OPINIÓN
Mirza y Esquer, claves para Lemus: Carrera al senado en Jalisco, decide la gubernatura
Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //
(Primera parte) La elección para la gubernatura de Jalisco ha alcanzado altos niveles de polarización y una competencia muy cerrada, convirtiendo la selección de candidatos al Senado en un factor crítico, capaz de inclinar la balanza a favor de uno u otro aspirante a gobernador. Seis candidatos se disputan la simpatía y el apoyo del electorado, pero solo tres ocuparán esas codiciadas sillas en el Senado. Más allá de una simple carrera por escaños, esta contienda se convierte en el espejo de un estado dividido, donde cada voto al Senado es también un pronunciamiento sobre el futuro inmediato de Jalisco.
En este contexto, dos de los tres candidatos que logren ascender al Senado serán recordados no solo por su victoria personal, sino también por haber sido artífices clave en el triunfo del próximo inquilino de Casa Jalisco.
MIRZA Y ALBERTO, LOS QUE BUSCAN MANTENER EL MOVIMIENTO EN JALISCO
Mirza
En las celosas aguas de la política jalisciense, Mirza Flores Gómez navega con la determinación de quien se ha forjado a sí misma en el crisol de la ambición y el compromiso. Con una trayectoria marcada por la defensa de los derechos humanos, la equidad de género, y una participación activa en la vida política a través de Movimiento Ciudadano, Mirza se presenta como un faro de esperanza en un panorama a menudo nublado por el oportunismo y la desidia.
Su candidatura para la alcaldía de Zapopan, aunque frustrada, no ha hecho más que avivar las llamas de su determinación. La licenciada en derecho y maestra en estudios de género y ciudadanía ha demostrado, a lo largo de su carrera, una capacidad indiscutible para impulsar iniciativas legislativas que no solo buscan abordar problemas actuales sino también anticiparse a los desafíos del mañana.
Apoyada por figuras de peso dentro de su partido, como el gobernador Enrique Alfaro y líderes nacionales como Jorge Álvarez Máynez, Mirza no carece de aliados en su lucha. Sin embargo, su camino está lejos de ser un desfile triunfal. A pesar de su sólida formación y su compromiso evidente con la causa pública, enfrenta obstáculos que amenazan con socavar sus aspiraciones.
La baja popularidad y el reconocimiento limitado entre el electorado al interior del estado son quizás sus adversarios más formidables. En un escenario político donde la imagen y la presencia mediática a menudo deciden el destino de las candidaturas, la falta de visibilidad de Mirza Flores puede ser un lastre difícil de soltar. A esto se suman los señalamientos y roces que generaron su gestión pasada como diputada local, sombras que podrían ensombrecer aún más su trayectoria.
Más allá de los desafíos personales, Mirza enfrenta también un panorama político convulso, donde la competencia es feroz, los recursos y la estructura de apoyos federales del partido en el poder federal imponen un escenario de David contra Goliat. La polarización y la confrontación entre bloques políticos, exacerbada por una sociedad cada vez más fracturada, plantean un escenario donde el diálogo y el consenso parecen utopías lejanas, pero, ahí el carácter relajado y franco de la candidata mcista al Senado puede ser una ventaja.
Y, sin embargo, en medio de esta tempestad, Mirza Flores Gómez se mantiene firme, guiada por la convicción de que es posible construir un México más justo, más equitativo, y más humano. Su alianza con Jorge Álvarez Máynez, basada en la amistad y el compromiso compartido con las causas sociales, es un testimonio de su disposición a colaborar, a construir puentes donde otros ven muros.
Alberto
Alberto Esquer Gutiérrez, un nombre que resuena con la fuerza de una trayectoria de más de dos décadas en la política de Jalisco, se prepara para encarar uno de los desafíos más significativos de su carrera: su candidatura al Senado de la República. Sin embargo, el camino hacia el éxito en este nuevo empeño se vislumbra tan complejo como crucial, dada la responsabilidad doble que carga sobre sus hombros: impulsar no solo su propia carrera sino también la de Pablo Lemus Navarro hacia la gubernatura de Jalisco.
El papel de Esquer en la precampaña de Lemus Navarro es un reflejo de la política como arte de lo posible y lo imposible. Quien una vez fuera señalado por el propio Lemus como prescindible, hoy emerge como la figura clave para redimir una campaña que, sin su intervención, podría haber sido marcada por la indiferencia y el desánimo, tal como se vio en los inicios de la precampaña en Tepatitlán.
Esquer, con su gran alianza social tejida meticulosamente durante su periodo como secretario de Asistencia Social, parece tener la llave para desbloquear el apoyo de diversos sectores que podrían ser decisivos en 2024. Este trabajo, que lo llevó a recorrer el estado en múltiples ocasiones, ha demostrado ser una estrategia de doble filo: le asegura un lugar prominente en la campaña de Lemus y, al mismo tiempo, fortalece su propia carrera hacia el Senado.
La política, con sus vueltas inesperadas, ha colocado a Esquer en una posición donde su éxito y el de Lemus están intrínsecamente vinculados. La ironía de que Lemus, quien alguna vez buscó su remoción, ahora dependa en gran medida de su apoyo, es un testimonio de la volatilidad y los cambiantes vientos de lealtad en el ámbito político.
Sin embargo, el desafío que enfrenta Esquer no se limita a apoyar a Lemus; también debe consolidar su propia candidatura en un contexto donde Movimiento Ciudadano busca marcar su territorio sin alianzas con otros partidos. La experiencia de Clemente Castañeda en 2018, quien logró el triunfo en el Senado gracias a una alianza con el PAN, es un recordatorio de las dificultades que aguardan en un camino solitario.
Esquer, con su amplia experiencia en cargos legislativos y ejecutivos, así como su impulso de programas sociales y proyectos agroalimentarios, tiene una base sólida desde la cual lanzar su candidatura.
En un escenario marcado por la polarización y la competencia feroz de partidos, Esquer debe navegar con astucia, aprovechando el descontento con el gobierno federal y posicionándose como la voz de la renovación y el cambio. Sin embargo, las amenazas de violencia, desinformación, y el clima de incertidumbre electoral son obstáculos que deberá superar con la misma determinación y habilidad que ha demostrado a lo largo de su carrera.
La historia política de Alberto Esquer Gutiérrez está lejos de haberse escrito en su totalidad. Con la campaña para el Senado y el apoyo a Lemus Navarro, se embarca en un capítulo que podría consolidar su legado o servir como una lección en los caprichos del destino político. En las manos de Esquer yace no solo su futuro, sino también el de aquellos que ha elegido apoyar, tejiendo con cada decisión el intrincado tapiz de la política de Jalisco.
Mirza y Alberto son el equipo de candidatos más sólido, los que más tiempo han jugado juntos, ¿Sabrán aprovecharlo?
En X @DEPACHECOS
