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JALISCO

El acierto del gobernador en el tema de salud: La controversia de INSABI y la gestión de Alfaro

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Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //

«Vamos a tener un trato directo con la Federación y vamos a gestionar mucho recurso para nuestro Estado, cosa que Enrique Alfaro no lo hizo. No firmó con el INSABI y por eso ahora no tenemos medicamentos», Claudia Delgadillo candidata de MORENA a la gubernatura de Jalisco, en la primera pagina de MURAL. 21 de diciembre 2023.

Fue una reunión breve, pero reveladora. Después de medio día y luego de una intensa agenda de trabajo en la Cámara de Diputados, acompañaba yo en calidad de asesor a dos funcionarios de diferentes estados del sector salud, el diputado de Morena que nos atendía fue muy directo, nos contó de su proyecto como fracción: Vamos a unificar TODOS los sistemas de salud del país, todo será administrado por un solo organismo, sueldos, prestaciones, edificios, insumos, contrataciones; como ahorita se trabaja en la Secretaría de Educación, así será en el sector salud.

Era el martes 1ro de octubre de 2019 y la implementación del Instituto de Salud para el Bienestar se anunciaba iniciaría funciones el primero de enero de 2020 como un órgano descentralizado de la Secretaría de Salud.

El diputado nos habló con entusiasmo de las bondades del INSABI, que, según él, brindaría servicios de salud gratuitos y de calidad a todas las personas que se encuentren en el país y no cuenten con seguridad social; se haría bajo criterios de universalidad, igualdad e inclusión.

Nos dijo que los beneficiarios del INSABI recibirían servicios médicos sin restricciones porque habría atención universal para todos los padecimientos, incluidos aquellos que generan gastos catastróficos, para lo cual se había creado el Fondo de Salud para el Bienestar; también recibirían medicamentos gratuitos y demás insumos requeridos para sus tratamientos.

Nos aseguró que, a diferencia de antes, con el INSABI las personas sin seguridad social no necesitarían afiliarse ni pagar cuotas para recibir atención médica y medicamentos gratuitos; solo deberían contar con CURP o presentar acta de nacimiento.

Nos prometió que el INSABI garantizaría el abasto de medicamentos y el equipamiento suficiente para la atención de los beneficiarios en todos los niveles de atención a la salud, además que rehabilitaría y ampliaría la infraestructura médica.

Nos mintió.

El INSABI, lejos de ser una solución para el grave problema de la salud pública en México, fue un carísimo error del gobierno, que busca centralizar y controlar los recursos y las decisiones en materia de salud, descuidando el bienestar y la vida de los mexicanos.

El INSABI, lejos de ofrecer servicios de salud gratuitos y de calidad, fue un mecanismo que recortó y limitó el acceso a la salud, sin garantizar la eficiencia y la transparencia en el uso de los recursos.

El INSABI, lejos de ser un proyecto de universalidad, igualdad e inclusión, fue una imposición autoritaria y arbitraria, que ignoró la diversidad y la pluralidad de las entidades federativas y de los sistemas de salud existentes.

El INSABI, lejos de garantizar el abasto de medicamentos y el equipamiento suficiente, fue una fuente de corrupción y desabasto, que favoreció a los proveedores y contratistas afines al gobierno, sin importar la calidad y la eficacia de los insumos.

El INSABI, lejos de ser una innovación y una mejora, fue un retroceso y un fracaso, que evidenció la incapacidad y la irresponsabilidad del gobierno en el manejo de la pandemia de Covid-19, que ha dejado más de 400 mil muertos y millones de contagios en el país.

El 27 de abril de este año, en una sesión que pasará a la historia como una de las más vergonzosas y serviles del Congreso de la Unión, las comisiones unidas de Salud y de Estudios Legislativos Segunda aprobaron el proyecto para que las funciones del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) se integren al IMSS-BIENESTAR, para contar con un solo órgano descentralizado que provea los servicios de atención médica.

La iniciativa, impulsada por el Ejecutivo federal, pretende crear un Sistema de Salud para el Bienestar que, según sus promotores, garantizará la gratuidad y la universalidad de los servicios de salud, medicamentos y demás insumos asociados que requieran las personas sin seguridad social.

El proyecto, que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones de la Ley General de Salud, establece que las entidades que celebren convenios de coordinación con el Sistema de Salud para el Bienestar deberán transferir los recursos del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud, junto con los rendimientos financieros que se hayan generado, al Fideicomiso Público Federal sin estructura orgánica denominado Fondo de Salud para el Bienestar.

Este fideicomiso, que ya ha sido objeto de múltiples señalamientos por su opacidad y discrecionalidad, se convertirá en el gran cajón de los recursos destinados a la salud, sin que exista una fiscalización efectiva ni una participación ciudadana en su administración.

Asimismo, el proyecto establece que queda prohibido el cobro de cuotas de recuperación por la prestación de servicios de salud, medicamentos y demás insumos asociados a las personas sin seguridad social.

Esta medida, que parece justa y solidaria, en realidad es una forma de engañar y manipular a la población, pues no se trata de una gratuidad real, sino de un subsidio que se paga con los impuestos de todos los mexicanos.

Además, al eliminar las cuotas de recuperación, se elimina también la posibilidad de que los hospitales y las clínicas generen ingresos propios que les permitan mejorar su infraestructura, su equipamiento y su personal.

De esta manera, el gobierno se mantiene en su pretensión de crear un sistema de salud único, centralizado y controlado por el poder político, que no garantiza la calidad, la eficiencia ni la equidad de la atención médica, sino que la somete a los intereses y los caprichos del régimen.

Tras la aprobación de esta minuta, la presidenta de la Comisión de Salud, Margarita Valdez, aseguró que con estos cambios legales “no deshacen nada, al contrario, es construir sobre lo que ya se hizo: algo mejor para los mexicanos y mexicanas”.

Estas palabras son una burla y una ofensa para los millones de mexicanos que han sufrido y padecido las deficiencias y las carencias del sistema de salud, que se han agravado con la llegada de la pandemia.

Una de las cosas que podemos como jaliscienses reconocerle al gobernador Enrique Alfaro, es su decisión de no firmar el convenio con el INSABI, beneficiando con ello al sector salud estatal y al hospital escuela de la UdeG, el Hospital Civil de Guadalajara, generando nuevos hospitales o renovando instalaciones, además de basificar a miles de trabajadores de la salud, sería bueno que, eso no lo olvidemos en la calentura electoral que busca meramente llegar el poder… porque los afectados son los que menos tienen.

En X @DEPACHECOS

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