CULTURA
Homenaje al ing. Felipe Arregui Zepeda: Estadio Jalisco, la historia no contada
																								
												
												
											Miscelánea Deportiva, por Esteban Trelles Meza //
Amables lectores en días pasados (19 de Septiembre), fuimos testigos de la presentación del libro que lleva como título “El Estadio Jalisco, la historia no contada”, gracias a la atenta invitación de mi amiga periodista Betty Novello, que se llevó a cabo en las instalaciones de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), ante la presencia de más de 200 invitados como homenaje a los Ingenieros Felipe Arregui Zepeda y José Calderón Rober.
Estuvieron presentes en el presídium el Ing. Roberto Dávalos, Ing. Leopoldo Montelongo, Ing. Miguel Zárate, Ing. Felipe Arregui Vázquez, Ing. Juan Manuel Chávez, Lic. Ricardo Orta Salinas (Autor del Libro), e Ignacio Calderón ex – futbolista profesional con un discurso elocuente de su vida futbolística.
Felipe Arregui Vázquez, heredero de la profesión de su padre constructor junto a sus hermanos Carlos y Jorge entendiendo la enorme visión empresarial de su progenitor, para terminar su obra, no solo del estadio sino también acompañado de celebridades de amplia trayectoria dedicados todos a proyectos arquitectónicos de gran envergadura como la creación del Hotel Hilton (Av. Niños Héroes), el Condominio Guadalajara (Av. 16 de Septiembre), que por décadas fue el edificio más alto de nuestra metrópoli entre otras obras más.
Cada uno de los ponentes invitados que hicieron uso de la voz, se mostraban emocionados contentos y orgullosos al hablar de sus actividades profesionales en torno al tema de la construcción, con pasión y vehemencia, en el que uno de ellos manifestó los problemas que tuvieron con algunos gobiernos mencionando a sus colegas de profesión el Ing. Enrique Dau y el Ing. Aristeo Mejía por aquel vergonzoso suceso (PEMEX), ocasionado por la paraestatal de las explosiones del 22 de abril del 1992, sin ahondar en el tema que todos conocemos.
Vimos personajes enamorados de su actividad empresarial, recordando las vicisitudes y contratiempos que enfrentaron y salieron adelante con el ahínco y fortaleza de cada miembro jerárquico de sus Constructoras respectivas, dando el reconocimiento a sus iguales que lucharon a la par para mejorar una actividad popular como el futbol en un marco digno y propio de la importancia de Guadalajara, la afición más conocedora y exigente del país.
La edificación del inmueble del Coloso de la Calzada Independencia, que en aquellos tiempos estaba desolada, creando una magna obra con grandes adelantos de esa época (60’s), una construcción con la iluminación interior de su marcador electrónico e instalaciones resaltando la capilla dedicada a la Virgen de Zapopan en un acto de fe cristiano con la devoción mariana a su madre protectora de los futbolistas y entrenadores.
Hombres cabales, honestos, trabajadores, visionarios, elogiando a un Matute Remus contemporáneo de ellos, íntimo amigo del Ing. Arregui de una generación ejemplar sin ventajas para nadie, de sentimientos verdaderos.
Personajes de convicciones con enorme sentido de la amistad y la unidad empresarial en aquella Guadalajara cuna del mariachi (Cocula), la charrería y el tequila como símbolos regionales de México para el mundo, con individuos talentosos al igual que sus mujeres en diferentes rubros y actividades con la época de oro del llamado Campeonísimo “Chivas” Rayadas de Guadalajara del cual el Ing. Arregui era su equipo favorito.
Aquellos tiempos vividos en plenitud de facultades físicas y mentales con sapiencia y capacidades propias, que el Ing. Arregui supo canalizar alrededor de su profesión.
Aquella provincia tapatía de la ciudad de las rosas y las fuentes que crecía a pasos agigantados, que el futbol era su pasión, teniendo solamente el estadio de los hermanos joyeros Martínez Sandoval llamado también, el Parque Oro de Oblatos, que vio coronarse en la llamada liga mayor de primera división por primera vez en 1951 al equipo Atlas.
