JALISCO
Política y elecciones
Opinión, por Ramiro Escoto Ratkovich //
Aunque parecen conceptos unidos, en este caso voy a separarlos como tiene que ser, bajo la premisa que la elección es en la que usted y yo participamos de manera libre y secreta, y la política advierte el camino para que una candidata o un candidato (y no necesariamente) la usen para llegar a la boleta.
A partir de esta semana, usted experimentará en sus redes sociales (WhatsApp y Telegram) un bombardeo masivo de mensajes desacreditando candidatas y candidatos, usando fragmentos de declaraciones del pasado, así como momentos en debates y entrevistas del tiempo presente, todo bajo el esquema que lo recibimos mediante grupos de “conocidos o amigos” que nos comparten ese contenido ya sea para advertirnos o para informarnos, pero casi todos con el prefijo de: Reenviado Muchas veces.
En redes sociales la estrategia de los coordinadores de campaña será enfocarse seguramente a la producción de mensajes afianzando las propuestas y presumiendo logros, experiencias y disposiciones de los políticos a quienes representan, para que el electorado tenga de primera mano la información oficial de lo que se “ganaría” votando por ellos.
En la Política siempre habrá ganadores, inclusive perdiendo, algunos candidatos ya tienen asegurado su siguiente paso, si y solo si cumplan con algunos parámetros que consignan el camino en las campañas. Todos los que están en la contienda, en realidad están en varias pistas, tienen que sacar votos para su causa primaria, luego buscarán la cuota que les corresponde para Gobernador, Presidente de la República, así como la conformación de personajes que estarían en las cámaras, y así todos esos puestos de elección popular que tienen que jugarse bajo un mismo eje y estrategia; pueden perder la elección, pero si cumplieron con la cuota, tendrán su recompensa y es así como a veces nos preguntamos cómo es que hay personajes que han sobrevivido a los embates de perder, perder y perder y siguen activos incluso fuera de la ciudad o estado de donde las han jugado.
El embate que nos llegará a las manos, al celular será todavía más encarnizado y lleno de víscera para lograr un efecto igual en el receptor, eso equivale a quien lo envía ( o reenvía ) advierta en lo que hace una coacción al voto, similar a la compra del mismo si lo queremos ver así. Es cierto que las campañas donde quiera no han dado con un nivel aceptable, ni siquiera hemos tenido la oportunidad de tener claro las propuestas de cada uno porque simplemente no hay tiempo, y tampoco hay interés, el voto será para quien logre por cualquier medio y en cualquier circunstancia tenerlo como ya lo certificamos en la pantomima hecha en Jalisco luego de la firma del llamado pacto de civilidad hace una semana.
Disponible están las mesas de debate, las entrevistas hechas por periodistas en diversos espacios: la radio, la televisión y en canales de redes sociales que, por su contenido y objetividad pueden ser referentes que las preguntas que se hacen son del interés público y se convierten en plataformas de verdadera comunicación política que se asumen también para una decisión inteligente en materia electoral.
Incluso, las encuestas que se publican forman parte de estrategias que, si las trasladamos a la “carrera” de quien gana, nos metemos al juego de revisar en esos “números” una especie de credibilidad y luz de hacia dónde tiene que ir el voto, como si nuestra decisión estuviera basada en ello para no “equivocarnos” o no “desperdiciarlo” convirtiendo esos números en una decisión superior que tenemos que desde aceptar hasta contribuir.
Hace unos días tuve la oportunidad de entrevistar a los creadores del sitio web Sabervotar.mx, una página que lo tiene todo, análisis electoral por estado, propuestas de candidatos, notas de prensa para confrontarlas con fake news y toda una compilación de datos que necesitamos para tomar esa decisión inteligente con algunos minutos de atención.
Se las recomiendo porque eso puede convertir ese ruido en la calle en el silencio informado, objetivo y veraz que se necesita para ir convencido de uno mismo en la decisión del 2 de junio.
