JALISCO
Entre mula y mula, nomás las patadas se oyen
Conciencia con texto, por José Carlos Legaspi //
A los tozudos del Movimiento Naranja, no los sacan de sus casillas y aceptan que haya revisión voto por voto. Los empecinados de Morena repiten hasta la saciedad a la sociedad que hubo chanchullo en las elecciones pasadas.
¿Y el pueblo? Como el chinito: “nomás milando”. Pero con toma de… nota para entender el galimatías en que han convertido este par de obstinados partidos las elecciones del 2 de junio.
Los argumentos de quienes impugnan las elecciones son legítimos. Porque se apegan al Derecho Electoral; porque cumplieron “en tiempo y forma” con los requisitos para impugnar y… ¡porque perdieron!, sí señoras y señores, porque perdieron.
Parece obvio y hasta tonto decir que porque perdieron impugnaron. Pero… ¿por qué entonces Movimiento Naranja, na, na, na, na, na, prácticamente se sumó a la petición de revisar voto por voto, casilla por casilla?
Al menos eso parece. Ya que el gobernador Alfaro, líder moral, formal y natural de los naranjas en Jalisco, se sumó ipso facto a la “sugerencia” del presidente de la república (en su calidad de súper presidente de Morena) para que en Jalisco se impugnara la elección a gobernador y, claro, Chema llevó agua a su molino para de una vez solicitar lo mismo en Guadalajara.
¿Por qué ni siquiera chistaron los naranjeros de Jalisco cuando el súper presidente de Morena metió su cuchara y usurpó la investidura del colimote Mario Delgado? ¿Con qué elementos cuentan los de MC para sumarse a la reclamación del mandamás del país sin decir pío?
La ilógica de los políticos es lo que destantea al grueso de la población. La lógica sería que los impugnados protestaran contra la protesta; que los ganadores, en el papel oficial del IEPC, no se dejaran arrebatar, al estilo Jalisco, lo que oficialmente ganaron en las urnas.
¿Confianza exagerada en los números que avalan el triunfo de Lemus? ¿De verdad no hay trampa en la elección? ¿Será cierto que Lemus le ganó por la vía de los votos a Claudia Delgadillo?
¿Seguirá el Jimmy Lozano como entrenador de la Selección Mexicana? (Breviario cultural futbolero para descansar las neuronas encargadas de analizar qué está pasando en Jalisco) Mientras tanto, el virtual gobernador Lemus -parece- carece del apoyo de las huestes alfaristas y, últimamente, de su mentor, Dante Delgado.
¿Está colgado de la brocha Pablo Lemus? ¿Sentará un precedente el presidente si se llegan a anular y repetir las elecciones? ¿Habrá un efecto dominó en otras instancias perdidas por Morena en la entidad? Como decía el folklórico Yogui Berra: “esto no se acaba hasta que se acaba” y no se ha terminado.
Otra situación que llama la atención es el desdén de los alfaristas naranjistas hacia el prohombre de Dante Delgado. Ya no lo siguen como antaño; ya no van a sus convites partidistas y ya esbozaron la creación de un nuevo partido para abandonar las filas naranjas.
“Naranjas”, dijo Dante cuando le preguntaron si habría de “dialogar” con sus ex pupilos, sus ex favoritos. De aquí para allá están igual o peor que de allá para acá. Se acabó el pastel y los que lo partieron y lo repartieron se quedaron con la mejor parte, pero no con la más grande.
MC, parece, pasará a la historia como el Perderé y otros partiditos que ya vivieron su realidad: no son nada en el espectro de la partidocracia.
Otro que parece va a recular es Joseph Biden. Aseguran los entendidos que perdió el debate contra Trump. Más bien parece que lo perdió contra el padre tiempo. Los demócratas, ni tardos ni perezosos ya lanzaron el buscapiés para ver por quien se le puede sustituir en la contienda que se avecina en el vecino país del norte. Contrario a lo que sucede por estos lares, los debates gringos sí arrojan muchísimas enseñanzas, informaciones y prospectivas reales.
Kamala dejó de hacer sus mandalas porque los demócratas no se quieren quedar atrás de México y quieren una presidente. Así es… Biden no está tan senil. Lo que sucede es que el feminismo gringo requiere una presidente y Trump, con esa delicadeza de elefante en estampida, caería sin duda en la trampa de tener que lidiar con la vicepresidente norteamericana, quien, seguramente, ya se asesoró de Hillary Clinton, a quien Trump trompeó sin recato cuando ambos contendieron por la presidencia de EEUU, con actitudes, palabras y consignas anti féminas.
Para terminar con algo del terruño… ¡Qué pésimo servicio en la distribución del agua! Más que SIAPA, parece el CHIAFA. Jamás de los jamases se había sufrido un servicio tan pésimo como en esta administración. La buena noticia es que ya se va este régimen y ya llegó Tláloc.
