JALISCO
La ruptura de Puerto con Morena
Opinión, por Mario Ávila //
Si no es la ambición, qué más puede motivar a los miembros de un partido político ganador, a enfrentarse públicamente exhibiendo sus desencuentros, sus promesas incumplidas y sus compromisos traicionados.
Lo que ocurre en el seno del Movimiento de Regeneración Nacional en Jalisco, bien podría semejarse a aquella disputa entre el PAN de Marko Cortés y el PRI de Alito Moreno, en donde el primero exigía al segundo, el cumplimiento de los compromisos adquiridos tras el triunfo de la alianza en el estado de Coahuila.
La única diferencia es que en el caso del PRIAN, Marko Cortés exhibió en sus redes sociales el documento firmado por puño y letra de la contraparte, en donde se detallaba con lujo de detalles las ilegalidades que estaban dispuestos a cometer, una vez ganando la elección por la gubernatura del Estado.
Mientras que en el caso de Morena Jalisco, las promesas que no se le cumplieron al diputado Alejandro Puerto, no se han revelado con puntualidad y apenas se han hecho algunas especulaciones, de que entre ellas podrían haber estado la candidatura a la presidencia municipal de Zapopan o la coordinación del grupo parlamentario en la LXIV Legislatura de la Cámara de Diputados.
Por los tiempos en los que estalla la inconformidad del ex regidor de Zapopan, podría pensarse en que se trata más bien de la posición de coordinador de la bancada de Morena, sin embargo, de todos es sabido que el primer filtro para llegar a la coordinación y antes del aval de la dirigencia estatal y nacional de tu partido, debe ser la aceptación de tus compañeros legisladores.
De ahí que resulta extraño que alguien le haya podido ofrecer anticipadamente un cargo al novel legislador, sin antes conocer la opinión de los 10 legisladores que resultaron electos por la vía de la elección directa o por la vía plurinominal, como fue el caso de Alejandro Puerto al ser colocado en la segunda posición de la lista de las posiciones que representan directamente a un partido y no a los habitantes de un distrito en lo específico.
Lo cierto es que esta reyerta verbal, ha revivido una lucha intestina al interior de Morena, que ha tenido lugar en los procesos electorales del 2015, 2018, 2021 y 2024, en donde los morenistas que se identifican con la corriente fundacional del partido, han censurado la asignación de candidaturas a los personajes recién llegados de otros partidos políticos.
Incluso, en muchos de los casos los inconformes hablan de la “compra” de las posiciones, haciendo alusión también al viejo dilema de la lucha de clases entre ricos y pobres, un elemento muy utilizado en los partidos políticos de izquierda.
Ejemplos de militantes inconformes en Morena los hay a puños, pero la constante es de que se trata de miembros del partido que no resultaron favorecidos con una candidatura, lo que no es el caso de Alejandro Puerto, ya que al Congreso del Estado fue colocado en la segunda posición de la lista plurinominal, es decir la más importante solo precedido de una mujer, lo que era obligatorio y antes de que se incorporara a un integrante de la diputación por la vía del repechaje (los mejores perdedores en los distritos).
Y otra constante de los inconformes que han renegado de Morena, es que tradicionalmente han dado un paso al costado y se han declarado en brazos caídos, como ocurrió con la mayoría de los militantes de Morena, en las tres elecciones de Tlaquepaque en donde se impuso a candidato Alberto Maldonado Chavarín, que perdió en las tres ocasiones, al tiempo que se ganaban los distritos en la elección federal y local.
Por lo que toca al inconforme, Alejandro Puerto, sí aceptó la postulación plurinominal al Congreso del Estado y previo a la instalación de la legislatura decidió anunciar su renuncia a la fracción parlamentaria de Morena y declararse “diputado sin partido”.
Incluso anunció que estaba dispuesto a ser sometido a un procedimiento de expulsión de las filas de su partido y anticipó que si eso ocurre no se defendería y aceptaría la determinación que tomen las dirigencias estatal y nacional de su hoy ex partido, Morena.
Hasta el momento, no se han escuchado voces de miembros de Morena, que justifiquen la reacción de Alejandro Puerto, mucho menos que sigan su ejemplo, a pesar de que bien puede haber muchos morenistas que no han estado del todo conformes con que el senador Carlos Lomelí sea uno de los morenistas más importantes y de mayor peso político en Jalisco.
Es decir, si Alejandro Puerto pensaba que tras su denuncia y su renuncia, morenistas de viejo cuño de la izquierda de Jalisco iban a emular su actitud o al menos se iban a solidarizar con su lucha, al parecer el joven diputado pagará en soledad el precio de sus arrebatos.
