacción de activos digitales y la conexión entre los respectivos mercados bursátiles. (cgtn.com)
La cooperación económica y la alianza política de China y Rusia, están cambiando rápidamente el equilibrio de fuerzas mundiales, por más esfuerzos que Washington y Londres hagan por permanecer como decisores de los acontecimientos globales sustentados en su menguante poderío económico y militar ante el imparable ascenso de las economías emergentes y sus dos principales rivales, que han mostrado tener planes y objetivos muy claros.
América Latina es un socio extrarregional «prioritario» para la Unión Económica Euroasiática (UEE), dijo en una entrevista exclusiva con Sputnik, Goar Barseguián, responsable para Latinoamérica de la Comisión Económica Euroasiática, entidad reguladora de la UEE.
«Nuestras relaciones con América Latina son estrechas y de amistad», manifestó Barseguián en el marco de la presente edición del Foro Económico Euroasiático. El vasto programa del evento, que reunió en la capital rusa entre los días 24 y 25 de mayo a casi 3.000 delegados de 54 países, incluyó la celebración de una mesa redonda dedicada a los lazos de la UEE con los socios latinoamericanos.
De acuerdo con Barseguián, la UEE continúa desarrollando los lazos, tanto con Estados, como también con bloques de integración de Latinoamérica, «a pesar de todas las trabas geoeconómicas».
«Las crisis, además de crear dificultades, también crean oportunidades», enfatizó Barseguián, al indicar que la UEE tiene suscritos memorandos con una serie de países latinoamericanos, entre los cuales mencionó a Chile, Perú y Cuba, al tiempo que se está avanzando hacia la formalización de las relaciones con Nicaragua. También hay documentos suscritos con bloques de integración regionales.
Según Barseguián, la «logística» es el principal desafío a resolver en el comercio entre la UEE y Latinoamérica, uno de los problemas creados por las sanciones occidentales. No obstante, se está trabajando exitosamente en superar los obstáculos en este y otros ámbitos. (sputniknews.com)
El mundo se fracciona en bloques económicos, y se avanza hacia la multipolaridad, lo que representa nuevos desafíos pero también grandes oportunidades para las naciones que fueron relegadas por el antiguo régimen económico-político, lo que moverá la balanza en favor de los países abiertos a establecer nuevas alianzas, y sobre todo para aquellos que posean dos elementos esenciales en este nuevo orden: población joven y recursos naturales.
