JALISCO
Una alarma para la sociedad: Cifra récord de desaparecidas en Jalisco
Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //
La desaparición de Alejandrina Arellano Serrano, una mujer de 63 años ha dejado a la comunidad de Zapopan sumida en una profunda conmoción y desesperación. Alejandrina fue vista por última vez saliendo del negocio familiar en una plaza comercial de la avenida Nicolás Copérnico. Según los testimonios de sus familiares, fue privada de su libertad por sujetos armados que huyeron en dos camionetas, llevándose también su vehículo, una Mazda negra modelo 2022.
Este trágico suceso no es simplemente un caso aislado. Es un reflejo perturbador de la profunda crisis de seguridad que azota a nuestro país, particularmente a Jalisco. Las familias de las víctimas, como la de Alejandrina, se ven forzadas a recurrir a las redes sociales y otros medios para pedir ayuda y visibilizar la situación, ante la inacción o lentitud de las autoridades.
La familia de Alejandrina había recibido amenazas previamente, pero confiaban en la premisa de «quien nada debe, nada teme». Esta confianza, desafortunadamente, los ha llevado ahora a una situación de incertidumbre y angustia, esperando cualquier señal que indique el paradero de Alejandrina. A más de 5 días de su desaparición, no ha habido demanda de rescate ni noticias sobre ella, incrementando la desesperación de sus seres queridos.
La hija de Alejandrina expresó con pesar y preocupación cómo la normalidad del negocio familiar se vio abruptamente interrumpida por este acto violento e injustificado. «No entendemos los motivos, pues somos familia de trabajo, honrada y leal. Por lo tanto, los motivos de quienes tienen a mi mamá son totalmente injustos», declaró a El Informador. Este sentimiento de incomprensión es compartido por muchas familias que, día a día, enfrentan situaciones similares en un país donde la justicia parece ser un privilegio inaccesible para muchos.
La denuncia por desaparición ya ha sido abierta bajo la carpeta de investigación D-l/54814/2024 y la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Jalisco se ha involucrado en el caso. Sin embargo, la falta de información pública por parte de la Fiscalía resulta alarmante. La aparente indiferencia y la falta de comunicación solo agravan el dolor y la desesperación de la familia Arellano Serrano.
La seguridad en Jalisco atraviesa por un momento crítico. Los datos recuperados por el académico Víctor Manuel González Romero son espeluznantemente contundentes:
La semana del 15 al 21 de julio de 2024, se publicaron 15 fichas de mujeres desaparecidas en el estado. De estas, 12 siguen sin ser localizadas, marcando la cifra semanal más alta en al menos dos años, según datos de @BusquedaJal. Este alarmante incremento no puede pasar desapercibido y debe ser un llamado a la acción para las autoridades y la sociedad en su conjunto.
Las cifras negras de Jalisco durante la semana 29 de este año son desgarradoras. Además de las 12 mujeres desaparecidas sin localizar, 9 cuerpos de mujeres, aún sin identificar, ingresaron a los servicios forenses. Estas estadísticas no solo reflejan un aumento en la violencia de género, sino también una falla sistémica en la protección y búsqueda de las mujeres desaparecidas.
La gravedad de la situación se ve aún más reflejada en los hechos reportados el 26 de julio de 2024. En un solo día, Jalisco registró 9 asesinatos, 18 personas desaparecidas sin localizar y 9 cuerpos sin identificar ingresados al Servicio Médico Forense (SEMEFO). Estos números nos muestran un panorama desolador, una fotografía de la inseguridad que nos obliga a cuestionar la eficacia de las políticas de seguridad y justicia en el estado.
La desaparición de tres mujeres, este 26 de julio, presuntamente propietarias de una casa de cambio en una plaza comercial de la avenida Naciones Unidas, ha puesto nuevamente bajo la lupa a las autoridades responsables de la seguridad en Jalisco. Este trágico evento, ocurrido en la colonia Vallarta Universidad, es un reflejo más de la inseguridad rampante y la ineficacia de las autoridades para garantizar la seguridad de sus ciudadanos.
Según testigos, las víctimas fueron sustraídas por cerca de 10 personas que llegaron a bordo de distintos vehículos, encapuchadas y portando armas de fuego. Este operativo, ejecutado con una precisión escalofriante, expone la vulnerabilidad de las personas frente a grupos delictivos que actúan con total impunidad.
El escenario de la desaparición no es un lugar recóndito ni aislado; se trata de una plaza comercial en una de las avenidas más transitadas de Zapopan. Este hecho no solo resalta la osadía de los delincuentes, sino también la incapacidad de las autoridades para prevenir y reaccionar ante estos crímenes.
La violencia de género, representada en estas cifras, es una problemática que no debe ser ignorada ni minimizada. Las mujeres de Jalisco están siendo victimizadas de manera alarmante y las respuestas institucionales deben ser contundentes y urgentes. Es imperativo que se fortalezcan las estrategias de prevención y atención a víctimas, así como los mecanismos de búsqueda y localización de desaparecidos.
Es crucial que los organismos competentes redoblen esfuerzos y se comprometan verdaderamente con la resolución de este caso y muchos otros que permanecen sin respuesta. La vida de Alejandrina Arellano Serrano y la de muchas otras personas desaparecidas no pueden seguir siendo cifras en un informe; deben ser prioridad para un sistema que tiene el deber de proteger y servir a su ciudadanía.
Mientras tanto, la familia de Alejandrina sigue pidiendo apoyo, oraciones y acciones concretas para su pronta localización. En momentos como estos, la fe en las autoridades se tambalea, pero la esperanza y la solidaridad de una comunidad pueden marcar la diferencia. No debemos permitir que el caso de Alejandrina sea uno más en la lista de desapariciones sin resolver. Su vida, como la de cualquier persona, merece justicia y la pronta intervención de quienes tienen el poder de cambiar esta dolorosa realidad.
En X @DEPACHECOS
