NACIONALES
Tiempo de razonar el voto
Luchas Sociales, por Mónica Ortiz- //
Cierre de año a casi una semana de dar por terminado este 2023 y a punto de que arranquen oficialmente las campañas electorales en el país y especialmente en Jalisco.
Existen muchos temas pendientes por conversar en familia y por reflexionar en lo personal sobre las necesidades reales de elegir gobiernos y legisladores acordes a las circunstancias que actualmente vivimos.
La política y la gobernanza en nuestro país deben cambiar, pues llevamos prácticamente cinco años coexistiendo entre la inseguridad, la delincuencia y las diversas violencias que sufre toda la sociedad mexicana, debemos enfrentar la realidad de que actualmente los gobiernos no cuentan con la capacidad de control sobre el crimen organizado, la delincuencia general y las múltiples violencias que todos los días enfrentamos los ciudadanos en todo el país.
Es momento de abrir los ojos y poner especial atención al presente y al futuro de la nación y sobre todo a la entidad federativa en la que moramos, en este momento los precandidatos se encuentran listos y se perfilan o se agrupan en sus coaliciones y partidos.
Lanzan mensajes específicos para que el ciudadano inicie con la percepción de que es necesario un cambio o en su caso la continuidad, se pelean a muerte por los espacios en las precampañas electorales que ya están en la puerta, buscando el apoyo incondicional durante los próximos espacios oficiales de campaña para conquistar la mayor cantidad de votos, intentan y aspiraran a que los percibamos como la única y mejor opción, prometen cambios con discursos enérgicos sobre seguridad, bienestar, transformación y esperanza, con una gran cantidad de eslogan, frases y alegatos increíbles de que nos «van a cambiar la vida», forjando en el sector poblacional preferencia de voto y militancia, es tiempo de reflexionar cuántas veces en Jalisco nos hemos acercado a los que merecemos en los últimos 12 años mínimo.
Jalisco y el país entero actualmente soportamos niveles increíbles de violencia, desaparición de personas y delincuencia organizada, mientras los partidos y la clase política piensan supuestamente en la mejor estrategia político-electoral para este 2024 y en los puntos que necesitan para presentarse en las encuestas, en la mejor forma de exponer lo peor de los gobiernos anteriores o de los actuales para vendernos una guerra sucia que nos lleve a creer que son la principal y única opción.
En un país en llamas, con miles de desaparecidos, territorios completos en manos de los cárteles de las drogas, con políticos, gobernantes, legisladores y juzgadores sin preparación ni ética, vivimos tomados actualmente por la inseguridad generalizada, no nos queda más opción que concientizar y razonar el voto, porque es insoportable e insostenible lo que vive el país y Jalisco, no sería posible regalar seis o tres años más a la política empobrecida que no concuerda con la realidad, podríamos ser en cualquier momento un número en las estadísticas maquilladas de muertos, desplazados o desaparecidos, incluso integrantes de colectivos de búsqueda en cualquier momento.
En este contexto, este fin del 2023 e inicio de un año electoral tan importante como lo es el 2024, después de haber experimentado la alternancia en el poder, la llegada de la izquierda y el hartazgo de los mismos partidos y políticos de siempre, los cambios a movimientos, independientes, coaliciones y alianzas, actualmente nos toca juzgar, este tiempo que marca la recta final del sexenio y la pronta renovación de los poderes ejecutivos y legislativos, pensando en lo que merecemos y nos representa, ya tenemos situaciones vividas a grandes magnitudes como para darnos el lujo de no razonar correctamente nuestros votos, dejar de idealizar partidos y políticos, es un paso enorme a la conciencia social de lo que merecemos.
Si no aprendemos a considerarnos los portadores de la decisión de elegir bien a quienes ostentarán el poder público y la gobernanza durante los próximos seis y tres años; así como el equilibrio que deben tener los congresos para fungir correctamente como los contrapesos que evitan el autoritarismo y la sumisión de poderes, podríamos encontrarnos en el peor escenario superior al que hemos presenciado los últimos años.
Nos toca saber si queremos seguir con miedo de transitar carreteras y calles, de que un ser querido desaparezca o de ser víctimas de la delincuencia, no es realmente lo que queremos, debemos parar con la simulación, la corrupción y entrar en un momento familiar de reflexión con respecto a que vamos a hacer para no equivocarnos este 2024 electoral, en realidad.
¿Queremos que la violencia se mantenga en el país? ¿Qué las instituciones garantes de derechos humanos, desaparezcan? ¿Qué la Suprema Corte, se integre bajo elección popular? Reflexionemos en familia sobre México y sus ciudadanos (nosotros), no sobre la clase política que actualmente nos miente, sin ningún problema, conciliando el sueño, como si nada pasara y esperando el voto en el 2024.
