NACIONALES
La arquitectura del frente
Opinión, por Iván Arrazola //
Los tiempos electorales para la sucesión presidencial los adelantó López Obrador y lo que hoy se observa en el país son las distintas estrategias por parte de las fuerzas políticas para darle la vuelta a la ley electoral, con tal de justificar porqué se están adelantado a los tiempos establecidos por la ley para hacer campañas, buscan cualquier vacío, cualquier resquicio en la ley para impulsar a sus candidatos.
El bloque opositor ha anunciado su método para conformar un Frente, un esquema sumamente complejo que incluye tres etapas, la primera incluye el registro de los aspirantes y la recolección de apoyos, por lo menos cada aspirante deberá reunir 150 mil firmas para participar en el proceso, las firmas serán recabadas a través de una plataforma, en una segunda etapa, quienes hayan reunido el requisito de las firmas participarán en un foro, de ahí se seleccionarán a tres candidatos a través de estudios de opinión pública, en la tercera etapa vota el padrón constituido en la primera etapa en base a las personas que firmaron para apoyar a sus candidatos, también se levantarán encuestas para determinar al ganador entre los tres finalistas.
Algunas de las quejas que han expresado los contendientes en torno al método es que este no es ciudadano, al menos es lo que expresó el senador Germán Martínez, el método como tal no está abierto a la ciudadanía completamente, solo quien se inscriba en la primera etapa podrá votar en la tercera. El objetivo de los organizadores es evitar que personas ajenas al Frente, voten y elijan un candidato a modo para el oficialismo.
Otra de las críticas es la falta de piso parejo, la senadora Lily Téllez anunció su retiró de la contienda al considerar que sólo los que cuenten con más apoyo por parte de empresarios y líderes de partidos tienen oportunidad de participar y ganar. Ese es sin duda, uno de los grandes temas de los procesos anticipados, la falta de regulación genera un severo problema para saber qué tipo de apoyo recibirá cada aspirante para realizar giras y actos proselitistas, cuánto está gastando cada uno de los aspirantes y como rendirán cuentas en torno a los gastos que realicen.
Claudia Ruiz Massieu consideró que la formación del frente es una “respuesta pragmática” para hacer frente a la precampaña abierta, anticipada e ilegal de Morena, por lo que decidió bajarse de la contienda. Resulta paradójico que la crítica se externe cuando inclusive tanto Téllez como Ruiz Massieu estuvieron presentes en la presentación de la estrategia del Frente y seguramente tuvieron información previa sobre cómo se integró la propuesta para armar el Frente, al final para el frente opositor era indispensable presentar una estrategia el inicio del proceso en Morena.
Al igual que estos personajes políticos, intelectuales y académicos que habían participado en las discusiones del método de selección opositor decidieron no seguir participando, como Sergio Aguayo o Leonardo Valdez, alegando que el método era controlado por las dirigencias de los partidos y no por la sociedad. Al final el Frente decidió constituir un Comité organizador encargado de controlar el proceso, compuesto por 13 miembros, siete ex integrantes de organismos electorales y seis representantes del PAN, PRI y PRD.
Uno de los puntos atinados de la construcción del Frente es el cambio en la conversación, lo que hasta unas semanas giraba en torno a las decisiones de las corcholatas ha cambiado radicalmente. En un principio el presidente López Obrador aseguró que en un par de días daría a conocer quién sería el candidato del Frente, posteriormente tuvo que guardar silenció al ver que las cosas cambiaron demasiado rápido, la renuncia de Lily Téllez y la aparición de Xóchitl Gálvez en el escenario político ha obligado al presidente a observar con mayor detenimiento el proceso en la oposición.
Por otro lado, aunque varios aspirantes han preferido no participar en el proceso, eso no ha debilitado la estrategia opositora, los que se han bajado de la contienda han señalado que no romperán con el Frente y apoyarán al candidato ganador.
La actual coyuntura ha modificado rápidamente el escenario político, aunque Morena sigue conservando una parte importante de la intención del voto, es claro que su proceso adelantado ha mostrado las deficiencias de los candidatos, a todos ellos les ha afectado el hecho de no ostentar un cargo público porque no generan el mismo nivel de convocatoria, también les pesa el no poder generar una opinión personal al estar bajo la sombra de López Obrador.
La principal precaución que deberá tener el bloque opositor en los próximos meses es que el proceso sea transparente y auditable. Tanto para la recolección de firmas como en la realización de los foros y de las giras tendrán que informar de manera oportuna cuánto están gastando y cómo se llevaron a cabo los procesos.
Si el dinero y la propaganda fluye como lo hace en el caso de Morena, sin ningún control, el proceso perderá credibilidad y en estricto sentido se convertirá en una simulación como ya sucede con Morena, y por otro lado, es positivo para una democracia el que se puedan escuchar otras voces, ya que eso es sano para una democracia aunque lo malo es que se haga fuera de los tiempos legales.
