JALISCO
¿Quién manda en Jalisco
Opinión, por Mónica Ortiz //
Hay cinco jóvenes en calidad de desaparecidos en Jalisco, estamos frente a un hecho sumamente violento y cruel, producto de mentes evidentemente psicópatas, cinco familias, una región específica golpeada y tomada, sin duda por la delincuencia organizada que en este momento sufre de los actos más inhumanos e inimaginables.
La región de los Altos Norte en Jalisco está fuera del alcance de todo y todos, bajo el control de cárteles criminales y con su sociedad civil fungiendo como rehén y en constante riesgo de ser usada para guerras internas, control poblacional de sometimiento y terror, avisos salvajes a las autoridades todas respecto de su poderío y alcance, es completamente irrazonable no señalar, no sentir y no levantar la voz ante lo que estamos soportando en Jalisco y en México.
En este contexto, no podemos ni debemos minimizar mucho menos olvidar que ante la gravísima situación que atravesamos, respecto de los cinco jóvenes desaparecidos en San Juan de los Lagos y las más de 600 personas reportadas como desaparecidas en los Altos de Jalisco y al no ser las únicas regiones en los últimos años, esta es una zona ya conocida como el triángulo del terror, perteneciente a territorio jalisciense; sin embargo, nunca podremos excluir la responsabilidad de las autoridades que son encargadas de la prevención, la seguridad y la justicia, desde los ayuntamientos, gobiernos locales hasta la presidencia de la república que nosotros elegimos para habitar tranquilamente nuestros lugares de residencia.
El nivel de violencia es francamente intolerable fuera de serie, pareciera que vivimos en el set de una película de narco, extrema violencia, corrupción e impunidad y somos los extras, pero sí nos matan y nos desaparecen, mientras las autoridades muestran su incapacidad y justifican que esas situaciones son de una realidad alterna que ellos perciben ajena y no tiene responsabilidad porque eso lo realiza otra sociedad, la criminal, estando fuera de su jurisdicción y mientras tanto, detonan bombas que matan ciudadanos, desaparecen a personas que transitan por carreteras, secuestran y extorsionan para hacerse de fondos, tiene instalaciones en zona metropolitana que usan como casas de seguridad y call center, matan jóvenes los descuartizan y los tiran en bolsas de basura, para no variar en la idiosincrasia mexicana, actualmente los partidos políticos se encuentran preparándose para la batalla electoral.
Es insostenible no sentir impotencia y frustración, ante la imposibilidad de esta sociedad que ya está insensibilizada que ya tolera estas atroces noticias, sin sentir miedo y coraje, no nos reponemos de un hecho criminal incomprensible cuando ya estamos en otro, nadie debe desaparecer, ningún ser humano tiene derecho a terminar con la vida de otro ser humano, ninguna mujer o niña debe dejar de vivir por su género, ninguna madre o padre debe andar por brechas cavando para encontrar los restos de sus hijos, pero es la sociedad en la que nos hemos convertido actualmente, es omisa al horror y solo nos tranquiliza pensar que a nosotros o a nuestra familia, no nos tiene porque pasar el pánico de las desapariciones, secuestros, feminicidios y muertes a mano de la delincuencia organizada.
Existimos bajo todo tipo de violencia e ineficiencias gubernamentales, resulta complicado entender que no pasa nada después de estos niveles crueles e inhumanos ¿esto es tierra de nadie?; hay cinco chicos desaparecidos y con presunción de haber sido asesinados con altos grados de bestialidad, además grabados en video al parecer enviado a sus propias familias, mostrando el gran poderío que mantienen los cárteles en la zona y en el país, no imagino el dolor de las familias e impotencia de la sociedad que sí entiende que esto no debe ser algo que no nos concierne, de seguir siendo una sociedad sometida al silencio y la impunidad, corremos el riesgo de elegir al crimen organizado directamente como gobierno.
No toleremos vivir en el miedo y el terror, exijamos justicia y control de las zonas más peligrosas en nuestro Estado y en el país, deben hacerse responsables las autoridades en turno, con los que designaron para la materia de seguridad y prevención, aunque afecte la imagen de partidos o grupos políticos, lo que está pasando en nuestro territorio no tiene justificación ni social, ni gubernamental y tampoco representativa, es una bestialidad contra la sociedad y es intolerable, todos somos Jalisco y demostrar el hartazgo social, es una fecha muy pronta.
