MUNDO
¿Demócratas o republicanos?
Opinión, por Miguel Anaya //
En tan solo 9 días más se llevará a cabo una nueva elección en los Estados Unidos, este será un proceso electoral histórico pues además de que se prevé un resultado muy parejo, (prácticamente todas las encuestas serias marcan un empate técnico), lo sucedido en el Súper Martes significará el regreso de Donald Trump a la silla presidencial o la elección de la primera presidenta de aquel país, Kamala Harris.
Los discursos de ambos candidatos se han ido adaptando a los tiempos de campaña pues si bien en un inicio hubo malas referencias hacia el público latino, hoy ante lo cerrada de la elección las dos expresiones políticas han mesurado el discurso intentando acercarse a los votantes de origen mexicano qué en algunos estados significan un alto porcentaje de los votos efectivos.
En México se suele tener la idea de que los gobiernos Demócratas son los mejores para nuestro país, sin embargo, esto no siempre es así pues a pesar de la agenda migratoria y de Derechos Humanos que presentan en papel esta no siempre se cumple de la mejor manera.
Por otro lado, los gobiernos republicanos qué suelen afianzar la economía, en muchas ocasiones resultan benéficos para México pues su cercanía con los vecinos del norte provoca que lo bueno que suceda de ese lado en materia económica se replique de este lado; esto por supuesto tiene sus excepciones.
Revisemos lo sucedido en años anteriores. Comencemos por la migración, la primera gran ola de deportación de latinos y sobre todo de mexicanos se dio en los años treinta, (justo después de la Gran Depresión de 1929), pues se acusaba a los inmigrantes de robar los de por sí escasos empleos existentes. Las deportaciones masivas comenzaron con el presidente Roosevelt y continuaron con Harry Truman, ambos de origen demócrata.
También es cierto que la construcción de ese muro que tanto exige, presume y utiliza en sus líneas discursivas Donald Trump, comenzó a construirse durante el mandato de Bill Clinton, también de origen demócrata.
Es verdad que las palabras de intolerancia de Trump ofenden, lastiman y alertan a los ciudadanos mexicanos, pero es una realidad que los gobiernos republicanos no son los que más han deportado mexicanos.
Si hablamos de economía habrá que decir que fue durante el mandato del republicano George Bush, qué se firmó el primer tratado de libre comercio con América del Norte, el mismo sufrió dos modificaciones que afectaron a nuestro país primeramente por el demócrata Clinton y años después por el mismo Trump.
El tercer tema a revisar es de vital importancia para ambas naciones y se trata de seguridad. Tanto Harris como Trump han puesto el ojo en la crisis de violencia que atraviesa nuestro país y los dos han mencionado que blindarán la frontera cerrando el paso a toda inmigración ilegal y consecuentemente a miembros del crimen organizado. La diferencia sustancial radica en la propuesta del republicano de nombrar y tratar como terroristas a miembros de cárteles mexicanos.
El espacio no alcanza para rememorar lo sucedido con anteriores gobiernos, pero es importante conocer las historias de los partidos, así como las propuestas y carreras de los candidatos, con mayor razón ahora pues el voto de origen latino tiene mayor peso en los denominados Estados Bisagra como: Arizona, Georgia y Pensilvania, donde la diferencia en las encuestas marca porcentajes del 1% o incluso menos.
Al final, como mexicanos es obvio que no podemos interferir en lo que suceda antes, durante ni después de la elección del 5 de noviembre, pero también es obvio que debemos estar atentos a cómo se acomoda el panorama pues como dice la máxima si Estados Unidos estornuda a México le da gripe. Somos culturas, economías y hasta familias entrelazadas, debemos estar atentos y preparados con conocimiento de causa y planes de acción ante cualquier escenario.
