JALISCO
El factor Uribe
																								
												
												
											De Frente al Poder, por Óscar Ábrego //
La lógica se asoma en Guadalajara. Alberto Uribe tiene amplias probabilidades de convertirse en el candidato de Morena y sus aliados a la presidencia municipal.
¿Sorprende?
De ninguna manera.
En política no hay sorpresas, sólo sorprendidos.
Al respecto, vale la pena poner sobre la mesa del debate, que a lo largo del año Alberto aparece en todas las encuestas con un alto nivel de reconocimiento entre la población tapatía.
Su paso por Tlajomulco dejó una huella profunda, al grado que un buen número de electores, funcionarios, políticos y opinantes profesionales, llegaron a dar por hecho que batallaría de nuevo para ganar el precitado ayuntamiento.
Al respecto, y en virtud de que todo apunta a que será el género masculino el que lleve mano, resulta pertinente plasmar los principales argumentos que legitiman la aspiración de Uribe como abanderado en la capital del Estado.
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Es el único que ha gobernado un municipio.
 
Pero además lo hizo de modo exitoso.
Logró certificaciones y reconocimientos nacionales e internacionales como consecuencia de una gestión eficiente e innovadora.
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Nadie puede alegar que no se la ha jugado con la Cuarta Transformación.
 
Como muy pocos, operó a favor de López Obrador y Marcelo Ebrard, de tal forma que sería un despropósito que alguien intente descalificar su aspiración.
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Si esto fuera poco, en el trayecto de su vida pública, ha coordinado campañas políticas y es considerado por propios y extraños como un estratega efectivo en materia electoral.
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Su formación académica es más que sólida: dos licenciaturas, una maestría y un doctorado.
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Como director general de la Coordinación Política de la Secretaría de Relaciones Exteriores, elaboró el libro ABC de la internacionalización de las ciudades mexicanas en el mundo, que es una guía que orienta a los municipios del país a encontrar las estrategias más adecuadas para vincularse con las naciones vanguardistas.
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Tendría el visto bueno de diversas expresiones y actores que en principio se veían en el lado del Frente Amplio por México.
 
Esto quiere decir que priistas, panistas, e incluso emecistas que se sienten desplazados y udegeístas identificados con la izquierda, se sumarían con agrado.
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Guarda una añeja amistad con Claudia Delgadillo y los operadores cercanos a ella.
 
Si existe una posición clave para quien aspira a la gubernatura, es la que se otorga en el municipio de Guadalajara.
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Su vínculo con el diputado federal Favio Castellanos (otro postulante) adquiere un valor de suma importancia.
 
No es exagerado si se afirma que entre ambos pueden definir el resultado final de la elección del próximo 2 de junio.
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Aunado a lo anterior, el actual regidor zapopano -presidente de la Comisión de Servicios Públicos- sostiene una muy buena relación con líderes sindicales, empresarias e industriales de la localidad.
 
Es bien visto por la mayoría de quienes mueven la economía de la entidad.
Es entonces que Morena y los demás partidos tienen la oportunidad de inclinar la balanza a su favor.
Los sondeos de opinión conocidos indican que Movimiento Ciudadano perdería Guadalajara y Tlaquepaque, no así Zapopan con Juan José Frangie y Tlajomulco con Gerardo Quirino Velázquez.
La aparición de Alberto en la boleta haría buenos los pronósticos de que la fuerza naranja se irá al segundo lugar en el epicentro político de Jalisco.
El factor Uribe sería determinante.
@DeFrentealPoder
*Óscar Ábrego es empresario, consultor en los sectores público y privado, escritor y analista
político.