Años después el llamado “ya merito”, las “Chivas” de Guadalajara en 1957 se coronaron por primera vez en encuentro contra el equipo Irapuato con la mínima diferencia con el gol anotado por uno de los más grandes ídolos (quizá el mejor), Salvador “Chava” Reyes dando inicio al mejor equipo de todos los tiempos con casi 7 títulos consecutivos de liga, que gracias a la “travesura”, del equipo Oro (1962), le arrebató el quinto título.
Solamente bastaba el empate para coronarse, que en las postrimerías del encuentro el guardameta rojiblanco Jaime “El Tubo” Gómez, fue a rematar un córner con certero cabezazo, que el arquero contrario tapatío Antonio “Piolin” Mota, desvió en gran atajada, terminándose el encuentro y el sueño de “Chivas”, hilvanando tres títulos más consecutivos después de ese tropiezo.
En estos tiempos actuales que existe la mafia inmobiliaria de intereses creados entre varios gobiernos del país, resulta encomiable que empresarios tapatíos lucharan decididamente por engrandecer el acervo político, cultural y deportivo de su bella Guadalajara sin fines de lucro solo por el amor de su pasatiempo favorito el futbol arriesgando su capital económico de inversión que en su momento sufrió el propio Ing. Arregui, consiguiendo recursos sin comprometer a los suyos Clubes Unidos de Jalisco (Guadalajara, Atlas, Oro), incorporándose después la UdG.
El romanticismo de aquella época de una ciudad que tiene por lema “Justicia, Sabiduría y Fortaleza, custodian a esta leal ciudad”, de la estatua Minerva la Diosa Romana de la estrategia militar, a tan solo unos metros de los Arcos emblemáticos de la Guadalajara clásica, estos personajes lo llevan a cabalidad, donde el valor y el honor tenían una connotación valiosa de sus habitantes tapatíos.
La construcción del majestuoso Estadio Jalisco fue, literal, a base de sangre, sudor y lágrimas con aquellos 18 millones de pesos de costo de un financiamiento complejo y sufrido, con la brillante idea de poner a la venta 132 palcos a perpetuidad, 176 plateas y 1680 butacas en dos pisos de la primera etapa, llevados a cabo por el ingeniero Arregui y el esfuerzo de la Constructora Jalisco.
Gracias a la idea del financiamiento referido, hicieron lo propio los Clubes América, Tampico y Cd. Madero (vecinos entre sí), y León, para construir el Estadio Azteca (1966), el Estadio Tampico (1967), y el Estadio León (1967), estos últimos fueron construidos y financiados por Constructora ARVA, formada por el Ing. Fernando Arregui Zepeda y sus hijos, Felipe, Jorge y Carlos.
El Estadio Jalisco se inauguró en Enero de 1960 con un torneo pentagonal con los equipo locales Guadalajara, Atlas y Oro, San Lorenzo de Almagro argentino (su fans número uno actualmente lo es el Papa Francisco), y Sao Paulo de Brasil, que ganó el certamen, inaugurando el Estadio Atlas vs San Lorenzo de Almagro.
Regresando al tema de la construcción del Estadio Jalisco en su segunda etapa tuvieron la participación del Doctor en Calculo Estructural el Ing. Melchor Rodríguez Caballero una eminencia en su especialidad, que elaboró una gradería que cubre los tres pisos de palco sustentados por marcos de concreto compuesto por dos columnas y una trable cabezal y una armadura en voladizo de la cubierta de 30 a 40 metros (1968).
Es indudable la complejidad de una estructura para soportar el peso de sesenta mil espectadores como un templo, que guarda Juegos Olímpicos y justas mundialistas, conciertos musicales, la visita del papa Juan Pablo II, etc.
Por ultimo agradecer a nombre propio y demás conciudadanos la fortuna de tener personajes prominentes que con su quehacer profesional, se brindan sin menoscabo alguno por la única razón de servir a sus semejantes.
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