JALISCO
«#AlEstiloJalisco», más que un slogan
Luchas Sociales, por Mónica Ortiz //
La percepción de inseguridad es alta, indica el INEGI y en general en todo el territorio mexicano. En Jalisco, la seguridad pública, desde la expectativa de los ciudadanos que no somos gobierno, sino ciudadanos de a pie, dicho coloquialmente, es un tema sumamente delicado.
El nivel de delincuencia que hemos vivido en las calles y carreteras de Jalisco, durante el gobierno pasado, fue realmente terrorífico. Además, no podemos olvidar que en esta entidad federativa la desaparición de personas es un grave problema multifactorial, derivado de la delincuencia y las violencias.
El nuevo gobierno ha acuñado una frase tipo eslogan para justificar salirse de los estigmas del pasado político y no tocar aquellos temas que no convengan para su gobierno o sean producto de la cuarta transformación en algo no beneficioso para este gobierno emecista: “#AlEstiloJalisco”.
En este sentido, habrá que aprovechar la oportunidad para sellar, desde la sociedad, lo que los ciudadanos jaliscienses merecemos en materia de buen gobierno sin simulación, bajo la premisa del derecho humano de un gobierno libre de corrupción, la cual es una obligación constitucional y no un obsequio gubernamental.
Por lo que “#AlEstiloJalisco” debe enmarcar y subsanar deficiencias de su antecesor gobierno; el cual, sin duda alguna, fue estricto, inmovible, estancado en una falsa firmeza de mano dura que tenía en el fondo solo la defensa de su forma de gobierno y no de la empatía con la sociedad que gobernaba o los grandes problemas que seguimos sufriendo en materia de seguridad, corrupción y violencia general.
Debemos beneficiarnos de que este nuevo gobierno evidentemente cambia la rudeza con la que el gobierno naranja anterior desmeritó el dolor y el terror del nivel de violencia que no solo se percibe, sino que se vive en Jalisco, haciendo efectivo el cambio que proponen con el nuevo eslogan.
¿Qué debemos esperar de este gobierno o qué debemos exigir? Que el eslogan no sea solo publicitario, sino que se vuelva una realidad y que al estilo Jalisco se combatan los problemas de nuestra entidad, especialmente el de la inseguridad y la violencia en todo el Estado.
Que dejemos de vivir con miedo de transitar por las calles en vehículo o a pie, con la certeza de que los cuerpos policiales están haciendo su trabajo, que el sistema de infraestructura tecnológica de videovigilancia de los municipios y del Estado priorice la prevención del delito, pero sin perder la investigación y persecución del actuar delictivo, todo al estilo Jalisco.
Es completamente cierto que Jalisco es un referente mundial y representa a México. Es el origen de lo que simboliza a los mexicanos: el mariachi, el tequila, la playa icónica “Puerto Vallarta”, pueblos mágicos como Tapalpa y Mazamitla, y la mismísima Guadalajara, lugar de nacimiento y estadía de grandes personalidades ya internacionalizadas. Sin embargo, durante los últimos años se ha recrudecido la presencia de la delincuencia, lo que imposibilita disfrutar de lo que ofrecemos al mundo y que nos representa.
No es seguro vacacionar o transitar dentro de nuestra entidad federativa, así que no está de más pensar y exigir que este nuevo gobierno naranja haga efectivo el cambio que favorece a Jalisco, apostando por una de las obligaciones más relevantes de un gobierno: la seguridad de su territorio y la prevención del delito.
Nos queda adaptar la positividad con la que el gobernador Pablo Lemus Navarro toma su mandato, apostar a que su ingenioso eslogan no quede limitado a la publicidad gubernamental, sino que de manera efectiva y visible, al estilo Jalisco, se atiendan las prioridades de esta entidad federativa, estampando una diferencia considerable en el combate a la delincuencia organizada y todas las violencias a las que nos enfrentamos, con una alta consideración a la prevención de los delitos y el respeto y reconocimiento a los derechos humanos de los jaliscienses.
En resumidas cuentas, de nada va a servir una promoción internacional de Jalisco si vivimos entre fosas clandestinas de restos humanos, desaparición de personas, robo y secuestro en carreteras, corrupción de municipios que obedecen al crimen organizado, infiltración de la delincuencia en los cuerpos policiales, extorsiones y corrupción gubernamental.
Que el eslogan se vuelva un referente de la defensa que tenga como fin salvaguardar la integridad de las personas y preservar la libertad, el orden y la paz en territorio jalisciense; de no ser así, tendremos que tolerar seis años de simulación gubernamental hasta que llegue nuestro derecho al voto.
